Foto: Andres Carom
“Esto sucedió una vez, no se necesita saber cuándo, dónde sí, dónde no”, es la única certeza que ofrece el prólogo de la ópera El castillo de Barbazul, de Béla Bartók, antes de cerrar con una invitación que deja a la audiencia con oídos abiertos a los sucesos que están por desenvolverse: “La cortina de nuestros párpados está abierta de par en par, disfruten hasta que vuelva a caer”.
Por Andrea Jaramillo Caro
Periodista y gestora editorial de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en temas de artes visuales e historia del arte. Se vinculó como practicante en septiembre de 2021 y en enero de 2022 fue contratada como periodista de la sección de Cultura.@Andreajc1406ajaramillo@elespectador.com
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