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La multitud, eufórica, comienza a gritar mientras las luces de la arena se apagan. Todos están emocionados de poder ver a su banda favorita en vivo. Los músicos suben al escenario y se acomodan en sus respectivos instrumentos. El ruido de la multitud es más fuerte que antes, el vocalista está a punto de entrar en escena y el concierto comienza. El sonido ominoso y profundo del bajo acompañado por la poderosa batería de la canción “Sculptures of everything goes” comienza a sonar mientras Alex Turner entra al escenario y cada paso golpea el ritmo del sonido “industrial” de la canción. Los teléfonos comienzan a grabar cada segundo del momento mientras todos cantan lo más fuerte que pueden. Los sintetizadores comienzan a sonar para agregar una melodía a medida que la canción avanza y la multitud se vuelve loca. Así es como Arctic Monkeys ha estado abriendo sus shows de su gira actual.
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La banda cuenta actualmente con 37,5 millones de oyentes mensuales solo en Spotify y una popularidad del 87%, producto de 20 años de una carrera llena de esfuerzo, dedicación y mucha diversión, que para Turner es lo más importante en la realización de nueva música, cosa que dijo el integrante de la banda sobre la creación de su último disco “The Car”.
La banda ha estado activa desde 2001, cuando Alex Turner y Matt Helders, ambos de Sheffield, Reino Unido, a los 15 años, obtuvieron sus primeros instrumentos como regalo de navidad y decidieron crear su música juntos, y este es el momento al que toda su carrera se remonta. Unos amigos de su escuela se les unieron para tocar otros instrumentos que complementaran, y así comenzaron a ganar popularidad rápidamente. Fueron sus sonidos únicos los que cautivaron a sus oyentes de una manera tan profunda, “Las secuencias rítmicas que se reproducen en cada canción de Arctic Monkeys son impresionantes”, dicen sus fanáticos, y esto es lo que los llevó al estrellato.
Entre sus canciones más populares, hay un tema de rock lento en su quinto álbum de estudio llamado “I wanna be yours”, que hasta el día de hoy sigue siendo muy querido por el público. Habla de amar a alguien con profunda devoción y lo expresa haciendo metáforas con objetos inanimados como una aspiradora o una cafetera; “Quiero ser tu aspiradora, respirar tu polvo” o “Si te gusta el café caliente, déjame ser tu cafetera”. Lo que llamó la atención de los oyentes, además del apasionado mensaje que deja, es que esta canción está basada en un poema escrito por John Cooper Clarke, un poeta punk que la grabó por 1982, y que cuenta con alrededor de 24 versos llenos de afecto:
“Quiero ser tu impermeable
Para esos frecuentes días de lluvia
Quiero ser tu barco de ensueño
Cuando quieras navegar lejos
Déjame ser tu osito de peluche
Llévame contigo a cualquier parte
No me importa
Quiero ser tuyo”
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La banda decidió usar este poema en específico porque vieron el potencial que tenía, pero pensaron que unos cuantos versos más podrían darle otra vibra, y un estribillo pegadizo podría marcar la diferencia. Convirtieron el poema en una canción “sensual y oscura”, más cercana a la esencia de Arctic Monkeys, algo que Cooper Clarke amó y por lo que está agradecido.
Su arduo trabajo los llevó a la corriente musical principal, haciéndolos elegibles para tocar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, una presentación en la que dejaron en alto el nombre de Inglaterra. Aparecer en estos eventos los ayudó a expandir su base de fanáticos en todo el mundo e hizo que sus estadísticas aumentaran sin control. La banda también ha ganado múltiples premios, entre ellos un premio Mercury, el premio Brit al mejor artista nuevo, mejor álbum, mejor grupo británico y el premio NME al mejor álbum, mejor video musical y mejor banda en vivo; premios que muestran la dedicación y éxito del grupo.
Arctic Monkeys continúa sorprendiendo a sus fanáticos y entusiastas de la música con música nueva, muy glamorosa y llena de significado, que fueron las palabras que usó Alex Turner para describir su reciente álbum “The Car”, que es su séptimo álbum de estudio y se suponía que debía sentirse “como un coche clásico con cristales tintados”. A los fans les ha encantado y sus reseñas apoyando el álbum están por todo Internet. La banda no tiene ganas de dejar de componer, al contrario, se sienten felices de poder seguir haciendo lo que aman y seguir provocando todos esos sentimientos, desde lágrimas hasta risas, que su música ha provocado en sus devotos fans a lo largo de los años.
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