El galeón San José y muchas preguntas por responder
El gobierno de Iván Duque reveló nuevas imágenes del naufragio, pero el país necesita saber quiénes, cómo, cuándo y a qué costo será rescatado.
Nelson Fredy Padilla Castro *
Son impactantes las imágenes reveladas ayer por el gobierno nacional sobre el naufragio del galeón San José y sus alrededores, cerca a las Islas del Rosario y a unos 600 metros de profundidad en el mar caribe colombiano. Sin embargo, como ha ocurrido durante los últimos 40 años, son más las preguntas que las certezas sobre el futuro de uno de los tesoros más importantes de la época de la colonia. (Vea las imágenes mostradas ayer por el presidente Iván Duque).
Desde noviembre de 2015, el gobierno de Juan Manuel Santos reveló las primeras imágenes de la embarcación de bandera española hundida por piratas ingleses el 8 de junio de 1708 y se anunció que seguía un proceso de instrospección arqueológica para el rescate de riquezas avaluadas en el Congreso Nacional hasta en diez mil millones de dólares, pero pasó el tiempo y el tema se quedó en las disputas legales por saber qué firma sería la encargada del proceso.
La primera pregunta es cuándo fueron tomadas las imágenes y qué especialistas están participando en el operativo, aparte de la Armada Nacional. Se sabe que en el país hay arqueólogos submarinos preparados para un hallazgo de este tipo, pero que no han sido vinculados al proceso porque siempre ha estado cubierto por la reserva. Universidades como la Nacional, Externado, Javeriana, la del Norte, por citar algunas, han hecho investigaciones sobre el patrimonio sumergido colombiano y están a la espera de ser convocadas. José Luis Socarrás, decano Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural del Externado, ironizó ayer en Twitter sobre los 40 años que llevan sucesivos gobiernos haciendo los mismos “históricos” anuncios sin ejecuciones definitivas.
Otra inquietud es qué empresa o empresas finalmente van a participar de la valoración y extracción científica de los restos, luego de que el gobierno de Iván Duque declarara desierta la licitación que se había abierto. Durante el gobierno de Santos se dio como hecho que la suiza-británica Maritime Archaeology Consultants (MAC) iba a ser la escogida, pues participó de los hallazgos de finales de 2015, pero no fue ratificada por la actual administración. En este sentido, surge la pregunta de qué otras multinacionales están interesadas o participando y cuál va a ser el papel del gobierno de España, que ha tenido contactos con el de Iván Duque para sumarse, teniendo en cuenta que el San José tenía bandera española y la mayoría de los cerca de 500 tripulantes muertos eran de esa nacionalidad.
En este punto hay que aclarar que Colombia no está obligada a nivel jurídico con España porque no es firmante de la Convención para el Patrimonio Sumergido de la Unesco, instancia que ha utilizado el país europeo para rescatar otros naufragios coloniales en otras regiones del planeta. El gobierno de Iván Duque ha insistido, también ayer, que su único interés es defender el patrimonio cultural sumergido como bien de los colombianos, que no es negociable y que debe ser conservado en sus totalidad para el conocimiento de nuestra historia.
También está la pregunta de cuáles son los equipos, submarinos, radares, cámaras, se supone, y a qué costo los ha adquirido el gobierno porque, como dijo ayer el presidente, han permitido establecer información más concreta del San José, de dos naufragios más, uno de otro galeón no identificado y otro de una goleta republicana tampoco identificada. Los comandantes de la Armada anunciaron al tiempo que ya tienen información de 13 casos similares en esa zona. ¿Cuáles son?
¿Cuándo y cómo se elaborará el primer mapa de galeones hundidos, su localización y su plan de conservación, como han venido reclamando investigadores desde hace décadas? Naufrólogos como el italiano Claudio Bonifacio han dicho a El Espectador, y este autor lo comprobó en el Archivo de Indias de Sevilla, que la información de los hundimientos y su localización está disponible allí y lo que se requiere es un plan de rescate y salvamento o de conservación in situ, no para decenas de naves coloniales sino para más de mil en todo el mar caribe colombiano, que era ruta obligada de los galeones que transportaban hacia Europa las riquezas saqueadas en América.
Uno de los principales problemas radica en el costo de este tipo de operaciones. La firma estadounidense Sea Search Armada, que aún alega derechos sobre el tesoro del San José a partir de un fallo de la Corte Suprema de Justicia de 2007 y que la declara descubridora, ofreció a los gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos empezar al rescate con una operación inicial calculada en 40 millones de dólares, pero sus propuestas no fueron oídas. Esto para que se hagan una idea de la inversión que implica un solo rescate.
Un informe con estas respuestas es lo mínimo que requiere la opinión pública antes de que termine el gobierno de Iván Duque para saber a qué atenernos antes de que llegue una nueva administración y una nueva política frente al tema. No podemos seguir a cuentagotas en un tema cultural tan importante.
