El patrimonio en la agenda de Juan David Correa
El patrimonio ha sido uno de los bastiones del actual Ministerio de las Culturas, que en cabeza de Juan David Correa, ha buscado transformar las narrativas y relaciones con este tipo de memoria. Sin embargo, para algunos expertos, los esfuerzos tienen que tener otros alcances, como en lo legislativo.
Samuel Sosa Velandia
A un año de su posesión como ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, Juan David Correa habló para El Espectador sobre lo que ha sido su gestión en esos 365 días. Uno de los aspectos que destacó fue la relevancia que se le ha dado al patrimonio en su cartera y en el Gobierno de Gustavo Petro.
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A un año de su posesión como ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, Juan David Correa habló para El Espectador sobre lo que ha sido su gestión en esos 365 días. Uno de los aspectos que destacó fue la relevancia que se le ha dado al patrimonio en su cartera y en el Gobierno de Gustavo Petro.
En esa entrevista, Correa no habló de una política puntual, sino que reflexionó sobre la relación que se ha dado entre el Estado y el patrimonio: “Estamos conversando con la gente y tendremos que plantear una serie de discusiones políticas para aprovisionar recursos”.
Más allá de formular leyes o medidas para proteger un elemento patrimonial, dijo que debería existir un compromiso por parte de las instituciones para que, realmente, se cumpla con lo que se promete. “Si decidimos como sociedad, a través de leyes, resoluciones o medidas, proteger un patrimonio, nos tenemos que comprometer todos en esa labor: los alcaldes, gobernadores y el mismo Estado deberán destinar los recursos y formas para su cuidado. Si eso no es así, ninguna de las cosas que pasan en el fondo se van a cumplir”, aseguró el ministro, quien desde su gestión se ha encargado de dotar de un alto valor político al patrimonio.
Alhena Caicedo, directora del ICANH, opinó que eso tiene que ver con un esfuerzo del ministro y la cartera, con el que se busca cambiar el paradigma sobre la cultura que se centra netamente en el espectáculo. “En este Gobierno se ha puesto un énfasis diferente en lo que tiene que ver con la valoración de los patrimonios. Se está abordando desde su dimensión política, que no tiene que ver con algo partidista o politiquero, sino que permite priorizar y visibilizar ciertas prácticas, manifestaciones y tradiciones que tienen una carga simbólica contundente. Esto garantiza la reproducción social y cultural de las poblaciones, pero, además, obliga a los Estados a perseverar, salvaguardar y propiciar la difusión de ese legado”. La funcionaria exaltó el trabajo que se ha hecho desde esta administración para amplificar las voces y expresiones de las diversas regiones del país.
Aunque varios expertos han reconocido ese acierto de apelar a las memorias que se apartaron de la historia oficial o hegemónica, también encuentran que hay casos en los que se evidencia una paradoja en ese modelo de horizontalidad. José Luis Socarrás, decano de la Facultad de Estudios de Patrimonio Cultural de la Universidad Externado, citó dos ejemplos que, para él, evidencian que algunas apuestas del Gobierno Nacional han sido “erráticas”.
“La declaratoria del Sombrero de Pizarro como Bien Patrimonial se dio bajo una denominación ambigua y sin que se haya existido una consulta previa a la ciudadanía, además de la falta de rigor técnico que ameritan estas declaratorias. Para mí, una declaración gubernamental que fue en contravía de lo que se acostumbraba en este gobierno. Lo mismo ocurre con el Monumento a la Resistencia, que está en tránsito de ser declarado patrimonio nacional, sin que sepamos a qué tipo de valores pueda asociarse esta manifestación”, puntualizó Socarrás, quien cuestionó la falta de consensos en cuanto a estos asuntos de lo patrimonial.
Una experta en patrimonio, quien prefirió no dar su nombre, también hizo referencia a la falta de participación que ha existido en cuanto a las discusiones sobre el patrimonio. Para ella, la divulgación de algunos proyectos no garantiza el debate, el cual asegura es necesario para así llegar a acciones concretas. “Para mí, el error en cuanto a lo patrimonial fue que muchas de las cosas que se ejecutaron no se hicieron con la participación del sector. Esa integración amplia de la que presumen no es cierta. Lo que se hizo fue un ejercicio de divulgación”, aseveró.
