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En una entrevista, sus codirectores, Aaron García del Real y Jennifer Margain, presentaron el festival y subrayaron la importancia de proyectar documentales de no ficción que, frecuentemente, escapan de las pantallas más comerciales.
“Lo que nos motiva mucho es la creación de experiencias”, reveló Margain, “y cuando hablamos de experiencias, implica, por ejemplo, el poder, después de ver una película, voltear y decirle qué te ha parecido, conversarlo con quien está al lado”.
Y, también, con las y los protagonistas que aparezcan en pantalla, en un ánimo de “acercar el mismo producto desde distintos lados” más allá de la proyección cinematográfica.
El Festival Internacional de Cine y Narrativas de No Ficción celebra su 12ª edición en distintos puntos de Querétaro, como la Cineteca Rosalío Solano, en la capital, Santiago de Querétaro, pero también en otras localidades, como Amealco de Bonfil.
Está integrado por un concurso, el Programa Chimal, y por ocho programas temáticos con hasta 76 documentales -61 mexicanos y 15 extranjeros-, además de diferentes actividades lúdicas.
Estos ocho ejes visibilizan documentales dirigidos por mujeres y que “se acercan a estas miradas femeninas o no del mundo”, como el “Programa FEM”, o producciones sobre “las historias de pueblos originarios” mexicanos y de otros países, como el “Programa de Cosmovisiones y Resistencias”.
Entre ellos, contará con la experiencia culinaria “Docs & Tonic”, que combinará la proyección de un documental con una cata de las “recetas favoritas de los familiares de las madres buscadoras”, algunas de las cuales también estarán presentes.
“Creemos que incentivar estos encuentros trasciende las mismas etiquetas (...) del documental, la ficción y la no ficción. Apoyamos al talento que quiere contar historias, punto”, zanjó García del Real.
Entre la oferta variada que trae DOQUMENTA este 2024 bajo la etiqueta “Mundos que nos conmueven”, destaca el “Programa Chimal”, un certamen de documentales que premia a los mejores producidos en México.
García del Real explicó que el nombre se inspira en una estructura de madera homónima que se construye “de manera comunitaria” en el municipio de Tolimán, en Querétaro, donde la ciudadanía “va aportando ofrendas” y, que, una vez terminada, se coloca sobre la fachada de la iglesia.
“Nosotros creemos que así es armar una película: es una labor colectiva, sumar los apoyos entre todos, desear que salga lo mejor”, sonríó.
El “Programa Chimal”, cuyo eje es la producción mexicana, cuenta, también, con una quincena de documentales internacionales, pero estos no participan en el certamen.
“En la convocatoria, recibimos cerca de 1.500 proyectos y, al final, (...) son 11 cortometrajes, ocho largometrajes, seis universitarios y seis queretanos que hablan de distintas realidades y, sobre todo, son realidades mucho más cercanas”, cifró Margain en la conferencia de presentación de DOQUMENTA.