Detalles del rodaje de la película “40 días en la selva”
La película dirigida por Gustavo Nieto será uno de los primeros proyectos audiovisuales que se estrenarán sobre la historia de los cuatro niños indígenas que sobrevivieron en la selva, después de un accidente de avioneta. El filme estaría listo en diciembre. Entrevista con el director.
Laura Camila Arévalo Domínguez
En mayo de 2023, una avioneta se accidentó con tres adultos y cuatro niños a bordo. Solo los menores sobrevivieron. Tenían 13, 9 y 4 años, junto a un bebé de 11 meses, que alcanzó a cumplir el año en medio de la selva. Fueron encontrados vivos por un grupo de búsqueda integrado por fuerzas militares e indígenas. Después de 40 días, la noticia fue celebrada por el mundo entero, que esperó atento a la confirmación de las pistas que daban esperanzas sobre estos niños. Los directores de cine, periodistas y escritores también comenzaron a reconocer en esta historia un material para ser narrado por sus lentes y sus plumas.
Un amigo que vive en China llamó a Gustavo Nieto para preguntarle si los cuatro niños ya habían aparecido. Nieto preguntó de qué niños le estaba hablando y su amigo precisó: los cuatro niños que desaparecieron en la selva, los de la avioneta. En ese momento, el director de cine colombiano se dio cuenta de que la noticia que él mismo había seguido durante días no era un asunto exclusivamente de interés nacional. Llamó a Idania Velázquez, una guionista con quien quiso a contar la historia, y Laura Fernández, su productora. Esta decisión se tomó varios días antes de que los niños aparecieran con vida, así que se comenzó a construir con lo que se iban imaginando a medida que los medios de comunicación reportábamos alguna pista de la probable supervivencia de estos niños.
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Viajaron al Amazonas, al Guaviare y al Meta. Fueron hasta Leticia a preguntar qué había pasado con los niños, pero “los que menos sabían de esa desaparición eran los lugareños. Decidimos ponernos en la posición de los niños: ¿qué harían solos en la mitad de la selva? Y así fue como fuimos construyendo el guion. Cuando los niños aparecieron, ya teníamos bastante avanzado nuestro texto”, contó Nieto.
A pesar de que intentaron acercarse a los niños rescatados, no lo lograron. “Decidimos que con base a lo que ya habíamos investigado y vivido nosotros en la mitad de la selva, rodaríamos una historia, basada en hechos reales, pero ficcionada, imaginativa”. El equipo se compuso de 22 personas, entre creativos y técnicos, que viajaron para comenzar lo que ya es un proyecto en etapa de postproducción.
¿En qué etapa se encuentra la película ahora?
Ya la tenemos completamente rodada. Ahora estamos creando la música y algunos efectos visuales para hacerla aún más interesante y llamativa. Esperamos tenerla lista en diciembre.
Dice que intentaron acercarse a los niños, pero ¿por qué no lo lograron?
Ellos tenían un círculo de gente alrededor que los llevó al Hospital militar en Bogotá. Tratamos de entrar al hospital y simplemente nos decían que no estaban disponibles, que necesitábamos un permiso especial de las autoridades. No sabíamos a quién acudir para que nos dejaran entrar. Decíamos que queríamos hablar con ellos para que nos contaran, pero al mismo tiempo, había muchos periodistas de todos los medios internacionales que querían hacer lo mismo. El acceso a los niños fue restringido para todos los que estuvimos esperando lo mismo.
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Hablemos del proceso de elección de los actores, ¿cómo fue?
Bastante largo y extenuante. Hay algo que caracteriza a la mayoría de los niños con los que hablamos en las comunidades indígenas: son muy tímidos. No era fácil que hicieran lo que nosotros les pedíamos que hicieran. Algo tan sencillo como: “caminen por ese trecho en medio de estos materiales”. Y no lo hacían. Por otro lado, también eran unos niños que se extrañaban al vernos. O nos tenían miedo o simplemente se reían de nosotros. Así que no fue fácil, pero finalmente lo logramos y terminamos trabajando con excelentes actores.
¿Los niños reales recibirán algún pago por basar su película en su experiencia?
