Autorretrato de Elisabetta Sirani, 1659. Museo Pushkin de Moscú.
Foto: Wikimedia Commons
Han pasado 339 años desde que la ciudad italiana de Boloña vio llegar a Elisabetta Sirani al mundo, el 8 de enero de 1638. En un momento en el que la norma para una mujer era casarse pronto y cuidar de los suyos, la futura artista pudo desarrollar una carrera que llevaría a sus obras a adornar los muros de las cortes reales más importantes de Europa.
Por Andrea Jaramillo Caro
Periodista y gestora editorial de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en temas de artes visuales e historia del arte. Se vinculó como practicante en septiembre de 2021 y en enero de 2022 fue contratada como periodista de la sección de Cultura.@Andreajc1406ajaramillo@elespectador.com
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