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El arte como campo de protesta ambiental

En la última semana los ambientalistas de Just Stop Oil se han pegado a cinco obras de arte en diferentes museos del Reino Unido en un intento por detener los proyectos petroleros del gobierno.

06 de julio de 2022 - 01:45 a. m.
Ambientalistas de Just Stop Oil, pegados a  El carro de heno (1821), de  John Constable.
Ambientalistas de Just Stop Oil, pegados a El carro de heno (1821), de John Constable.
Foto: Just Stop Oil
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Tres caballos negros tiran de una carreta de madera. Se encuentran en la zona rural del Reino Unido, caminando sobre el río Stour. A su izquierda, se visualiza una cabaña. A su derecha, el campo verde que conforman los condados de Suffolk y Essex. Los árboles frondosos y el cielo azul dan la sensación de una tarde de verano. Es la pintura más célebre del pintor inglés John Constable: El carro de heno (1821). Pero hoy la imagen se veía diferente. En lugar del río, había una carretera. Los árboles estaban secos y la cabaña en llamas. El bosque lo ocupaban fábricas y el cielo, aviones.

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Es la intervención de Just Stop Oil, una organización que trabajan para garantizar que el gobierno se comprometa a detener la producción y las nuevas licencias de combustibles fósiles. El carro de heno está ubicado en la Galería Nacional de Londres, a donde llegaron dos miembros del grupo y, además de pegar la imagen reimaginada en reemplazo de la obra original, se pegaron al marco del cuadro. De acuerdo con un portavoz de la galería, como lo cita The Artnewspaper,El carro de heno sufrió daños menores en su marco y también hubo algunas interrupciones en la superficie del barniz de la pintura, los cuales ahora se han solucionado con éxito”.

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La intención de Just Stop Oil es clara: demostrar cómo la acción humana dañará de manera irreversible el futuro. Así lo dice la organización en un comunicado: “La versión reinventada lleva una escena de pesadilla que demuestra cómo el petróleo destruirá nuestro campo”. Así, por medio de este tipo de protesta, los manifestantes pretenden detener la entrega de nuevas licencias y proyectos petroleros por parte del gobierno inglés. De acuerdo con la información del grupo, las intervenciones en las instituciones culturales no se detendrán hasta lograr este fin. Así lo afirmó un portavoz de Just Stop Oil entrevistado en el mencionado medio: “Amamos demasiado nuestra historia y cultura como para permitir que todo sea destruido por el colapso de nuestra sociedad. El futuro de los jóvenes se está quemando frente a sus ojos, y es el gobierno el que echa gasolina a las llamas. Los partidarios de Just Stop Oil continuarán interrumpiendo pacíficamente lo que sea necesario hasta que el gobierno acepte detener todos los nuevos proyectos de combustibles fósiles”.

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El día de ayer, los ambientalistas habían hecho algo similar con La última cena de Giampietrino (c. 1520), que reside en la Academia Real de Artes, y en días anteriores con Melocotoneros en flor (1889) de Vicent Van Gogh, Mi corazón está en el Highlands (1860), de Horatio McCulloch; y Arpa eólica de Thomson (1809) de William Turner.

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