El Museo Británico, 265 años construyendo un “museo universal”
El Museo Británico, que alberga una colección de 8 millones de objetos, hoy celebra 265 de abrir sus puertas al público, luego de haber sido establecido en 1753. Esta institución se ha visto envuelta en diferentes controversias, desde robos en su interior, hasta disputas por repatriación de objetos.
Andrea Jaramillo Caro
El “museo universal” fue el concepto fundacional para la creación del Museo Británico que hoy celebra 265 años de haber abierto sus puertas al público inglés y del mundo. Fue gracias a la serie de artefactos y objetos del doctor y naturalista anglo-irlandés Sir Hans Sloane, quien durante su vida y matrimonio con la viuda del dueño de una plantación en Jamaica comenzó a coleccionar objetos curiosos que resultaron en una suma de 71.000 piezas, que se crearon las primeras colecciones del que se convertiría en el museo más grande del mundo. Sloane, para evitar que su colección fuera desmantelada con su muerte, donó todos los objetos al rey Jorge II, entre los que se encontraban manuscritos, especímenes de historia natural, pinturas, grabados, libros, antigüedades de diferentes regiones del mundo, entre otros.
Finalmente, el 7 de junio de 1753, a través de un acto parlamentario, el rey Jorge II “creó el primer museo público, nacional y gratuito del mundo que abrió sus puertas a “todas las personas estudiosas y curiosas” el 15 de enero de 1759. Inicialmente, los visitantes tenían que solicitar entradas para ver las colecciones del museo durante un horario de visita limitado. En efecto, esto significó que la entrada estaba restringida a visitantes bien conectados, a quienes los administradores y curadores del museo les ofrecían recorridos personales por las colecciones”, de acuerdo con la página del museo.
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A la colección de Sloane se sumaron tres bibliotecas, incluyendo la biblioteca real, para formar las “colecciones fundadoras”, de las que hoy la mayoría de los libros reposan al interior de la British Library. Los fideicomisarios del museo decidieron que el edificio donde la institución sería albergada fuera la Mansión Montagu del siglo XVII, con algunas adaptaciones las galerías abrieron oficialmente el 15 de enero de 1759. “Durante los siguientes 260 años, las amplias colecciones del museo han crecido hasta alcanzar unos ocho millones de objetos que cubren dos millones de años de historia humana. Algunos de estos objetos fueron tomados o comprados en regiones que entonces estaban bajo el dominio colonial británico antes de ser comprados, donados o legados al museo, mientras que otros fueron adquiridos a través de excavaciones, ventas y otros legados por parte de coleccionistas”, se lee en la página oficial.
El museo continuó creciendo y expandiéndose para convertirse en lo que es hoy. Las guerras e invasiones permitieron que diferentes objetos ingresaran a la colección del museo, como por ejemplo artefactos egipcios que llegaron a Londres en 1801, luego de la Batalla del Nilo. Otras piezas entraron gracias a las donaciones de embajadores y diplomáticos ingleses asignados a naciones como el Imperio Otomano, Egipto y Grecia, entre otros.
Debido a esto, las prácticas de coleccionismo del museo han estado varias veces en el ojo del huracán, pues el hecho de haber llevado objetos de otros países al Reino Unido durante la época colonial hoy pone en tela de juicio la cuestión de a quién le pertenecen, por lo que países como Grecia, Egipto, Etiopía y Nigeria, entre otros reclaman con insistencia la devolución de los artefactos que fueron trasladados desde estos territorios y que actualmente hacen parte de la colección del museo y son exhibidos en sus instalaciones.
El reclamo más sonado es el de los mármoles del Partenón de Atenas, conocidos también como los mármoles de Elgin haciendo referencia a Thomas Bruce, séptimo conde de Elgin, quien entre 1801 y 1815 llevó varios fragmentos del templo griego al Reino Unido. Estos han sido reclamados por Grecia desde 1983. A pesar de diferentes intentos y diálogos entre ambas partes, no se ha llegado a un acuerdo.
