Edith Wharton: entre las letras y el diseño (Plumas transgresoras)
Edith Wharton desempeñó un papel fundamental en la literatura estadounidense de finales del siglo XIX y principios del XX. Sus novelas, al explorar la psicología y la existencia humana, ofrecieron una aguda crítica de la hipocresía en la sociedad.
Mónica Acebedo
“Una mujer ‘decente’, aunque hubiera sido agraviada, jamás podría reclamar la clase de libertad de que él hablaba, y los hombres de corazón generoso como el suyo estarían caballerosamente dispuestos —en el calor de la discusión— a concedérsela”. La edad de la inocencia.
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“Una mujer ‘decente’, aunque hubiera sido agraviada, jamás podría reclamar la clase de libertad de que él hablaba, y los hombres de corazón generoso como el suyo estarían caballerosamente dispuestos —en el calor de la discusión— a concedérsela”. La edad de la inocencia.
La escritora neoyorquina Edith Wharton ocupa un lugar fundamental en la literatura estadounidense de finales del siglo XIX y principios del XX. Fue una mujer polifacética y, sin duda, una pluma transgresora y prolífica que se atrevió a desafiar numerosas convenciones. La reseña de The New York Times de 1905, de la novela The House of Mirth (La casa de la alegría) —la historia de la huérfana Lily Bart, soltera y que lucha por tener independencia económica— menciona que la alta sociedad de Nueva York se escandalizó y enfureció con esta novela. Afirma una de las cartas al editor del periódico que es una novela original en estilo y contenido, que retrata con precisión a la sociedad neoyorquina, pero que “el medio en el que ha situado sus dramatis personae es tan fascinante como trillado y vulgar. Si esta es una imagen verdadera de la sociedad, escrita con el arte y el conocimiento de quien se dice que es miembro de ella, ¡qué cuadro tan espantoso presenta!” (The New York Times Book Review, Clarkson Potter/Publishers, 2021, p. 61).
Edith Newbold Jones nació el 24 de enero de 1862 en Nueva York, en el seno de una familia de la alta sociedad, con dinero, que le proporcionó una educación de buena calidad, en especial en literatura, arte y cultura general. Estuvo casada con Edward Wharton, pero luego se divorció debido a las continuas infidelidades de su marido. Vivió en Italia y Francia varios años; fue amiga cercana de escritores como Hemingway y Henry James. Fue voluntaria de la Cruz Roja cuando comenzó la Primera Guerra Mundial. Escribió numerosas novelas (casi una por año), relatos cortos, poesía, libros de diseño de interiores, de jardines y arquitectura. El valle de la decisión, su primera novela, publicada en 1902, tenía como argumento una historia de amor en Italia. Luego, en 1905, con La casa de la alegría, se posicionó con más fuerza en los círculos literarios europeos y americanos. Ethan Frome (1911) fue otra de sus obras populares que, a diferencia de la mayoría, se desarrolla en un escenario rural de Nueva Inglaterra. La novela enfoca los personajes y su entorno natural y climático. Describe cuidadosamente el actuar humano, los fracasos y la monotonía de la vida del campo. Fue la primera mujer en recibir un doctorado honoris causa de la Universidad de Yale. Murió el 11 de agosto de 1937 en Francia.
Probablemente, su novela más famosa es La edad de la inocencia (1920), que ganó el premio Pulitzer de Literatura. La trama se desarrolla en la ciudad de Nueva York en la década de 1870. Newland Archer, el protagonista, es un abogado comprometido en matrimonio con una mujer de la alta sociedad, May Welland. No obstante, está enamorado de otra mujer, Ellen Olenska, divorciada, independiente económicamente, que acaba de regresar a la ciudad. Esta pasión amorosa lo hace cuestionar las convenciones sociales, los numerosos prejuicios de su familia y la absurda situación de las mujeres que se alejan de las normas de comportamiento tradicionales. La autora utiliza el contraste entre May y Ellen para precisar el núcleo temático: “¡Ah, no, no quería que May tuviera aquella clase de inocencia, la inocencia que vende la mente contra la imaginación y el corazón contra la experiencia!”. La primera sueña con ser la perfecta esposa y madre, obediente y entregada a su hogar, mientras que la segunda es la representación de la pasión y la libertad. El protagonista se debate entre el amor y el deber ser: “—Quiero... quiero de algún modo irme contigo a un mundo donde palabras como esa... categorías como esa... no existan. Donde seamos simplemente dos seres humanos que se aman, que son la vida entera el uno para el otro; y donde nada más en la tierra importe.”
Es al mismo tiempo, una historia trágica y romántica; una crítica a la hipocresía de la sociedad y una interesante exploración psicológica y existencial del ser humano: “¿No seremos más que unos fariseos, al final de cuentas?”, se preguntó, desconcertado en su esfuerzo de reconciliar su instintivo disgusto por la vileza humana con su igualmente instintiva piedad por la fragilidad humana”.
En conclusión, Edith Wharton fue una de las escritoras más destacadas de su tiempo. Su vida y obra dan cuenta de su aptitud literaria, sus dotes como diseñadora y, sobre todo, su aguda capacidad para observar el comportamiento de la sociedad neoyorquina. Los temas van desde la identidad de la mujer y los prejuicios morales hasta los intereses económicos y políticos. Varias de sus novelas han sido llevadas al cine, son parte del canon americano y sirvieron como referente para muchas plumas posteriores.