“El dibujo es el hilo que une la mente con la materia”: Carlos Guerrero
Hasta el 4 de marzo se presentan en Adrián Ibáñez Galería las obras participantes del Salón Nacional de Dibujo, que desde 1995 realiza la Academia de Artes Guerrero, encabezada por Carlos Guerrero.
Andrea Jaramillo Caro
¿Cómo y cuándo surgió la idea de este Salón Nacional de Dibujo?
El Salón Nacional de Dibujo es una convocatoria abierta nacional que realiza la Academia de Artes Guerrero y se ha hecho durante 37 años. En esta ocasión lo que encontramos es que la exposición de dibujo y pintura que tenemos en Adrián Ibáñez Galería viene de una reflexión que hacemos frente a lo que está sucediendo con las prácticas artísticas en Colombia y en el mundo, en donde las técnicas fundamentales del arte han venido desapareciendo de los de los currículos de las universidades e instituciones de arte. Un procedimiento fundamental en la plástica, como el dibujo, ha venido siendo relegado un poco por las dinámicas de formación a escala nacional y mundial. El interés ha sido encontrar cómo rescatar y apoyar artistas colombianos que estén desarrollando su propuesta desde la línea, desde el tono, y que estén generando una reflexión contemporánea a través de esos medios que son tradicionales del arte.
¿Hay alguna línea o tema que lidere la discusión?
Las convocatorias que generamos permiten que cada artista presente su propuesta a partir del proyecto que viene desarrollando. No hay una temática que una todos los trabajos, sino aquí el hilo conductor es el dibujo, como herramienta de construcción de pensamiento. Bajo ese parámetro, cada artista lo que hace es inscribir las obras que tiene en su taller de dibujo y que considera tienen una proyección artística lo suficientemente fuerte como para ser eventualmente seleccionadas en un concurso. No nos interesa tanto que el artista trabaje sobre una temática, nos interesa ver cómo el dibujo atraviesa a muchos artistas y se convierte en una herramienta de comunicación efectiva para ese artista contemporáneo.
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¿Con qué parámetros eligieron a los artistas participantes?
Cuando uno se enfrenta a todo el tema de jurados y de selección de obras, hay artistas con diferentes tipos de experiencia en el medio y a los jurados se les entrega solo el material digital sin nombres ni hojas de vida. A través del resultado que proponen en la obra, cada artista toma unas decisiones sobre esa preselección que hace de manera individual cada jurado; luego es comparada y revisan cuáles obras han tenido la suficiente fuerza en los tres para convertirse en el salón que tenemos ahora. En este momento tenemos en exposición 51 obras de 51 artistas de todo el país.
Para usted, ¿cuál es la importancia del dibujo?
El dibujo, por un lado, a través de la historia ha sido la herramienta básica, fundamental, que el ser humano ha encontrado para traducir de manera gráfica sus pensamientos, sus sensaciones, las formas que encuentra frente a sus ojos. El dibujo realmente se convierte en ese hilo que une la mente con la materia. Es ese estímulo primario básico fundamental a través del cual todos nos expresamos, desde la servilleta que tomamos en una cafetería para hacer un pequeño “sketch” hasta la elaboración de piezas de arte de gran nivel. Uno encuentra cómo a través de la historia del arte el dibujo ha tenido diferentes funciones. Por un lado, en cuanto a “sketch”, de bocetación de obras de mayor nivel o envergadura, es muy importante ver cómo muchos artistas de todos los tiempos han utilizado el dibujo como una herramienta preparatoria de los trabajos finales que van a ser en otras técnicas, pero a partir del siglo pasado el dibujo se ha convertido en una herramienta además para producir obra finalizada. Y a escala mundial hay una gran cantidad de producción en plástica que se hace básicamente sobre un papel y con un lápiz. En general, pensamos en técnicas secas como el carboncillo, el lapigrafito, el pastel seco, la sanguina, la sepia, pero también en técnicas mixtas donde tú puedes intervenir con color o pintura y tener la intervención de la línea. Para mí, como artista y dibujante, el dibujo es fundamental y hace parte de esa relación que establezco con el mundo y es ese conducto mediante el cual me comunico con lo más profundo de lo que soy a través de ese impulso que se genera sobre el lápiz y produce la imagen que finalmente sale en el papel.
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¿Cómo se conjuga esta definición que da del dibujo con lo digital?
La diferencia en lo digital frente al dibujo análogo se encuentra en que simplemente es una herramienta. Ahora tenemos tabletas digitales que tienen un lápiz que permite que ese impulso interno quede registrado en archivos, en códigos, en un ordenador. Un muy buen dibujante análogo es un muy buen dibujante digital. Lo único que cambia es la herramienta. Para mí, lo digital, al igual que otras técnicas, es el medio, es una herramienta a través de la cual yo me expreso.
¿Cómo nos ha acompañado el dibujo en el arte colombiano?