El robo de las 2.000 piezas
Durante el mes de agosto estalló un escándalo que sacudió al Museo Británico, en Londres. Varias piezas fueron hurtadas de la colección de la institución y algunas fueron encontradas en la plataforma de ventas en línea eBay. Esta es una de las controversias que atraviesa este museo, sumada a los diferentes reclamos de repatriación que diferentes países hacen sobre varios objetos de la colección.
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Un informe publicado por el Museo Británico detalló que fueron cerca de 2.000 piezas sin categorizar las que fueron robadas de la colección. Debido a estos robos, la institución despidió a uno de sus curadores veteranos más respetados, Peter Higgs, quien fue identificado por las autoridades como el primer sospechoso en los hechos. Algunos medios especulan que este incidente fue un catalizador para la salida de su antiguo director, Hartwig Fischer. De acuerdo con The Telegraph, el museo aseguró que varias piezas de joyería hechas en oro, piedras semipreciosas y vidrio, fabricadas entre el año 1500 a.C y el siglo XIX, están perdidas, mientras que otras sufrieron daños. Estas no habían sido expuestas recientemente y eran mantenidas en una sala de almacenamiento.
De acuerdo con The Telegraph, el Museo Británico no ha categorizado debidamente todas las piezas de su colección, que alberga más de 8 millones de objetos. “Las cosas importantes sí se catalogan. Hay muchas cosas menores que no se catalogan, o que están todas agrupadas”, dijo al periódico el profesor Martin Henig, experto en arte romano de la Universidad de Oxford.
“Hemos llevado a cabo una investigación exhaustiva, identificamos a la persona que creemos que es responsable y esa persona ha sido despedida. También estamos tomando medidas más sólidas para garantizar que esto nunca vuelva a suceder. Todo el asunto de los robos en el museo está ahora sujeto a una investigación criminal, por lo que no podemos hacer más comentarios”, dijo un portavoz del museo al periódico inglés. De acuerdo con el reporte emitido por el museo, algunas de estas piezas fueron encontradas como artículos para subasta en la plataforma de ventas en línea eBay por precios de $50 dólares, cuando algunas están avaluadas por más de $63.000 dólares.
De acuerdo con la BBC, el mercader de arte Itti Gradel fue el primero en advertir de los robos, que ocurrieron desde 2016, al museo a través de correos electrónicos. Gradel en sus correos de febrero de 2021 aseguraba haber visto piezas de la colección en venta, el director en cargado, Jonathan Williams, respondió a su inquietud diciendo que todos los objetos estaban inventariados, añadiendo que se hizo una investigación detallada y que la colección estaba bien protegida. Un portavoz de eBay dijo al medio británico que “nuestro dedicado equipo de enlace policial está en estrecho contacto con la Policía Metropolitana y está apoyando la investigación de este caso. eBay no tolera la venta de propiedad robada. Si identificamos que un anuncio en nuestro sitio es robado, lo eliminamos inmediatamente y trabajamos con las autoridades para respaldar las investigaciones y mantener nuestro sitio seguro”.
El museo londinense, que cumplió 270 años de existencia en 2023, no es ajeno a las controversias y con este incidente se reavivaron los múltiples reclamos de diferentes países por el regreso seguro de objetos que han salido de sus territorios y actualmente hacen parte de la colección del Museo Británico, los casos más sonados son los mármoles del Partenón de Atenas, la piedra Rosetta de Egipto y los bronces de Benin. La historia de este museo se remonta a 1753 y en su interior alberga piezas de todos los rincones del planeta.
Una historia de robos que se repite
El robo recientemente notificado en el museo no es el primero en ocurrir. Durante la década de 1970, el museo reportó que varias monedas y medallas históricas habían sido robadas. Más tarde, en 1993, joyería y monedas romanas avaluadas en $318.000 dólares fueron hurtadas por ladrones que entraron por el techo del museo.
