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                                                                                                                                El coronavirus y el periodismo

                                                                                                                                Todo lo que no se pueda verificar, no existe. Este principio periodístico entra en conflicto con la velocidad de las redes sociales. En este texto, algunas reflexiones sobre el oficio del periodismo en estos tiempos de coronavirus.

                                                                                                                                Jorge Espinosa / especial para El Espectador

                                                                                                                                En tiempos de coronavirus, queremos toda la información y la queremos ya, inmediatamente, sin demoras... La buena información requiere una pausa. / El Espectador / Gustavo Torrijos
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Dudas como: ¿Qué es un coronavirus? ¿Por qué se denomina así? ¿De dónde viene y cómo surgió? ¿Qué letalidad puede tener y qué tan contagioso puede llegar a ser? ¿Cómo lo tratamos? ¿Hay vacunas? ¿Hay tratamientos que reduzcan su mortalidad? ¿Qué tan confiable es la prueba? ¿Qué población es más vulnerable? ¿Qué pasa con las embarazadas? ¿Afecta a los niños menos que a los adultos mayores? ¿Por qué? ¿Por qué en Italia hay miles de muertos y en Alemania no? ¿Qué hacemos para protegernos? El ejercicio periodístico responsable requiere, antes de salir a advertir y a explicar lo que no entiende (que no lo sabe con certeza ni la ciencia todavía), preguntar estas cosas a múltiples expertos en distintas áreas de la medicina. También a médicas y enfermeros que ya lo están enfrentando en el terreno, en las salas de emergencia que colapsan en Italia y en España.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Pero el tiempo no es una virtud que se aprecie en la velocidad de las redes sociales. Queremos toda la información y la queremos ya, inmediatamente, sin demoras. En WhatsApp, por ejemplo, circuló masivamente un testimonio desgarrador de quien parecía una doctora en España que contaba, con precisión y detalle, el infierno que vivían en los hospitales tratando de contener la enfermedad. Llegó a mi celular porque mi papá, que es médico, me lo envió junto a un mensaje, escrito por él, que decía: “Si esto es cierto, estamos en un lío ni el tremendo”. Después de oírlo pregunté quién era la persona que hablaba, y en el noticiero radial en el que trabajo tratamos de buscar a la doctora, de encontrar su nombre, su lugar de residencia y su teléfono para pedirle una entrevista. El productor general, un tipo serio y con mucha experiencia, le preguntó al doctor al que ella le enviaba el mensaje si conocía a quien hablaba. Respondió que “no conocía el audio”, pero que era importante valorar lo que decía y aprender de ello.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                No caigamos en falsas equivalencias. Entrevistar a cualquier “experto” que afirma con cara de serio que el coronavirus es un invento macabro en un laboratorio oculto bajo tierra y que Bill Gates lo predijo antes de que ocurriera puede ser muy popular en redes y generar muchos likes, pero no es periodismo. Es propaganda barata y peligrosa. Y no reproducirlo no hace parte de una conspiración internacional que incluye en su nómina a crueles y desalmados periodistas colombianos.

                                                                                                                                (Le puede interesar: Información falsa tiene impacto negativo en velocidad de reacción ante coronavirus: Cruz Roja)

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Hay, claro que sí, errores en el cubrimiento, y se explican, en general, por la falta de preparación de las redacciones, en este y en otros temas especializados. Y es un problema mundial. Recordemos el titular de la prestigiosa revista Time sobre oler pedos y prevenir el cáncer, probablemente el peor y más mentiroso texto en la historia de la publicación. Los estudios científicos, tendremos que aprenderlo a la fuerza --y este parece ser un buen momento-- no se pueden usar como clickbaits de incautos y perezosos. Es un irrespeto peligroso a la ciencia, al periodismo y a los lectores. Y es una fuente más del desprestigio crónico que padecemos los periodistas.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Cuando está en juego la salud de millones de personas, es preferible pecar por precaución que por “culiprontismo” informativo. Decir, como dijo algún noticiero local, que China ya tenía la vacuna es irresponsable y es falso. Reproducir contenidos sin verificación científica puede producir pánico o relajamiento excesivo. Ni el coronavirus es una “gripita” cualquiera, ni se puede establecer todavía cuál será su mortalidad. Nunca como ahora hemos necesitado tanta rigurosidad con cada palabra escrita y cada palabra dicha. Tenemos la doble función de contrastar y depurar la enorme cantidad de información que circula, y de transmitir de la manera más simple y confiable posible las respuestas que la gente necesita. Además de la disciplina en la cuarentena, combatir este coronavirus requiere información pausada, contrastada y verificada. Todo lo demás es tan peligroso como el virus mismo.

