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George Osborne, presidente del Museo Británico, anunció durante su discurso en la cena anual de fideicomisarios del museo, en diciembre, que la institución cultural “no sería un destino para la protesta climática, sino un ejemplo de solución climática” con su plan para convertirse en “cero neto”. Esto significa que cuando finalicen la implementación del Proyecto Rosetta, el museo “recortará las emisiones de gases de efecto invernadero hasta dejarlas lo más cerca posible de emisiones nulas, con algunas emisiones residuales que sean reabsorbidas desde la atmósfera mediante”, según la definición de las Naciones Unidas para “cero neto”.
El proyecto con el que planean lograr su objetivo tiene un costo estimado de $1.2 billones de dólares y se enfocará en abordar ineficiencias energéticas y estructurales del edificio de 170 años. A pesar del anuncio de la institución, que ha sido el blanco de diferentes protestas climáticas por su relación con British Petroleum, hay cuestionamientos frente a este plan. Grupos de activismo climático se preguntan si el museo continuará recibiendo financiación por parte de la empresa petrolera y renovarán el contrato de patrocinio, que ha estado vigente durante los últimos cinco años, que expira en febrero.
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Otras instituciones como la National Portrait Gallery de Londres ya dieron por terminada su relación con la petrolera, mientras que el Museo Británico se enfrentó en 2022 a presión por parte de grupos, como BP or Not BP y Culture Unstained, para cortar lazos con British Petroleum. La relación entre la petrolera y el museo nació hace 25 años, en los cuales la empresa ha financiado diferentes exhibiciones, “Jeroglíficos: descubriendo el antiguo Egipto” fue la más reciente.
Previo a la apertura de la exhibición, el grupo Culture Unstained envió una carta abierta al museo “pidiendo su desinversión de la financiación de BP antes del debut público de la exposición Hieroglyphs, citando la relación de apoyo de la empresa petrolera con el autocrático presidente egipcio Abdel Fattah El-Sisi, cuyo gobierno ha detenido a más de 60.000 presos políticos en condiciones atroces”, según escribió Rhea Nayyar para Hyperallergic.
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En documentos que obtuvo el grupo en 2022, evidenciaban que el director del museo, Hertwig Fischer, “se estaba postulando para renovar el contrato de patrocinio de cinco años con BP a mediados de 2021″, según Nayyar. Culture Unstained reportó recientemente que el museo insiste en que no han tenido más conversaciones de renovación del contrato desde octubre 2021, “aún tenía que completar un informe de diligencia debida sobre los riesgos de reputación de renovar el acuerdo con BP a partir de julio pasado”.
El Museo Británico le dijo a Hyperallergic que el museo “no comenta sobre asuntos comercialmente sensibles”, respecto a la decisión frente a BP. “Como una de las principales atracciones turísticas del Reino Unido, somos conscientes del impacto de nuestra actividad en el medio ambiente”, le dijo el portavoz a Nayyar. Se desconoce si la petrolera financiará parte del proyecto Rosetta, que “implica una revisión masiva de los sistemas eléctricos, de plomería y mecánicos obsoletos del museo para mejorar ostensiblemente la sostenibilidad ambiental, y también tiene como objetivo restaurar la sala de lectura circular que ha estado cerrada al público desde 2017. El cronograma para la renovación aún no se ha publicado”, escribió Nayyar.
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