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Durante los últimos años se reportaron tres incidentes en los que diferentes piezas fueron robadas de las premisas del museo. En 2002 el museo se vio obligado a revisar su sistema de seguridad cuando un asistente se llevó una estatua griega avaluada en más de $30.000 dólares. Luego, en 2004, “se informó que un miembro del público se había llevado 15 artefactos chinos “históricamente importantes”, incluidas joyas, horquillas ornamentadas para el cabello y protectores de uñas. En 2017, se reveló que un costoso diamante de Cartier había estado desaparecido desde 2011″, informó la BBC.
El “museo universal” fue el concepto fundacional para la creación del Museo Británico que hoy celebra 265 años de haber abierto sus puertas al público inglés y del mundo. Fue gracias a la serie de artefactos y objetos del doctor y naturalista anglo-irlandés Sir Hans Sloane, quien durante su vida y matrimonio con la viuda del dueño de una plantación en Jamaica comenzó a coleccionar objetos curiosos que resultaron en una suma de 71.000 piezas, que se crearon las primeras colecciones del que se convertiría en el museo más grande del mundo. Sloane, para evitar que su colección fuera desmantelada con su muerte, donó todos los objetos al rey Jorge II, entre los que se encontraban manuscritos, especímenes de historia natural, pinturas, grabados, libros, antigüedades de diferentes regiones del mundo, entre otros.
Finalmente, el 7 de junio de 1753, a través de un acto parlamentario, el rey Jorge II “creó el primer museo público, nacional y gratuito del mundo que abrió sus puertas a “todas las personas estudiosas y curiosas” el 15 de enero de 1759. Inicialmente, los visitantes tenían que solicitar entradas para ver las colecciones del museo durante un horario de visita limitado. En efecto, esto significó que la entrada estaba restringida a visitantes bien conectados, a quienes los administradores y curadores del museo les ofrecían recorridos personales por las colecciones”, de acuerdo con la página del museo.
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A la colección de Sloane se sumaron tres bibliotecas, incluyendo la biblioteca real, para formar las “colecciones fundadoras”, de las que hoy la mayoría de los libros reposan al interior de la British Library. Los fideicomisarios del museo decidieron que el edificio donde la institución sería albergada fuera la Mansión Montagu del siglo XVII, con algunas adaptaciones las galerías abrieron oficialmente el 15 de enero de 1759. “Durante los siguientes 260 años, las amplias colecciones del museo han crecido hasta alcanzar unos ocho millones de objetos que cubren dos millones de años de historia humana. Algunos de estos objetos fueron tomados o comprados en regiones que entonces estaban bajo el dominio colonial británico antes de ser comprados, donados o legados al museo, mientras que otros fueron adquiridos a través de excavaciones, ventas y otros legados por parte de coleccionistas”, se lee en la página oficial.
El museo continuó creciendo y expandiéndose para convertirse en lo que es hoy. Las guerras e invasiones permitieron que diferentes objetos ingresaran a la colección del museo, como por ejemplo artefactos egipcios que llegaron a Londres en 1801, luego de la Batalla del Nilo. Otras piezas entraron gracias a las donaciones de embajadores y diplomáticos ingleses asignados a naciones como el Imperio Otomano, Egipto y Grecia, entre otros.
Debido a esto, las prácticas de coleccionismo del museo han estado varias veces en el ojo del huracán, pues el hecho de haber llevado objetos de otros países al Reino Unido durante la época colonial hoy pone en tela de juicio la cuestión de a quién le pertenecen, por lo que países como Grecia, Egipto, Etiopía y Nigeria, entre otros reclaman con insistencia la devolución de los artefactos que fueron trasladados desde estos territorios y que actualmente hacen parte de la colección del museo y son exhibidos en sus instalaciones.
El reclamo más sonado es el de los mármoles del Partenón de Atenas, conocidos también como los mármoles de Elgin haciendo referencia a Thomas Bruce, séptimo conde de Elgin, quien entre 1801 y 1815 llevó varios fragmentos del templo griego al Reino Unido. Estos han sido reclamados por Grecia desde 1983. A pesar de diferentes intentos y diálogos entre ambas partes, no se ha llegado a un acuerdo.
