Libros que perduran y representan
Con la premisa de que todos necesitamos historias con las cuales sentirnos identificados, Diana Gutiérrez, directora de la editorial independiente Kakao Books, ha formado un catálogo robusto y potente para la ficción literaria juvenil.
Esteban Parra
Hace unos años, dos chicas de unos quince años se acercaron a una librería LGBTIQ+ a preguntar por una obra cuyas protagonistas fueran personas de su edad. Desafortunadamente, la oferta de títulos en español como los que ellas buscaban no era grande. Diana Gutiérrez, editora, escritora y traductora madrileña, estuvo en ese lugar aquel día y lo ocurrido la convenció de que había que hacer algo para que dicha realidad cambiara.
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Hace unos años, dos chicas de unos quince años se acercaron a una librería LGBTIQ+ a preguntar por una obra cuyas protagonistas fueran personas de su edad. Desafortunadamente, la oferta de títulos en español como los que ellas buscaban no era grande. Diana Gutiérrez, editora, escritora y traductora madrileña, estuvo en ese lugar aquel día y lo ocurrido la convenció de que había que hacer algo para que dicha realidad cambiara.
Aunque tuvo la suerte de crecer en una familia abierta y en la que nunca hubo miedo a los libros ni a lo que estos decían, Gutiérrez se vio identificada en esas adolescentes porque fueron pocas las novelas escritas en forma clara y pensadas para un público juvenil que pudo leer cuando era más joven. “Hubiera sido importante encontrarme con un libro sencillo, divertido y apropiado para la etapa que estaba atravesando, en donde los personajes vivieran historias como las que me tocaban a mí, con experiencias como las que yo vivía. Pero por ese entonces o no se publicaban o no se habían importado o traducido… Probablemente fui una de esas que tuvo que recorrer un camino largo para llegar a las novelas con que se sintió representada porque no le fue fácil identificar en una biblioteca o en una librería si uno u otro libro hablaba de lo que yo quería encontrar. Y esto tiene que dejar de ser algo difícil”.
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Así surgió la idea de lo que hoy es un proyecto que ha cruzado fronteras llevando historias con perspectiva de género y que reflejan la diversidad social a diferentes rincones de América Latina. Kakao Books es una editorial independiente que nació en Barcelona en 2019 con la misión de darle un espacio a obras en donde lesbianas, gays, bisexuales, trans y demás personas que hagan parte de la población LGBTIQ+ sean protagonistas, sin que necesariamente su identidad sea el argumento central de la historia.
El primer título que publicaron fue «Annie en mis pensamientos» de Nancy Garden, obra de referencia cuando de literatura de ficción juvenil queer se habla. Esta novela llegó al mercado en su idioma original en 1982 y fue víctima de censura algunos años después. “Encontré el libro en inglés por curiosidad, porque a mí siempre me han gustado la literatura juvenil y las novelas de formación. Leí algo sincero y con un atractivo muy particular, algo que se sentía verdadero”, comenta Gutiérrez. “Este tenía que ser el primer título que publicáramos porque es un libro importante y que logra reflejar la realidad de muchas personas”.
A partir de allí, la búsqueda no ha parado y el catálogo continúa consolidándose. La selección de los títulos que van a publicarse no se hace necesariamente pensando en que un libro u otro va a vender, sino en cómo una historia va a perdurar, en si va o no a conmover al lector. Y en esa curaduría también han llegado novelas exitosas comercialmente a nivel internacional y que conectan con la misión de la editorial, como lo son la trilogía «All for the game» de Nora Sakavic o «Los chicos del cementerio» de Aiden Thomas.
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En un mercado saturado y en el que las grandes editoriales no paran de crecer, Kakao ha logrado hacerse un lugar más allá de presupuestos holgados y costosas estrategias de marketing. “Tenemos la suerte de contar con la simpatía de un montón de librerías independientes, de escuelas, maestros y bibliotecas que se esfuerzan por darnos visibilidad. Este tipo de alianzas han sido muy beneficiosas pues nacen del amor por los libros y tenemos que seguir trabajando con ellas. Por supuesto, también están nuestros fans, nuestros lectores fieles. La importancia de ellos es inmensa. El ejercicio del voz a voz es muchísimo más poderoso de lo que pensé en un principio. La verdad es que no sé qué sería de nosotros sin ellos”.
Algo clave para Diana Gutiérrez, directora de Kakao, es que los lectores encuentren en las novelas de la editorial un lugar seguro y en el que puedan verse reflejados. “Es importante tener representaciones diversas porque si quitamos todas las partes que consideramos problemáticas de una historia, no le damos el espacio a los personajes para que aprendan. Podemos tener un personaje homosexual y homófobo al mismo tiempo porque todos tenemos homofobia interiorizada y es importante mostrar esta realidad. No creo que la respuesta sea decir que esto no existe y suprimirlo”, comenta a propósito.
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Bajo el lema de que con la literatura juvenil hay que ser valientes, algunos libros de esta editorial independiente ya están disponibles en Colombia bajo la distribución de Océano, de los cuales la propia Gutiérrez hace algunas recomendaciones:
“«La hija del huracán» de Kacen Callender porque es una novela infantil y juvenil que tiene una doble lectura y puede ser significativa también para los adultos. Trata de manera sutil temas como el abandono y la discriminación racial. Tiene una solidez maravillosa. «Los chicos del cementerio» de Aiden Thomas porque es divertidísimo y muy entretenido. Además, está traducido con bastante atención a la procedencia de cada personaje. Julián, uno de los protagonistas, es colombiano de origen, y la traductora se esforzó muchísimo porque las expresiones que utilizáramos dentro del texto conectaran con esas raíces. El último sería «Somos las hormigas» de Shaun David Hutchinson porque es una historia difícil de soltar, con un protagonista con el cual es fácil empatizar y una trama que confronta y nos llena de preguntas”.