En Colombia, existen 70 lenguas maternas, de las cuales 65 son indígenas.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
Que cuando una lengua muere, todo lo que hay en el mundo, ni se piensa, ni se pronuncia. No hay atisbos, ni tampoco sonidos que hagan recordar. Que imaginar y sentir ya no tienen reflejo porque no hay un espejo donde puedan posar. Eso escribió el historiador mexicano Miguel León-Portilla en su poema Cuando una lengua muere, luego de dedicar gran parte de su vida a estudiar las lenguas indígenas, en especial, la náhuatl, propia de algunas de las comunidades amerindias de su país y de Centroamérica.
Por Samuel Sosa Velandia
Comunicador social y periodista de la Universidad Externado de Colombia. Apasionado por las historias entrelazadas con la cultura, los movimientos sociales y artísticos contemporáneos y la diversidad sexual. Además, bailarín de danza folclórica en formación.@sasasosavssosa@elespectador.com