Como fue una noticia mundial, en términos de derechos de autor, eso la convierte en una historia de dominio público. Nosotros no tuvimos ningún contacto con los niños, ni con la familia, ni con la gente real que vivió la experiencia, así que no tenemos ningún acuerdo con ellos. Creamos una historia friccionada con base a las noticias, pero a las comunidades indígenas con las que sí trabajamos, con las que sí firmamos acuerdos, de acuerdo a la legislación de derechos de autor y a todo lo que está vigente en el país, les pagamos. Lo otro es que nosotros, por iniciativa propia, queremos crear una fundación para que, con los resultados de la película, que se va a exhibir en el mundo entero, podamos ayudar a estas comunidades, que viven en situaciones muy precarias, viven muy primitivamente. Es una contradicción, ¿sabes? Los niños se accidentaron en una avioneta, pero ellos y sus familias viven en chozas, no tienen camas para dormir, viven muy primitivamente.
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¿Y qué quieren hacer con la fundación? O ayudarlos en qué aspectos específicamente…
Con los resultados financieros de la película, queremos que tengan oportunidades de educación y de salud.
Mencionó que estuvo en el lugar en el que se accidentó la avioneta y hablaron con algunas de las comunidades indígenas de estas zonas, hablemos de estos detalles: las características que decidió ponerle a sus personajes a partir de estas investigaciones, …
Buscamos gente que nos pudiera explicar cómo se vive en la mitad de la selva, que es un lugar algo extensísimo. Son miles de kilómetros que se extienden por el sur de Colombia. Pero dentro de esa extensión hay sitios donde viven comunidades indígenas, muy primitivas: el único medio de comunicación con ellos es por aire o río. Por eso era que estos niños iban en una avioneta: el papá les había mandado los pasajes para que salieran de la comunidad y fueran a reunirse con él. Hablamos con los líderes de las comunidades y nos explicaron que desde que son niños aprenden qué plantas son las que pueden consumir, qué frutos están disponibles, pero son invisibles a los ojos de quien no conoce la selva, cómo aprovechar ciertos animales, etc.
Hay muchos proyectos de películas y documentales sobre esta historia, ¿cuáles son las particularidades de su narración?
Como es un hecho ampliamente conocido, cualquier persona puede hacer una historia sobre ello. De hecho, en este momento hay gente de Hollywood buscando recrear la historia de los niños. Hay una gente en Londres que me pidió ayuda para hacer una película. Daniel Coronell está trabajando en un proyecto. De hecho, está lanzando un libro en estos días sobre la misma historia. Creo que será valioso tener tantos puntos de vista. Para hablar del nuestro, mencionaría que creamos desde lo que investigamos y conocimos: vivimos en la selva. Fueron cuatro semanas en las que pudimos acercarnos a esta forma de habitar este mundo y de las que salió una historia basada en un milagro.
En mayo de 2023, una avioneta se accidentó con tres adultos y cuatro niños a bordo. Solo los menores sobrevivieron. Tenían 13, 9 y 4 años, junto a un bebé de 11 meses, que alcanzó a cumplir el año en medio de la selva. Fueron encontrados vivos por un grupo de búsqueda integrado por fuerzas militares e indígenas. Después de 40 días, la noticia fue celebrada por el mundo entero, que esperó atento a la confirmación de las pistas que daban esperanzas sobre estos niños. Los directores de cine, periodistas y escritores también comenzaron a reconocer en esta historia un material para ser narrado por sus lentes y sus plumas.
Un amigo que vive en China llamó a Gustavo Nieto para preguntarle si los cuatro niños ya habían aparecido. Nieto preguntó de qué niños le estaba hablando y su amigo precisó: los cuatro niños que desaparecieron en la selva, los de la avioneta. En ese momento, el director de cine colombiano se dio cuenta de que la noticia que él mismo había seguido durante días no era un asunto exclusivamente de interés nacional. Llamó a Idania Velázquez, una guionista con quien quiso a contar la historia, y Laura Fernández, su productora. Esta decisión se tomó varios días antes de que los niños aparecieran con vida, así que se comenzó a construir con lo que se iban imaginando a medida que los medios de comunicación reportábamos alguna pista de la probable supervivencia de estos niños.
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Viajaron al Amazonas, al Guaviare y al Meta. Fueron hasta Leticia a preguntar qué había pasado con los niños, pero “los que menos sabían de esa desaparición eran los lugareños. Decidimos ponernos en la posición de los niños: ¿qué harían solos en la mitad de la selva? Y así fue como fuimos construyendo el guion. Cuando los niños aparecieron, ya teníamos bastante avanzado nuestro texto”, contó Nieto.
