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                                                                                                                                El defensor central de la redacción

                                                                                                                                El miércoles 16 de noviembre Fidel Cano Correa, director de este diario, recibió el Premio Simón Bolívar a la Vida y Obra. Luego de ser galardonado en 2006 con el premio a Periodista del Año, hoy se reconoce su trayectoria y compromiso con el oficio.

                                                                                                                                Jorge Cardona

                                                                                                                                Editor General
                                                                                                                                Fidel Cano Correa es el director del periódico El Espectador desde el año 2004.
                                                                                                                                Foto: @ Juan Esteban Duque - Juan Esteban Duque
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Corría el año 2004 y entre trasnochos y chiviadas, desde su regreso al diario en calidad de editor general habían transcurrido 45 meses. Se cumplió, de paso, un vaticinio más longevo, el de quienes lo vieron partir a Estados Unidos a principio de los años 90 y lo conocían desde niño vendiendo El Fideloncito, que revelaba secretos. Algún día iba a volver. Lo hizo en un momento de zozobra y borrasca. De forzosa transición a semanario con la gente en shock. De dos ediciones diarias a una los domingos y la mitad de la redacción buscando trabajo.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Le invitamos a leer: Los legados de Beatriz González

                                                                                                                                Muchos momentos para calibrar al país y sus enardecidas emociones, pero también para probar que se juega en la cancha como se vive. Y semana a semana, quienes lo han enfrentado o lo han visto en pantaloneta y guayos en el terreno de juego saben a lo que se atienen. Un defensor del corte Ruggeri, seguro, pero sin delicadezas y ordenando: “Afuera”. Y todos a provocar el fuera de lugar con la misma insistencia de causarlo a los corruptos y violentos desde el periodismo. O de repente delantero, forcejeando con los rivales, como en el río revuelto de las noticias rebuscando un gol.

                                                                                                                                Fue periodista deportivo y sabe que la vida es una baraja de victorias y derrotas, y que una semana serena es empate. Las primeras se gozan en público, las segundas se expían en privado. Y ante una redacción variopinta que rivaliza en colores, su polo a tierra es rojo santafereño sin joder a nadie, pero con la camiseta puesta cerrando la edición antes de salir al estadio. Sintonizado con el partido, pero conectado al corazón de El Espectador y sus arterias, con su infaltable insistencia: llamar a los aludidos y dar crédito a todo periódico, estación radial, portal, persona o canal que lo solicite o merezca.

                                                                                                                                "El periodismo es coraje y es una condición que Fidel Cano honra desde su silencio".
                                                                                                                                Foto: @ Juan Esteban Duque - Juan Esteban Duque
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Como tesoros del diario, en una época se coleccionaban las frases de antología de los reporteros lo mismo que los primeros párrafos memorables, plenos de poesía y rebusque. Ahora semanalmente él se encarga de evidenciar que el periodismo se equivoca a diario, pero constituye un torrente de vida para una nación libre. No importa si un fiscal llega pechando como bravucón de barrio, los funcionarios llamen indignados o los generales se aparezcan entre nubes de escoltas a defender lo indefendible. El periodismo es coraje y es una condición que Fidel Cano honra desde su silencio.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En él caben los colegas de ayer y de hoy, que reconocen desde sus desvelos hasta sus cabezazos. Y como no le gusta bailar ni dejarse envolver entre hojas de lisonjas, quienes lo abordan con mininas intenciones a interrumpir su rumba deben saber que los decibeles de su goce lo vuelven un afilado repentista de guillotina burletera. Después se impone el anfitrión y su repertorio de recuerdos de generosa trastienda. De esas horas de tercer tiempo que también nos protegen para la vida en el cuentagotas del destino, quedan vibrantes gestos de amistad que agradecemos complacidos.

                                                                                                                                Le puede interesar: En vivo: ceremonia Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar

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                                                                                                                                Foto: @ Juan Esteban Duque - Juan Esteban Duque
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Corría el año 2004 y entre trasnochos y chiviadas, desde su regreso al diario en calidad de editor general habían transcurrido 45 meses. Se cumplió, de paso, un vaticinio más longevo, el de quienes lo vieron partir a Estados Unidos a principio de los años 90 y lo conocían desde niño vendiendo El Fideloncito, que revelaba secretos. Algún día iba a volver. Lo hizo en un momento de zozobra y borrasca. De forzosa transición a semanario con la gente en shock. De dos ediciones diarias a una los domingos y la mitad de la redacción buscando trabajo.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Fue periodista deportivo y sabe que la vida es una baraja de victorias y derrotas, y que una semana serena es empate. Las primeras se gozan en público, las segundas se expían en privado. Y ante una redacción variopinta que rivaliza en colores, su polo a tierra es rojo santafereño sin joder a nadie, pero con la camiseta puesta cerrando la edición antes de salir al estadio. Sintonizado con el partido, pero conectado al corazón de El Espectador y sus arterias, con su infaltable insistencia: llamar a los aludidos y dar crédito a todo periódico, estación radial, portal, persona o canal que lo solicite o merezca.

                                                                                                                                "El periodismo es coraje y es una condición que Fidel Cano honra desde su silencio".
                                                                                                                                Foto: @ Juan Esteban Duque - Juan Esteban Duque
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Editor general de El Espectador desde 2005. Previamente fue jefe de redacción, editor de la Unidad de Paz, así como editor y redactor judicial. En 2006 recibió la distinción a un Editor, concedida por la Fundación Gabo, y en 2020 premio a Vida y Obra del Premio Simón Bolívar. Catedrático universitario desde hace 30 años.jecardona@elespectador.com
                                                                                                                                Ver todas las noticias
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