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Se trata de una cooperación entre Francia y Ucrania con la fundación francesa ALIPH (Alianza Internacional para la Protección del Patrimonio en zonas de conflicto), según explicaron los ministros de Cultura de ambos países en la presentación.
El plan fue preparado “con toda discreción” para proteger las obras, estudiarlas y mostrarlas al público, según la ministra francesa, Rami Abdul Malak, que explicó que comenzó a orquestarse a finales de 2022. Tanto ella como su homólogo ucraniano, Oleksandr Tkachenko, han insistido en que los detalles del desplazamiento son secretos.
“Es un símbolo muy, muy fuerte el de acoger y preservar un tiempo, el más corto posible, estas obras. Nos recuerda lo que son los museos: lugares en lo que confrontamos el pasado, que nos dan fuerza para el presente”, declaró la presidenta y directora del Louvre, Laurence des Cars.
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En concreto, el Louvre expone cinco de los iconos bizantinos más antiguos que se conservan en el mundo: retratos de santos en madera o en micromosaico que datan de los siglos VI-VII y provenientes del monasterio Santa Catalina en el monte Sinaí (Egipto). “Estamos verdaderamente ante el nacimiento de la imagen cristiana”, aseguró Des Cars, para quien estas obras representan un momento-bisagra en la historia del arte y las civilizaciones.
“Es un gesto muy simbólico y útil de apoyo a la cultura ucraniana, porque puede permitirnos mantener la atención en lo que los bárbaros rusos están haciendo a la cultura ucraniana: han robado nuestras obras y han arruinado nuestros lugares de patrimonio cultural”, denunció Tkachenko.
El Museo Khanenko es la principal institución ucraniana dedicada a la historia del arte y actualmente vive su tercer conflicto bélico, tras las dos guerras mundiales. Desde el inicio de la guerra, su colección se encuentra protegida y su edificio histórico, vacío y dañado tras la caída de un misil en octubre de 2022.
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Si bien Tkachenko agradeció ante la prensa la colaboración cultural con Francia, recordó que todavía queda trabajo por hacer y señaló que, tras la destrucción de una presa en la región de Zaporiyia, algunas obras de la Edad Media se encuentran en peligro.
“El agua no está solo yendo hacia arriba, sino también hacia abajo entre Zaporiyia y Kajovka. Nos enfrentamos a cómo preservar muchos objetos de la Edad Media que siguen en la superficie. Tenemos que encontrarlos y preservarlos y tenemos que actuar lo más rápido posible”. El ministro anunció que se está preparando “un trabajo arqueológico inmediato” junto con ALIPH para intentar salvar estos objetos.
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