Para la fuente citada, estas acciones serían determinantes para la implementación de políticas públicas y demás acciones legislativas que blindarían muchos de los proyectos propuestos, pero que además permitirían la renovación de lo que ya está decretado. Entre las personas consultadas para la escritura de este texto, sobresalen dos preguntas que coinciden en términos de la Ley general de cultura: ¿cuál será el legado de Correa? ¿Habrá posibilidad de “trabajar sobre lo construido”? “Este era el momento de revisar y replantear la visión sobre el patrimonio, porque en este país hemos actuado sobre una perspectiva clásica y neoliberal, pero no sé si eso se logre. Es importante y necesario que el ministro haya centrado la conversación respecto al tema, pero se están dejando de lado las políticas públicas”. Asimismo, aseguró que en el ministerio sí se ha intentado trabajar en lo legislativo, pero esa no ha sido un asunto prioritario para Correa.
A esto se suma Socarrás, quien estuvo de acuerdo en que esta cartera es una de las que tiene grandes deudas en cuanto las acciones legislativas. Por ejemplo, se refirió a que no hubo mayores avances en lo que respecta a la Ley 1675 de 2013, que reglamenta lo relativo al Patrimonio Cultural Sumergido, a pesar de que hoy el Galeón San José es uno de los grandes proyectos de este mandato.
Ante la pregunta por el legado que dejará esta cartera sobre el patrimonio en términos legislativos, Caicedo se refirió a la reformulación que se está haciendo sobre la Ley General de Cultural y además señaló que, desde el ICANH, máxima autoridad patrimonial del país, se está desarrollando un trabajo para que la gente se relacione y se apropie de lo que representa este instituto para la nación. “Lo que hemos hecho hasta ahora es un proceso de regionalización para que el ICANH no sea visto como un lugar que está en Bogotá, sino que haya presencia en todo el territorio. Por eso estamos abriendo tres nuevas sedes en el país”, respondió la funcionaria.
El legado patrimonial
Tres de los grandes proyectos de la cartera que maneja los recursos para la cultura tienen todo que ver con el patrimonio: el Complejo Hospitalario de San Juan de Dios, el Galeón San José y el Tesoro Quimbaya.
Si bien estos tres proyectos no han estado únicamente en la agenda del actual gobierno, para esta administración ha sido una prioridad ahondar en su ejecución. De hecho, en la misma entrevista que se citó al inicio de esta nota, el ministro Correa aseguró que lo que han hecho con el Tesoro Quimbaya no es un capricho, sino que es el cumplimiento de lo que ya fue dictado por una sentencia de la Corte Constitucional, emitida en 2017. “La recuperación de la colección Quimbaya no es una lucha de Juan David Correa, es el cumplimiento de una decisión de la Corte, que se había pasado por alto”, dijo.
Sobre este caso: el 31 de mayo de este año, en un simposio que se desarrolló en Popayán, Correa prometió que se crearía un fondo de $1.200 millones de pesos para el Instituto Colombiano de Antropología e Historia. Esta medida es la primera acción tomada tras el envío de la carta en la que se solicitó al gobierno español la devolución de la colección Quimbaya. La iniciativa se desarrollará durante los próximos dos años y “saldrá adelante con respuesta positiva o negativa a la carta que enviamos. Es una decisión del Ministerio de las Culturas y, desde hoy, el ICANH tendrá que establecer cuál es la manera de fomentar esta investigación”, aseguró el ministro Correa.
Alhena Caicedo indicó que para este segundo semestre del año se encuentran desarrollando el proyecto para que se pueda implementar en 2025. “Consideramos que este es un gesto importante que no solo reconoce los esfuerzos diplomáticos y de relaciones exteriores, sino también los esfuerzos internos por transformar las narrativas sobre el patrimonio”. No obstante, para algunas personas del sector preocupa que con el anuncio del recorte presupuestal que atravesará el ministerio el siguiente año, no se pueda cumplir con lo prometido, como ha ocurrido con el Programa Nacional de Estímulos.
“En el ministerio hay un problema de planificación. El ministro no mide los recursos económicos y humanos, porque no se trata solo de tener la plata, sino la capacidad para ejecutarla. Eso no se ha medido bien y creo que este año ya se vieron los efectos de eso, y creo que el próximo año será peor”, reflexionó la experta en patrimonio, quien además dijo que este ministerio ha propuesto cosas, pero no ha explicado cómo se ejecutarán.
Bajo la misma idea, Socarrás comentó que hay una mala planeación sobre los recursos que se han destinado para otros proyectos como el Galeón San José. “Si bien hay avances, no resulta congruente la inversión de tal cantidad de recursos en un proyecto de caracterización, cuya intervención va a demandar más recursos. La salvaguarda del sitio arqueológico y su protección por parte de la Armada Nacional y el monitoreo constante son acciones más que suficientes”, aseveró.