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La muestra “Desde Adentro” recoge 52 obras de 54 pacientes psiquiátricos del sistema penitenciario de la Ciudad de México y abre el panorama del mundo artístico a la vez que muestra el valor de esta disciplina.
“El arte por sí mismo es como una especie de salida que no tiene que estar reglamentada, las reglas las ponen ellas y ellos”, compartió en entrevista Ricardo Caballero, artista que desde hace dos décadas conduce dos talleres de arte dirigidos a pacientes psiquiátricos que se encuentran en reclusión en la capital mexicana y que condujo la exposición en colaboración con el Museo del Objeto del Objeto (MODO), donde estará abierta al público hasta el 18 de septiembre.
Las obras expuestas reflejan años de trabajo artístico, pero también personal en el que los pacientes, de manera colectiva pero también individual, exploraron temas variados e inquietudes para ellos fundamentales.
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Las diferentes manifestaciones artísticas como pinturas, dibujos, ‘collages’ y textiles que integran la exposición, hacen una reflexión en torno a numerosos temas tan importantes como la salud mental, el medicamento administrado y regulado, los espacios que se habitan o lugares donde se reside, entendidos estos como la vivienda, el hogar o el refugio.
La muestra consta de una retrospectiva y una lección inaugural. “En las salas 1 y 2 vemos el ‘Informe de sí’, donde reflexionan acerca de sí mismos, y en la parte superior del museo está la retrospectiva en sí, que se llama ‘Desde Adentro’ y que comprende cuatro ejercicios previos a la pandemia y que está distribuido en todas las salas.
En las salas del MODO pueden verse múltiples materiales, colores radiantes, pero también obras en blanco y negro, objetos intervenidos, fotografías, ‘collages’ y también objetos pertenecientes al acervo del museo que interactúan con la exposición.
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Para Caballero, esta muestra es muy importante por ser la primera “después” de la pandemia y porque recoge muchos años de trabajo en los que, aseguró, él ha sido el que más ha aprendido.
“Siempre que voy a la actividad todo se renueva, todos los días aprendo algo nuevo, aprendo algo en la manera en la que uno debe dirigirse a este tipo de personas. (...) Es como una fuente inagotable de conocimiento para mí. Creen que les enseño algo, pero yo simplemente voy a aprender todos los días que asisto”, sentenció el artista, quien consideró que con estos talleres de alguna manera se cierra el círculo de su formación artística y psicológica.
Además, dijo, su figura ha ido cobrando importancia con el tiempo en los talleres al conocer mejor el funcionamiento y las necesidades de sus alumnos, pues ha aprendido a actuar como un comisario o un gestor que trata de darle sentido a las obras para que todo el mundo las pueda llegar a comprender.
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Aunque, terminó, “el relato ayuda mucho, pero también hay que permitir que las piezas hablen por sí mismas”.