El robo de las 2.000 piezas
Durante el mes de agosto estalló un escándalo que sacudió al Museo Británico, en Londres. Varias piezas fueron hurtadas de la colección de la institución y algunas fueron encontradas en la plataforma de ventas en línea eBay. Esta es una de las controversias que atraviesa este museo, sumada a los diferentes reclamos de repatriación que diferentes países hacen sobre varios objetos de la colección.
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Un informe publicado por el Museo Británico detalló que fueron cerca de 2.000 piezas sin categorizar las que fueron robadas de la colección. Debido a estos robos, la institución despidió a uno de sus curadores veteranos más respetados, Peter Higgs, quien fue identificado por las autoridades como el primer sospechoso en los hechos. Algunos medios especulan que este incidente fue un catalizador para la salida de su antiguo director, Hartwig Fischer. De acuerdo con The Telegraph, el museo aseguró que varias piezas de joyería hechas en oro, piedras semipreciosas y vidrio, fabricadas entre el año 1500 a.C y el siglo XIX, están perdidas, mientras que otras sufrieron daños. Estas no habían sido expuestas recientemente y eran mantenidas en una sala de almacenamiento.
De acuerdo con The Telegraph, el Museo Británico no ha categorizado debidamente todas las piezas de su colección, que alberga más de 8 millones de objetos. “Las cosas importantes sí se catalogan. Hay muchas cosas menores que no se catalogan, o que están todas agrupadas”, dijo al periódico el profesor Martin Henig, experto en arte romano de la Universidad de Oxford.
“Hemos llevado a cabo una investigación exhaustiva, identificamos a la persona que creemos que es responsable y esa persona ha sido despedida. También estamos tomando medidas más sólidas para garantizar que esto nunca vuelva a suceder. Todo el asunto de los robos en el museo está ahora sujeto a una investigación criminal, por lo que no podemos hacer más comentarios”, dijo un portavoz del museo al periódico inglés. De acuerdo con el reporte emitido por el museo, algunas de estas piezas fueron encontradas como artículos para subasta en la plataforma de ventas en línea eBay por precios de $50 dólares, cuando algunas están avaluadas por más de $63.000 dólares.
De acuerdo con la BBC, el mercader de arte Itti Gradel fue el primero en advertir de los robos, que ocurrieron desde 2016, al museo a través de correos electrónicos. Gradel en sus correos de febrero de 2021 aseguraba haber visto piezas de la colección en venta, el director en cargado, Jonathan Williams, respondió a su inquietud diciendo que todos los objetos estaban inventariados, añadiendo que se hizo una investigación detallada y que la colección estaba bien protegida. Un portavoz de eBay dijo al medio británico que “nuestro dedicado equipo de enlace policial está en estrecho contacto con la Policía Metropolitana y está apoyando la investigación de este caso. eBay no tolera la venta de propiedad robada. Si identificamos que un anuncio en nuestro sitio es robado, lo eliminamos inmediatamente y trabajamos con las autoridades para respaldar las investigaciones y mantener nuestro sitio seguro”.
El museo londinense, que cumplió 270 años de existencia en 2023, no es ajeno a las controversias y con este incidente se reavivaron los múltiples reclamos de diferentes países por el regreso seguro de objetos que han salido de sus territorios y actualmente hacen parte de la colección del Museo Británico, los casos más sonados son los mármoles del Partenón de Atenas, la piedra Rosetta de Egipto y los bronces de Benin. La historia de este museo se remonta a 1753 y en su interior alberga piezas de todos los rincones del planeta.
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Durante los últimos años se reportaron tres incidentes en los que diferentes piezas fueron robadas de las premisas del museo. En 2002 el museo se vio obligado a revisar su sistema de seguridad cuando un asistente se llevó una estatua griega avaluada en más de $30.000 dólares. Luego, en 2004, “se informó que un miembro del público se había llevado 15 artefactos chinos “históricamente importantes”, incluidas joyas, horquillas ornamentadas para el cabello y protectores de uñas. En 2017, se reveló que un costoso diamante de Cartier había estado desaparecido desde 2011″, informó la BBC.