Uno de los recuerdos más bellos que tenemos son los dibujos que se hacían en el barroco nuestro, en lo que sería la Conquista y posteriormente la influencia que tiene Europa en países como el nuestro y tenemos artistas de inicios del siglo XIX que desarrollaron ejercicios de dibujo muy bellos, pero no como una pieza finalizada. Fue en el siglo pasado con artistas como Óscar Muñoz en Cali, Botero, Ramírez Villamizar, que empiezan a encontrar en el dibujo una nueva manera de explorar y enfrentarse no solamente a una pieza tridimensional o a una pintura, sino también a una obra gráfica. Es muy cercano y es un trabajo constante, el del dibujante con el grabado y el grabado en nuestro país ha tenido momentos muy importantes.
¿Cómo ve el panorama del dibujo y la enseñanza de este en Colombia?
Es aterradora porque varias universidades han quitado la materia de dibujo del pensum de artes plásticas y para mí eso es un exabrupto. Eso ha pasado aquí en el país, sobre todo en los últimos años, por una oleada que venía de Estados Unidos y Europa, donde cambiaron los pensums porque se dieron cuenta de que el artista requiere trabajar con la materia, trabajar con la esencia fundamental del arte que es la construcción de un objeto en el que obviamente es muy importante, el concepto y la teoría es parte esencial de ese resultado. Pero finalmente ese concepto se ve a través de la materialización que yo hago del pensamiento en una superficie bidimensional o tridimensional y eso requiere algo que a veces a los artistas o a los docentes contemporáneos les duele mucho pronunciar que es la palabra oficio. El oficio es esa calidad que tú tienes, esa experticia que tienes en el desarrollo de un objeto y eso pasa porque a veces eso linda con la artesanía, se siente que trabajar un oficio es algo artesanal y el artista no está para eso. Nuestra mirada es que, por el contrario, ese conocimiento técnico, sumado a un profundo sentido frente a lo que yo quiero comunicar, frente a lo que yo pienso y a lo que yo quiero construir como imagen, se tienen que unir en una sola para obtener una obra artística de gran calidad.
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¿Qué se puede transmitir a través del dibujo?
Es una respuesta amplia, a través del dibujo se puede transmitir la vida misma. Es decir, es tan amplio lo que el dibujo da como herramienta de comunicación que puedes transmitir la vida misma. El dibujo te da la posibilidad de que además sea inmediato y directo, que sea rápido y eficiente, que sea intuitivo y que sea íntimo. El dibujo es la esencia de los procesos de creación de la imagen, es lo más limpio que hay frente a la propuesta, creo y que esa es la magia del dibujo y ese encuentro en silencio del artista con la línea, con la mancha y de sus sentimientos sobre el papel.
¿Cómo y cuándo surgió la idea de este Salón Nacional de Dibujo?
El Salón Nacional de Dibujo es una convocatoria abierta nacional que realiza la Academia de Artes Guerrero y se ha hecho durante 37 años. En esta ocasión lo que encontramos es que la exposición de dibujo y pintura que tenemos en Adrián Ibáñez Galería viene de una reflexión que hacemos frente a lo que está sucediendo con las prácticas artísticas en Colombia y en el mundo, en donde las técnicas fundamentales del arte han venido desapareciendo de los de los currículos de las universidades e instituciones de arte. Un procedimiento fundamental en la plástica, como el dibujo, ha venido siendo relegado un poco por las dinámicas de formación a escala nacional y mundial. El interés ha sido encontrar cómo rescatar y apoyar artistas colombianos que estén desarrollando su propuesta desde la línea, desde el tono, y que estén generando una reflexión contemporánea a través de esos medios que son tradicionales del arte.
¿Hay alguna línea o tema que lidere la discusión?
Las convocatorias que generamos permiten que cada artista presente su propuesta a partir del proyecto que viene desarrollando. No hay una temática que una todos los trabajos, sino aquí el hilo conductor es el dibujo, como herramienta de construcción de pensamiento. Bajo ese parámetro, cada artista lo que hace es inscribir las obras que tiene en su taller de dibujo y que considera tienen una proyección artística lo suficientemente fuerte como para ser eventualmente seleccionadas en un concurso. No nos interesa tanto que el artista trabaje sobre una temática, nos interesa ver cómo el dibujo atraviesa a muchos artistas y se convierte en una herramienta de comunicación efectiva para ese artista contemporáneo.
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¿Con qué parámetros eligieron a los artistas participantes?
Cuando uno se enfrenta a todo el tema de jurados y de selección de obras, hay artistas con diferentes tipos de experiencia en el medio y a los jurados se les entrega solo el material digital sin nombres ni hojas de vida. A través del resultado que proponen en la obra, cada artista toma unas decisiones sobre esa preselección que hace de manera individual cada jurado; luego es comparada y revisan cuáles obras han tenido la suficiente fuerza en los tres para convertirse en el salón que tenemos ahora. En este momento tenemos en exposición 51 obras de 51 artistas de todo el país.