A pesar de que intentaron acercarse a los niños rescatados, no lo lograron. “Decidimos que con base a lo que ya habíamos investigado y vivido nosotros en la mitad de la selva, rodaríamos una historia, basada en hechos reales, pero ficcionada, imaginativa”. El equipo se compuso de 22 personas, entre creativos y técnicos, que viajaron para comenzar lo que ya es un proyecto en etapa de postproducción.
¿En qué etapa se encuentra la película ahora?
Ya la tenemos completamente rodada. Ahora estamos creando la música y algunos efectos visuales para hacerla aún más interesante y llamativa. Esperamos tenerla lista en diciembre.
Dice que intentaron acercarse a los niños, pero ¿por qué no lo lograron?
Ellos tenían un círculo de gente alrededor que los llevó al Hospital militar en Bogotá. Tratamos de entrar al hospital y simplemente nos decían que no estaban disponibles, que necesitábamos un permiso especial de las autoridades. No sabíamos a quién acudir para que nos dejaran entrar. Decíamos que queríamos hablar con ellos para que nos contaran, pero al mismo tiempo, había muchos periodistas de todos los medios internacionales que querían hacer lo mismo. El acceso a los niños fue restringido para todos los que estuvimos esperando lo mismo.
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Hablemos del proceso de elección de los actores, ¿cómo fue?
Bastante largo y extenuante. Hay algo que caracteriza a la mayoría de los niños con los que hablamos en las comunidades indígenas: son muy tímidos. No era fácil que hicieran lo que nosotros les pedíamos que hicieran. Algo tan sencillo como: “caminen por ese trecho en medio de estos materiales”. Y no lo hacían. Por otro lado, también eran unos niños que se extrañaban al vernos. O nos tenían miedo o simplemente se reían de nosotros. Así que no fue fácil, pero finalmente lo logramos y terminamos trabajando con excelentes actores.
¿Los niños reales recibirán algún pago por basar su película en su experiencia?
Como fue una noticia mundial, en términos de derechos de autor, eso la convierte en una historia de dominio público. Nosotros no tuvimos ningún contacto con los niños, ni con la familia, ni con la gente real que vivió la experiencia, así que no tenemos ningún acuerdo con ellos. Creamos una historia friccionada con base a las noticias, pero a las comunidades indígenas con las que sí trabajamos, con las que sí firmamos acuerdos, de acuerdo a la legislación de derechos de autor y a todo lo que está vigente en el país, les pagamos. Lo otro es que nosotros, por iniciativa propia, queremos crear una fundación para que, con los resultados de la película, que se va a exhibir en el mundo entero, podamos ayudar a estas comunidades, que viven en situaciones muy precarias, viven muy primitivamente. Es una contradicción, ¿sabes? Los niños se accidentaron en una avioneta, pero ellos y sus familias viven en chozas, no tienen camas para dormir, viven muy primitivamente.
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Mencionó que estuvo en el lugar en el que se accidentó la avioneta y hablaron con algunas de las comunidades indígenas de estas zonas, hablemos de estos detalles: las características que decidió ponerle a sus personajes a partir de estas investigaciones, …
Buscamos gente que nos pudiera explicar cómo se vive en la mitad de la selva, que es un lugar algo extensísimo. Son miles de kilómetros que se extienden por el sur de Colombia. Pero dentro de esa extensión hay sitios donde viven comunidades indígenas, muy primitivas: el único medio de comunicación con ellos es por aire o río. Por eso era que estos niños iban en una avioneta: el papá les había mandado los pasajes para que salieran de la comunidad y fueran a reunirse con él. Hablamos con los líderes de las comunidades y nos explicaron que desde que son niños aprenden qué plantas son las que pueden consumir, qué frutos están disponibles, pero son invisibles a los ojos de quien no conoce la selva, cómo aprovechar ciertos animales, etc.
Hay muchos proyectos de películas y documentales sobre esta historia, ¿cuáles son las particularidades de su narración?
Como es un hecho ampliamente conocido, cualquier persona puede hacer una historia sobre ello. De hecho, en este momento hay gente de Hollywood buscando recrear la historia de los niños. Hay una gente en Londres que me pidió ayuda para hacer una película. Daniel Coronell está trabajando en un proyecto. De hecho, está lanzando un libro en estos días sobre la misma historia. Creo que será valioso tener tantos puntos de vista. Para hablar del nuestro, mencionaría que creamos desde lo que investigamos y conocimos: vivimos en la selva. Fueron cuatro semanas en las que pudimos acercarnos a esta forma de habitar este mundo y de las que salió una historia basada en un milagro.