Astrolabio marítimo. Alonso de Chávez, Espejo de los Navegantes, 1537.
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Es frecuente que los historiadores expliquemos los acontecimientos del pasado como asuntos puramente humanos y que hagamos de los intereses de personajes poderosos el motor de la historia. No obstante, hemos aprendido a reconocer que el poder no se reduce a los caprichos o intenciones de monarcas o tiranos y que el devenir de la historia es el resultado de complejas redes e interacciones entre los humanos, el mundo natural y los artefactos. Las personas interactuamos con muchos otros actores que no son humanos: la naturaleza, los bienes...
Por Mauricio Nieto Olarte
Mauricio Nieto Olarte es filósofo de la Universidad de los Andes y doctor en Historia de las Ciencias de la Universidad de Londres.