Publicidad

Día de los Afrodescendientes: “Soy negra”, poemas de Solmery Cásseres Estrada

En el Día Internacional de la Afrodescendencia, un fragmento de la “Antología de mujeres poetas afrocolombianas”, una de las obras de la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana, publicada en 2010 por el Ministerio de Cultura.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Solmery Cásseres Estrada * / ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR
31 de agosto de 2023 - 04:13 p. m.
La escritora Solmery Cásseres Estrada en una de sus clases en YouTube sobre su "Diccionario de la lengua afropalenquera-español".
La escritora Solmery Cásseres Estrada en una de sus clases en YouTube sobre su "Diccionario de la lengua afropalenquera-español".
Foto: Tomada de Youtube
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Soy negra

Ahora me llaman morena

cuando negra soy yo,

negro es Jesucristo

y negra es mi generación.

¿Por qué lloráis mi niña?

Mamá, mañana no iré a la escuela

porque me dicen negrita.

No te preocupáis mija que negra soy yo,

negro es Jesucristo

y negra es mi generación.

Así es mi mamá,

qué feliz soy yo,

soy una negra linda,

que viva mi generación.

En África toitica las muñecas son negras

como vos desde que caen en el vientre de la mamá

hasta que se le lleva pa’ el cielo Papa Dios.

¡Qué hermosa es tu negrura!,

brilla como el sol,

vos sed una negra preciosa de cuerpo,

diosa de cabello negro apretao

y de labios rojos como los pétalos de las rosas.

(Recomendamos: La biblioteca Mágica, crónica de Nelson Fredy Padilla sobre la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana).

¿Por qué discriminan al negro?

¿Por qué me discriminan mamá?

¿Será porque no soy blanco?

Pero mira que peca’o.

Me gestaste con orgullo,

por nueve meses en tu vientre negro,

como el más preciado tesoro de este mundo

que jamás se ha toca’o.

Allí crecí, me alimenté,

y aquí estoy para’o.

Ayer luché por mi libertad sin que me temblara el pulso,

hoy lucho por mi color,

por mi pelo negro apreta’o,

por mi nariz ancha y achata,

por mis labios gruesos,

por mis manos férrias,

que se levantan en la oscuridad,

y por todos los dones que mi Dios me ha dao.

Me abro a paso firme en medio de la blancura del chapetón,

en medio de la muchedumbre que me discrimina y cuya piel no tiene color.

Escuchando frases insultantes:

«Negro carbón».

«Negro marimonda».

«Negro imundo».

Pero toiticas ellas me llenan de orgullo

porque mi color lo llevan en la parte superior de su cuerpo

que es su cabello liso o ensortija’o,

ridiculizando su piel blanca como un helado chorrea’o.

Adiós Chambacú

Hoy no existe en Cartagena el Chambacú

corral del negro

sino Chambacú corral del blanco,

lugar que era despreciado por propios y extraños.

En este corral Changó crió miles de negritos

de las distintas regiones de África,

formando una gran nación dentro del corralito.

Allí corrió la sangre de indios,

negros, mestizos, zambos y mulatos

luchando en contra de su opresor que lo esclavizaba a la fuerza con el látigo.

Le impusieron su cultura,

dejando atrás la suya como un objeto de valor perdido en la penumbra,

penumbra que entristece el corazón.

África, flor negra

África, flor negra

que germinó en América

como producto del rapto de su tallo,

que se enraizó en el corazón de Cartagena

como las murallas que rodean sus calles.

Tus mujeres de piel negra,

de labios rojos como las rosas,

emperlados por dientes blancos

que al lado de su hermosa figura

conforman el más fugaz encanto.

Raza cautiva,

perdida en la nada,

entre grillos, lamentos, cadenas y gemidos,

entre voces férrias que se pierden en el infinito

reclamando libertad,

libertad que quedó prensada al cruzar el ancho mar.

¡Oh! Flor erótica de lucha bravía

que se libera en el silencio como el amor,

en el más fugaz vuelo.

Lejos quedó África perdida,

perdida en el infinito,

viva en la mente de todos los que la conocieron

como un recuerdo bendito.

* Solmery Cásseres Estrada: Palenque de San Basilio, Bolívar. Bachiller académica del Colegio Universidad Libre de Cartagena. Licenciada en Ciencias Sociales y Económicas para la Educación, Universidad Simón Bolívar, Barranquilla, 1989. Diplomada en Educación para la Salud Ocupacional y Prevención de Riesgo, Cartagena, 2002. Especializada en Identidad Socio-Cultural de las Comunidades Afrocolombianas, Cartagena, 2003. Posee un postgrado en Etnoeducación y Cultura, Lingüística y Humanidades, Universidad Simón Bolívar, Barranquilla, 2004. Libro de poemas publicado: Mis recuerdos. Cartagena: Pluma de Mompox, 2001. Publicaciones e investigaciones realizadas: Costumbres y tradiciones de la comunidad palenque como concepto de indicativo de la realidad. Mompox: Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes de Bolívar, 1999. Diccionario de la lengua afropalenquera-español. Cartagena: Pluma de Mompox, 2005. La pérdida y el desuso de la lengua afropalenquera en la posmodernidad. Cartagena: Pluma de Mompox, 2006.

Guiomar Cuesta Escobar y Alfredo Ocampo Zamorano, prologuistas de la “Antología de mujeres poetas afrocolombianas”, valoran así el trabajo de estas mujeres: “Estas poetas afrocolombianas están renovando y subvirtiendo con su obra un viejo canon de poesía. Ellas no sólo recogen la tradición rítmica de la poesía que heredaron de sus vertientes africanas, transmitida en forma oral y musical, sino que establecen una nueva perspectiva con su dicción, con su intención, con su transignificación”. Aquí puede consultar toda la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana: https://www.banrepcultural.org/proyectos/afrocolombianidad/biblioteca-de-literatura-afrocolombiana

Por Solmery Cásseres Estrada * / ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.