El 30 de septiembre de 2009, el Carnaval de Negros y Blancos fue incluido en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Foto: JOHAN LOPEZ - JOHAN LOPEZ
Lina Montero no estaba buscando convertirse en bailarina, pero cuando su cuerpo empezó a moverse al ritmo de la música, entendió que esa era la oportunidad que la vida le ofrecía para sentirse más liviana y cómoda. Este sentimiento creció aún más cuando comenzó a danzar los ritmos tradicionales de su tierra.
Los sonidos y los bailes del suroeste del país le abrieron un camino hacia sus raíces y ancestros. Descubrió que cada elemento de una coreografía estaba precedido por una historia que le pertenecía, que se conectaba con su deseo de...
Por Samuel Sosa Velandia
Comunicador social y periodista de la Universidad Externado de Colombia. Apasionado por las historias entrelazadas con la cultura, los movimientos sociales y artísticos contemporáneos y la diversidad sexual. Además, bailarín de danza folclórica en formación.@sasasosavssosa@elespectador.com