El Ibagué Festival, una apuesta por resaltar el panorama sonoro de Colombia
Hoy se inaugura este festival en la capital musical de Colombia. Hasta el 10 de septiembre los asistentes podrán disfrutar de diferentes espectáculos y talleres en torno al tema de este año: “Unidos con la gran llanura”. El Espectador habló con Alejandro Mantilla, director artístico, para conocer la historia de este evento y su aporte al entorno cultural tolimense.
Andrea Jaramillo Caro
El director orquestal, músico y gestor cultural Alejandro Mantilla funge como director artístico del Ibagué Festival desde su creación. Este evento, organizado por la Fundación Salvi, además de presentar diferentes talentos y actos musicales nacionales y locales, también posee un componente investigativo que contribuye al acervo académico sobre música en el país.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
El director orquestal, músico y gestor cultural Alejandro Mantilla funge como director artístico del Ibagué Festival desde su creación. Este evento, organizado por la Fundación Salvi, además de presentar diferentes talentos y actos musicales nacionales y locales, también posee un componente investigativo que contribuye al acervo académico sobre música en el país.
¿Cómo y cuándo nació el festival?
Nació en 2018 porque algunos personajes de la cultura y de la política de Ibagué y de Tolima invitaron a Julia Salvi para que creara un festival nuevo que fuera referente en cuanto a su calidad artística y técnica.
En 2018 vinimos por invitación de Julia y estuvimos haciendo una primera programación que fue de música de cámara. Hicimos un pequeño evento de música de cámara como nacimiento del proyecto y luego, en 2019, realizamos la primera edición.
¿De qué forma se ha construido la identidad del festival?
Se ha construido pensando inicialmente en que tenga un sello propio, es decir, que sea original en cuanto a la estructura de su concepto artístico, educativo y cultural. De esa manera, este fue caracterizado desde su comienzo por la pluralidad o la diversidad de músicas y de estéticas de géneros internacionales, nacionales y locales que se encuentren para dialogar, para hacer distintas combinaciones en escenario y para que los públicos se acostumbren a escuchar diferentes géneros, diferentes estilos y diferentes formatos, y de esa manera amplíen su capacidad de percibir, de escuchar y de entender.
Le sugerimos: Esculturas con neón: el arte que ilumina
¿Qué es lo más importante que ofrece el festival a los tolimenses y colombianos?
Creo que la primera oferta fundamental es que Ibagué y Tolima aprendan a valorar lo propio en conjunto y en diálogo con lo internacional y lo nacional. Es decir, que no se vean aislados y no crean que su sola expresión es la que cuenta, sino que la valoren en toda su dimensión y la vean en el mismo plano de interés que manifestaciones nacionales o que manifestaciones internacionales. Por otra parte, que Ibagué y Tolima se internacionalicen. Es decir, que proyecten lo propio, pero también reciban, asimilen y apropien lo que viene de otras regiones del país y de otras partes del mundo.
¿Cómo se realizó la primera edición?
La establecimos en torno al eje de los cantos regionales, lo que nos permitió ordenar la selección de las principales agrupaciones yendo a las regiones, eso fue muy especial porque fuimos a las regiones con Julia y Mateo, y estuvimos seleccionando la música llanera con su formato tradicional de joropo y su cantadora; la música del Caribe, estuvimos también conociendo la familia de Petrona Martínez, fue hermosísimo y nos permitió seleccionar la cantadora con su conjunto de tambores y gaitas, y nos fuimos también al Pacífico, estuvimos en Guapi y en Buenaventura, y seleccionamos a la agrupación de ritmos del oeste que justamente vinieron con sus músicas de marimba y tambores y su cantadora, entonces ese fue como el hilo conductor y después de eso empezar a conectarlo con grandes manifestaciones de la música académica nacional e internacional, y también con selección de artistas locales que fue cuando descubrimos el movimiento de hip hop tan impresionante que había en las comunas del sur y, por lo tanto, hicimos una preselección con organizaciones de Ibagué que nos ayudaron a proponer cuáles eran los más representativos.
Le recomendamos: Programación del Ibagué Festival, que va del 7 al 10 de septiembre
¿De dónde salió la idea para crear este festival y cómo se configura dentro de la esfera cultural de Ibagué?
Realmente la idea salió del trabajo de la Fundación Salvi en Cartagena, que ha sido un gran trayecto tanto con el proceso del Festival Internacional de Música como con la formación de jóvenes talentos. Digamos que esos dos logros y aprendizajes sirvieron de referencia para que personajes, como decíamos, de Tolima valoraran la importancia de que Ibagué tuviera un referente de festival de calidad, que tenga proyección internacional, pero además la posibilidad de establecer una diferencia con lo que habitualmente se reconoce en todo el territorio, y es que los festivales están mucho más en una perspectiva especializada de géneros, especializada de región, y pensábamos que este espacio se volvía más original y más interesante en la medida en que contrastara las músicas y las estéticas con los contextos. De esa manera fue que se estableció esta primera apuesta, digamos que se ha ido consolidando tanto con la lutería como con el proceso de programación artística y de programación educativa.
¿Cómo definieron el tema de este año?
Cada año el Ibagué Festival define un eje temático relacionado con el territorio sonoro de Colombia, para que los públicos asistentes reconozcan y valoren la diversidad creativa de la gente de nuestras regiones y tengan un contacto más profundo con los rasgos expresivos de las culturas del país.
Hemos pasado por los cantos regionales del Caribe, el Llano y el Pacífico, por las músicas de Tolima desde lo campesino y lo urbano alternativo hasta lo académico, por el contraste entre la frontera insular del archipiélago de San Andrés y la frontera suroccidental de Nariño, y ahora hemos llegado a los llanos inmensos de la Orinoquia colombo-venezolana.
Podría interesarle: La capital musical de Colombia que mantiene su corona
¿Cuál es la importancia de resaltar la gran llanura?
Una de las identidades que constituyen nuestra naturaleza pluricultural es el carácter recio y el sentido poético de la vida del Llano, con sus faenas de la tierra y del ganado, con la fuerza expresiva de su canto, sus toques instrumentales virtuosos y su vibrante baile de joropo.
Otra característica para destacar es el mensaje de integración y solidaridad entre pueblos hermanos que, por encima de las fronteras, comparten una historia común de mestizajes, de orígenes compartidos, de narrativas entrelazadas y de horizontes sin límites, que han producido una singular forma creativa músico-danzaria de aporte singular para Latinoamérica y para el mundo.
¿Qué esperan que los asistentes al festival se lleven de esta edición?
La experiencia que surge de escuchar sin prejuicios diferentes géneros, estilos y formatos como una manera de simbolizar el respeto por el “otro”, el valor de la diferencia y la posibilidad de la integración social desde la diversidad.
El asombro que genera tener contacto con las más altas calidades artísticas y de producción a través de agrupaciones de primer nivel, como el Cuarteto de Cuerdas Borromeo de Boston, la Compañía Antonio Gades de España, el Cuarteto Gurrufío de Caracas, la Orquesta de Salsa de Yuri Buenaventura, la agrupación llanera del Cholo Valderrama, entre otros.
La oportunidad democrática de tener acceso libre a una programación artística y educativa diversa que aporta los más cualificados referentes y perspectivas para jóvenes estudiantes y profesionales de la región.
El encuentro y el diálogo con artistas locales, nacionales e internacionales que comparten sus talentos y trayectorias sin jerarquías, sin barreras y sin discriminaciones.