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Su carrera artística comenzó a los 17 años. ¿De dónde surgió su pasión por el arte?
Cuando yo era pequeño, mi madre no tenía con quién dejarme mientras trabajaba, entonces nos llevaba a mí y a mi hermano mayor a la escuela. Fue entonces cuando tuve la suerte de estudiar en el jardín durante tres años, donde tuve contacto con muchos lápices de colores.
¿Cómo ha sido su proceso en el mundo del arte? ¿Siempre quiso dedicarse al hiperrealismo?
Empecé a hacer arte abstracto en la escuela primaria. Luego pasé al realismo, donde siempre fue un reto, ya que siempre pienso que el resultado final del arte podría haber sido mejor.
¿Cómo llegó a este estilo de pintura y qué significa para usted?
Para mí, el hiperrealismo es un eterno desafío, siempre puede ser mejor, más natural, mucho más real. Soy consciente de que cometo errores todo el tiempo. Nunca acerté ni una sola pincelada.
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¿Qué proceso sigue para sus obras?
Para crear, simplemente dejo que suceda. Cuando estoy fotografiando, trato de apuntar a lo mejor del modelo. Sigo puliendo las fotos. Cuando me doy cuenta de que la calidad empieza a bajar es porque lo mejor ya está registrado.
¿Qué le permite expresar el hiperrealismo que no logran otros estilos o movimientos artísticos?
El hiperrealismo me permite registrar mis años de estudio, mi límite real (mostrando lo que mis ojos pueden ver) de una realidad sin límites. Por ejemplo, la evolución de la cámara, que ha ido mejorando con el tiempo.
¿En qué piensa cuando pinta?
Cuando estoy concentrado pienso en todo, excepto en lo que estoy pintando.
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¿Cómo ha desarrollado su estilo de pintura?
Cometiendo muchos errores, todos los días.
¿Por qué cree que es importante tener un movimiento como el hiperrealismo en el mundo del arte?
Porque es una batalla interminable, un desafío constante para nuestros ojos. Trabajando nuestra percepción de colores y formas, además de nuestra falta de coordinación motriz. Cuanto más podemos ver, mayores son los errores que vemos. Cuando miro hacia atrás a las pinturas que hice hace años, veo lo ciego que estaba.
¿Qué es el arte para usted?
Para mí, el arte es todo lo que provoca una reacción. Pero que sea arte no significa que sea bueno.
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¿Cuál espera que sea su legado?
Fomentar la nueva generación de artistas. Demostrar que es posible vivir del arte. Que Brasil no puede ser solo fútbol y carnaval. Tenemos que explorar nuevos talentos en nuevas áreas.
¿Cuál ha sido uno de los momentos favoritos de su carrera?
A los 20 años, dejé el campo y decidí vivir del arte en la capital paulista. El primer día me encontré con un artista fantástico, no recuerdo el nombre, que hacía un trabajo mucho mejor que el mío. Volví a casa a estudiar más.
¿Qué desafíos ha encontrado al realizar una obra hiperrealista?
Mi reto es pintar un nivel de hiperrealismo que nadie ha pintado nunca y me voy a morir en el intento.
Usted también ha hecho talleres alrededor del mundo, ¿qué es lo más valioso que ha aprendido en estas experiencias?
Que el mundo está rodeado de gente con talento y que la mayoría acaba desistiendo a mitad de camino. Aprendí que el talento, sin esfuerzo y dedicación, no llega lejos. Esa “suerte” aumenta con el tiempo, con las décadas.
¿Cómo se puede interpretar el mundo y nuestra realidad a través del hiperrealismo?
Esta es una pregunta que no sé cómo responder. Pinto de adentro hacia afuera. Muy lejos de esta conexión global. Solo quiero trabajar en mis desafíos personales.