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                                                                                                                                Día del Idioma: el Dios de las palabras en un discurso memorable de García Márquez

                                                                                                                                Con motivo del Día del Idioma y las celebraciones en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, rescatamos el llamado del nobel de literatura colombiano en el Congreso de la Lengua Española en Zatatecas, México, en 1997.

                                                                                                                                Gabriel García Márquez / Especial para El Espectador

                                                                                                                                Homenaje al escritor colombiano Gabriel García Márquez, por su vida y obra, durante el IV Congreso Internacional de la Lengua española, que se celebró en Cartagena en marzo de 2007.
                                                                                                                                Foto: Cortesía Harry Ransom Center
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                A mis 12 años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!»

                                                                                                                                El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?» Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor que tenían un dios especial para las palabras. (Recomendamos: Crítica de la novela póstuma “En agosto nos vemos”: que García Márquez nos jale las patas, por Nelson Fredy Padilla).

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                La lengua española tiene que prepararse para un oficio grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de 19 millones de kilómetros cuadrados y 400 millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga 54 significados, mientras en la República de Ecuador tienen 105 nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aún no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero dijo: «Parece un faro». Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazó un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejó escrito de su puño y letra que el amarillo es «la color» de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cerveza que sabe a beso?

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                * Discurso leído el 7 de abril de 1997 en Zacatecas, México, durante la inauguración del I Congreso Internacional de la Lengua Española.

                                                                                                                                Homenaje al escritor colombiano Gabriel García Márquez, por su vida y obra, durante el IV Congreso Internacional de la Lengua española, que se celebró en Cartagena en marzo de 2007.
                                                                                                                                Foto: Cortesía Harry Ransom Center
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                A mis 12 años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!»

                                                                                                                                El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?» Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor que tenían un dios especial para las palabras. (Recomendamos: Crítica de la novela póstuma “En agosto nos vemos”: que García Márquez nos jale las patas, por Nelson Fredy Padilla).

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                * Discurso leído el 7 de abril de 1997 en Zacatecas, México, durante la inauguración del I Congreso Internacional de la Lengua Española.

                                                                                                                                Por Gabriel García Márquez / Especial para El Espectador

                                                                                                                                Ver todas las noticias
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