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Julio Botella: “El arte es fundamental para mantenerme en equilibrio conmigo mismo”

“Obra gráfica”, la exposición del escritor y artista español Julio Botella, estará hasta el 15 de agosto en la Casa Cultural Lolita (calle 70 n.° 8-25).

Daniela Cristancho
29 de julio de 2022 - 02:00 a. m.
El español Julio Botella se encuentra en Bogotá escribiendo su próxima novela. / Cortesía
El español Julio Botella se encuentra en Bogotá escribiendo su próxima novela. / Cortesía
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¿Por qué la salud mental ha sido un tema transversal en su trabajo artístico?

Como tantísimas personas en este mundo delirante, tengo que convivir en mi día a día con este asunto. En mi caso, el trabajo artístico es fundamental para mantenerme en un cierto equilibrio conmigo mismo y con lo que nos rodea. Es una forma de tratamiento personal, una terapia real y autoimpuesta, pero también, a la vez, la representación artística de ese proceso. Me imagino que haciendo esto, además de encontrar un sosiego que otros encuentran, por ejemplo, en la medicación, doy voz a algo que no puedo explicar bien, pero que sale ahí fuera y busca resonar como un eco en el espectador. Por otro lado, veo que como sociedad hemos interiorizado la alienación y la ajenidad de una forma silenciosa, como si eso fuera lo normal, hasta no verla. Por eso mi trabajo cobra realmente sentido cuando logra compartir ese “lo que sea” con el espectador y por eso lo resumo en la pregunta: ¿podremos sobrevivir como especie sin la anestesia de una terapia ocupacional colectiva? En mi faceta literaria, como escritor de ficción, aunque el acercamiento es completamente diferente, el asunto de la ajenidad, de la alienación, por ejemplo, está también muy presente.

Cuéntenos sobre la exposición ‘Obra gráfica’. ¿Qué técnicas se utilizaron y cuál fue la inspiración?

La exposición recoge parte de mi trabajo más reciente, tres ediciones de grabados, algo heterodoxos en el sentido de que el relieve del soporte y la intervención de la iluminación (coloreado) de cada pieza a mano es fundamental y además hace cada pieza única. También se muestra una selección de dibujos. Todas conjugan la repetición compulsiva de ciertas imágenes con la alteración, obsesiva, de los elementos que las componen. Hago también un uso muy personal de lo que se denomina puntillismo. Desde el punto de vista técnico, para mantener la autenticidad de mi expresión, uso deliberadamente soportes y técnicas sencillas, casi infantiles, como el soporte en papel, el dibujo, el uso del lápiz, la acuarela o rotulador. En el caso de esta exposición, estas técnicas se conjugan con el grabado por fotopolímero. En cuanto a la inspiración, realmente son imágenes que surgen de ahí dentro y piden el tratamiento que he mencionado, pero imagino que hurgando se podrían seguir pistas hacia el arte infantil, al street art, al arte indígena, el medieval, no sé.

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Hablemos de la siguiente frase: “Esta exposición invita al espectador a salirse de la armadura de significados forzados, sobreteorizados y normativos que encontramos en los espacios de exposición”. ¿Por qué cree que es importante cuestionar este tipo de aproximaciones a través del arte?

Ah, je je, esto es parte del texto que la curadora de la exposición, mi hermana Caridad Botella, ha escrito para acompañarla. Tomándome la licencia de hablar por ella, se refiere al complejo contexto en el que se da el mainstream del mundo del arte contemporáneo actualmente y que no es fácil de resumir, pero lo intento: ese arte plantea y aborda legítimamente una serie de cuestiones emergentes de índole filosófica, social y política que hasta hace poco eran residuales. Y lo hace usando un lenguaje que antes era transgresor pero que ahora, para el público y buena parte de la audiencia arty, es difícilmente comprensible. No llega. Mi trabajo no es tan complaciente con esos planteamientos, pero se convive juntos y ya. En “Obra gráfica”, para que las piezas lleguen, no hay que descifrar jeroglíficos teóricos, al menos que yo sepa.

El año pasado publicó su libro “Huéspedes”. ¿Cómo se complementa el trabajo de artista plástico con el de escritor?

Sí. En 2021, la editorial española Deconatus publicó mi debut literario, Huéspedes, una colección de ocho relatos de gran calado psicológico, que fue elegido por el Premio Setenil como uno de los diez mejores libros de relatos publicados en España. Cuando se escribe, uno tiene que sumergirse al cien por cien en lo que hace, al igual que cuando pinto, que sobre todo en alguna de sus fases, es una labor completamente absorbente. Aparte de esto, para mí son “tareas” completamente diferentes y separadas, independientes y muy diferentes entre sí. Además, como las tengo que alternar, el efecto es muy positivo, ya que al concentrarme cada vez en una de ellas, puedo desconectar de la otra, y eso es una fantástica fuente de oxigenación emocional. Aire fresco mental.

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¿De dónde nace la conexión con Colombia?

Empecé a visitar Colombia hace unos siete años por motivo del trabajo que entonces tenía en el sector del turismo, y como tengo familia aquí, poco a poco fui pasando más tiempo y conociendo mejor algunas partes del país. Inevitablemente fue un flechazo. Hay muchas cosas que me atraparon de Colombia y son ya parte de mi vida: la efervescencia cultural en todos sus aspectos, con su atrevimiento y valentía, la naturaleza y las geografías absolutamente sobrecogedoras, el esfuerzo de tantísima gente tan diversa por avanzar y conquistar el futuro, superando una realidad tan cruda y cruel demasiadas veces. Con todas sus contradicciones, este país me tiene como hechizado, no sé como describirlo.

¿Cómo mantener la autenticidad y no caer en la alienación cuando se es artista?

Básicamente, siendo uno leal a si mismo, fiel a su trabajo, asumiendo las contradicciones y no dejándose llevar por los entornos de autocomplacencia que siempre intentan absorbernos primero, y luego invitarnos a señalar y etiquetar al otro, al que no comulga con ellos. Yo siempre soy ese “otro”.

Entiendo que actualmente se encuentra en Colombia escribiendo una novela gracias a una beca. ¿Podría adelantarnos algo sobre ella?

Correcto, la razón por la que estoy actualmente en Colombia se debe a una ayuda para desarrollo de proyectos literarios que he recibido del Ministerio de Cultura y Deportes de España. Actualmente estoy escribiendo una novela donde la parte más importante de la trama ocurre aquí, y estoy realizando un intenso trabajo de investigación, tanto académico como de campo, para lograr una contextualización estimulante, acertada y sobre todo respetuosa.

Daniela Cristancho

Por Daniela Cristancho

Periodista y politóloga de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en resolución de conflictos e investigación para la paz.@danielacsidcristancho@elespectador.com

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