* Autor del libro “El Galeón San José y otros tesoros, Relatos de intrigas y conspiraciones”, sello editorial Aguilar 2016.
Son impactantes las imágenes reveladas ayer por el gobierno nacional sobre el naufragio del galeón San José y sus alrededores, cerca a las Islas del Rosario y a unos 600 metros de profundidad en el mar caribe colombiano. Sin embargo, como ha ocurrido durante los últimos 40 años, son más las preguntas que las certezas sobre el futuro de uno de los tesoros más importantes de la época de la colonia. (Vea las imágenes mostradas ayer por el presidente Iván Duque).
Desde noviembre de 2015, el gobierno de Juan Manuel Santos reveló las primeras imágenes de la embarcación de bandera española hundida por piratas ingleses el 8 de junio de 1708 y se anunció que seguía un proceso de instrospección arqueológica para el rescate de riquezas avaluadas en el Congreso Nacional hasta en diez mil millones de dólares, pero pasó el tiempo y el tema se quedó en las disputas legales por saber qué firma sería la encargada del proceso.
La primera pregunta es cuándo fueron tomadas las imágenes y qué especialistas están participando en el operativo, aparte de la Armada Nacional. Se sabe que en el país hay arqueólogos submarinos preparados para un hallazgo de este tipo, pero que no han sido vinculados al proceso porque siempre ha estado cubierto por la reserva. Universidades como la Nacional, Externado, Javeriana, la del Norte, por citar algunas, han hecho investigaciones sobre el patrimonio sumergido colombiano y están a la espera de ser convocadas. José Luis Socarrás, decano Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural del Externado, ironizó ayer en Twitter sobre los 40 años que llevan sucesivos gobiernos haciendo los mismos “históricos” anuncios sin ejecuciones definitivas.
Otra inquietud es qué empresa o empresas finalmente van a participar de la valoración y extracción científica de los restos, luego de que el gobierno de Iván Duque declarara desierta la licitación que se había abierto. Durante el gobierno de Santos se dio como hecho que la suiza-británica Maritime Archaeology Consultants (MAC) iba a ser la escogida, pues participó de los hallazgos de finales de 2015, pero no fue ratificada por la actual administración. En este sentido, surge la pregunta de qué otras multinacionales están interesadas o participando y cuál va a ser el papel del gobierno de España, que ha tenido contactos con el de Iván Duque para sumarse, teniendo en cuenta que el San José tenía bandera española y la mayoría de los cerca de 500 tripulantes muertos eran de esa nacionalidad.
En este punto hay que aclarar que Colombia no está obligada a nivel jurídico con España porque no es firmante de la Convención para el Patrimonio Sumergido de la Unesco, instancia que ha utilizado el país europeo para rescatar otros naufragios coloniales en otras regiones del planeta. El gobierno de Iván Duque ha insistido, también ayer, que su único interés es defender el patrimonio cultural sumergido como bien de los colombianos, que no es negociable y que debe ser conservado en sus totalidad para el conocimiento de nuestra historia.
También está la pregunta de cuáles son los equipos, submarinos, radares, cámaras, se supone, y a qué costo los ha adquirido el gobierno porque, como dijo ayer el presidente, han permitido establecer información más concreta del San José, de dos naufragios más, uno de otro galeón no identificado y otro de una goleta republicana tampoco identificada. Los comandantes de la Armada anunciaron al tiempo que ya tienen información de 13 casos similares en esa zona. ¿Cuáles son?
¿Cuándo y cómo se elaborará el primer mapa de galeones hundidos, su localización y su plan de conservación, como han venido reclamando investigadores desde hace décadas? Naufrólogos como el italiano Claudio Bonifacio han dicho a El Espectador, y este autor lo comprobó en el Archivo de Indias de Sevilla, que la información de los hundimientos y su localización está disponible allí y lo que se requiere es un plan de rescate y salvamento o de conservación in situ, no para decenas de naves coloniales sino para más de mil en todo el mar caribe colombiano, que era ruta obligada de los galeones que transportaban hacia Europa las riquezas saqueadas en América.
Uno de los principales problemas radica en el costo de este tipo de operaciones. La firma estadounidense Sea Search Armada, que aún alega derechos sobre el tesoro del San José a partir de un fallo de la Corte Suprema de Justicia de 2007 y que la declara descubridora, ofreció a los gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos empezar al rescate con una operación inicial calculada en 40 millones de dólares, pero sus propuestas no fueron oídas. Esto para que se hagan una idea de la inversión que implica un solo rescate.
Un informe con estas respuestas es lo mínimo que requiere la opinión pública antes de que termine el gobierno de Iván Duque para saber a qué atenernos antes de que llegue una nueva administración y una nueva política frente al tema. No podemos seguir a cuentagotas en un tema cultural tan importante.
* Autor del libro “El Galeón San José y otros tesoros, Relatos de intrigas y conspiraciones”, sello editorial Aguilar 2016.