Para usted, ¿cuál es la importancia del dibujo?
El dibujo, por un lado, a través de la historia ha sido la herramienta básica, fundamental, que el ser humano ha encontrado para traducir de manera gráfica sus pensamientos, sus sensaciones, las formas que encuentra frente a sus ojos. El dibujo realmente se convierte en ese hilo que une la mente con la materia. Es ese estímulo primario básico fundamental a través del cual todos nos expresamos, desde la servilleta que tomamos en una cafetería para hacer un pequeño “sketch” hasta la elaboración de piezas de arte de gran nivel. Uno encuentra cómo a través de la historia del arte el dibujo ha tenido diferentes funciones. Por un lado, en cuanto a “sketch”, de bocetación de obras de mayor nivel o envergadura, es muy importante ver cómo muchos artistas de todos los tiempos han utilizado el dibujo como una herramienta preparatoria de los trabajos finales que van a ser en otras técnicas, pero a partir del siglo pasado el dibujo se ha convertido en una herramienta además para producir obra finalizada. Y a escala mundial hay una gran cantidad de producción en plástica que se hace básicamente sobre un papel y con un lápiz. En general, pensamos en técnicas secas como el carboncillo, el lapigrafito, el pastel seco, la sanguina, la sepia, pero también en técnicas mixtas donde tú puedes intervenir con color o pintura y tener la intervención de la línea. Para mí, como artista y dibujante, el dibujo es fundamental y hace parte de esa relación que establezco con el mundo y es ese conducto mediante el cual me comunico con lo más profundo de lo que soy a través de ese impulso que se genera sobre el lápiz y produce la imagen que finalmente sale en el papel.
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¿Cómo se conjuga esta definición que da del dibujo con lo digital?
La diferencia en lo digital frente al dibujo análogo se encuentra en que simplemente es una herramienta. Ahora tenemos tabletas digitales que tienen un lápiz que permite que ese impulso interno quede registrado en archivos, en códigos, en un ordenador. Un muy buen dibujante análogo es un muy buen dibujante digital. Lo único que cambia es la herramienta. Para mí, lo digital, al igual que otras técnicas, es el medio, es una herramienta a través de la cual yo me expreso.
¿Cómo nos ha acompañado el dibujo en el arte colombiano?
Uno de los recuerdos más bellos que tenemos son los dibujos que se hacían en el barroco nuestro, en lo que sería la Conquista y posteriormente la influencia que tiene Europa en países como el nuestro y tenemos artistas de inicios del siglo XIX que desarrollaron ejercicios de dibujo muy bellos, pero no como una pieza finalizada. Fue en el siglo pasado con artistas como Óscar Muñoz en Cali, Botero, Ramírez Villamizar, que empiezan a encontrar en el dibujo una nueva manera de explorar y enfrentarse no solamente a una pieza tridimensional o a una pintura, sino también a una obra gráfica. Es muy cercano y es un trabajo constante, el del dibujante con el grabado y el grabado en nuestro país ha tenido momentos muy importantes.
¿Cómo ve el panorama del dibujo y la enseñanza de este en Colombia?
Es aterradora porque varias universidades han quitado la materia de dibujo del pensum de artes plásticas y para mí eso es un exabrupto. Eso ha pasado aquí en el país, sobre todo en los últimos años, por una oleada que venía de Estados Unidos y Europa, donde cambiaron los pensums porque se dieron cuenta de que el artista requiere trabajar con la materia, trabajar con la esencia fundamental del arte que es la construcción de un objeto en el que obviamente es muy importante, el concepto y la teoría es parte esencial de ese resultado. Pero finalmente ese concepto se ve a través de la materialización que yo hago del pensamiento en una superficie bidimensional o tridimensional y eso requiere algo que a veces a los artistas o a los docentes contemporáneos les duele mucho pronunciar que es la palabra oficio. El oficio es esa calidad que tú tienes, esa experticia que tienes en el desarrollo de un objeto y eso pasa porque a veces eso linda con la artesanía, se siente que trabajar un oficio es algo artesanal y el artista no está para eso. Nuestra mirada es que, por el contrario, ese conocimiento técnico, sumado a un profundo sentido frente a lo que yo quiero comunicar, frente a lo que yo pienso y a lo que yo quiero construir como imagen, se tienen que unir en una sola para obtener una obra artística de gran calidad.
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¿Qué se puede transmitir a través del dibujo?
Es una respuesta amplia, a través del dibujo se puede transmitir la vida misma. Es decir, es tan amplio lo que el dibujo da como herramienta de comunicación que puedes transmitir la vida misma. El dibujo te da la posibilidad de que además sea inmediato y directo, que sea rápido y eficiente, que sea intuitivo y que sea íntimo. El dibujo es la esencia de los procesos de creación de la imagen, es lo más limpio que hay frente a la propuesta, creo y que esa es la magia del dibujo y ese encuentro en silencio del artista con la línea, con la mancha y de sus sentimientos sobre el papel.