                                                                                                                                @espinosaradio

                                                                                                                                En tiempos de coronavirus, queremos toda la información y la queremos ya, inmediatamente, sin demoras... La buena información requiere una pausa. / El Espectador / Gustavo Torrijos
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Dudas como: ¿Qué es un coronavirus? ¿Por qué se denomina así? ¿De dónde viene y cómo surgió? ¿Qué letalidad puede tener y qué tan contagioso puede llegar a ser? ¿Cómo lo tratamos? ¿Hay vacunas? ¿Hay tratamientos que reduzcan su mortalidad? ¿Qué tan confiable es la prueba? ¿Qué población es más vulnerable? ¿Qué pasa con las embarazadas? ¿Afecta a los niños menos que a los adultos mayores? ¿Por qué? ¿Por qué en Italia hay miles de muertos y en Alemania no? ¿Qué hacemos para protegernos? El ejercicio periodístico responsable requiere, antes de salir a advertir y a explicar lo que no entiende (que no lo sabe con certeza ni la ciencia todavía), preguntar estas cosas a múltiples expertos en distintas áreas de la medicina. También a médicas y enfermeros que ya lo están enfrentando en el terreno, en las salas de emergencia que colapsan en Italia y en España.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                (También puede leer: El peligroso experimento con el que los ingleses intentaron atajar al coronavirus)

                                                                                                                                Pero el tiempo no es una virtud que se aprecie en la velocidad de las redes sociales. Queremos toda la información y la queremos ya, inmediatamente, sin demoras. En WhatsApp, por ejemplo, circuló masivamente un testimonio desgarrador de quien parecía una doctora en España que contaba, con precisión y detalle, el infierno que vivían en los hospitales tratando de contener la enfermedad. Llegó a mi celular porque mi papá, que es médico, me lo envió junto a un mensaje, escrito por él, que decía: “Si esto es cierto, estamos en un lío ni el tremendo”. Después de oírlo pregunté quién era la persona que hablaba, y en el noticiero radial en el que trabajo tratamos de buscar a la doctora, de encontrar su nombre, su lugar de residencia y su teléfono para pedirle una entrevista. El productor general, un tipo serio y con mucha experiencia, le preguntó al doctor al que ella le enviaba el mensaje si conocía a quien hablaba. Respondió que “no conocía el audio”, pero que era importante valorar lo que decía y aprender de ello.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                No caigamos en falsas equivalencias. Entrevistar a cualquier “experto” que afirma con cara de serio que el coronavirus es un invento macabro en un laboratorio oculto bajo tierra y que Bill Gates lo predijo antes de que ocurriera puede ser muy popular en redes y generar muchos likes, pero no es periodismo. Es propaganda barata y peligrosa. Y no reproducirlo no hace parte de una conspiración internacional que incluye en su nómina a crueles y desalmados periodistas colombianos.

                                                                                                                                (Le puede interesar: Información falsa tiene impacto negativo en velocidad de reacción ante coronavirus: Cruz Roja)

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Cuando está en juego la salud de millones de personas, es preferible pecar por precaución que por “culiprontismo” informativo. Decir, como dijo algún noticiero local, que China ya tenía la vacuna es irresponsable y es falso. Reproducir contenidos sin verificación científica puede producir pánico o relajamiento excesivo. Ni el coronavirus es una “gripita” cualquiera, ni se puede establecer todavía cuál será su mortalidad. Nunca como ahora hemos necesitado tanta rigurosidad con cada palabra escrita y cada palabra dicha. Tenemos la doble función de contrastar y depurar la enorme cantidad de información que circula, y de transmitir de la manera más simple y confiable posible las respuestas que la gente necesita. Además de la disciplina en la cuarentena, combatir este coronavirus requiere información pausada, contrastada y verificada. Todo lo demás es tan peligroso como el virus mismo.

                                                                                                                                @espinosaradio

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                                                                                                                                Ver todas las noticias
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