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                                                                                                                                Edgar Allan Poe, bajo la sombra de la melancolía

                                                                                                                                Con motivo del 31 de octubre, revivimos este artículo publicado originalmente en 2010 como parte de los blogs de El Espectador. Nacido en Boston, Estados Unidos, en 1809, y criado en Inglaterra, ha sido considerado el padre de la novela policíaca, y el maestro del horror y el suspenso. Su vida no estuvo muy apartada de su obra, hasta el punto de que Baudelaire sostenía que escribía para ser.

                                                                                                                                Fernando Araújo Vélez

                                                                                                                                Editor de Cultura
                                                                                                                                GettyImages-1160975137
                                                                                                                                Foto: Getty Images/iStockphoto - Campwillowlake
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Podría interesarle: La literatura de terror: un reflejo de la oscuridad humana

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                                                                                                                                Fue él escribiendo ácidas críticas literarias en periódicos como The Southern Baltimore Messenger. Fue él cuando compuso sus varios libros de poemas y al escribir cada uno de ellos. Fue él, su melancolía y el augurio de la muerte en El cuervo, y él en el somnoliento ritmo de El durmiente. Fue él, cien mil veces él, olvidando la muerte de sus padres cuando era niño, y el abandono de su protector, John Allan, por haber comenzado a perderse en las drogas y el alcohol, cuando decidió escribir cuentos para sobrevivir. Fue él creando El escarabajo, la historia de la búsqueda de un tesoro enterrado; Los crímenes de la calle Morgue, el relato de unos misteriosos asesinatos investigados por Auguste Dupin; El pozo y el péndulo, una trágica pintura de crueldad, y decenas de cuentos más que lo liberaban de sus ansias. Poe fue asesino, vengador y verdugo, e incluso, en una novela que dejó inconclusa y tituló La narración de Arthur Gordon Pym, fue antropófago en los últimos confines del universo que eran blancos y sólo blancos.

                                                                                                                                GettyImages-1160975137
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                                                                                                                                Le recomendamos: El hechizo de las brujas sobre la historia del arte

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                                                                                                                                De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com
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