El nuevo templo de las artes en la capital
El viernes 6 de mayo se inauguró en Bogotá el Centro Nacional de las Artes, una edificación de 17.000 metros cuadrados consagrada a las artes y la cultura. Con tres salas y una inversión de más de $130 mil millones, este escenario cultural se configura como uno de los más importantes de Latinoamérica.
Andrea Jaramillo Caro
El corazón de Bogotá albergaba una casa colonial, la Casa Liévano, que durante los últimos años atravesó una restauración para convertirse en el nuevo Centro Nacional de las Artes, como extensión del Teatro Colón.
“Por décadas los artistas y gestores culturales de Colombia soñaron con un gran centro para la formación y promoción de las artes. Hoy ese sueño es una realidad. Desde el Gobierno Nacional estamos entregando a los colombianos el Centro Nacional de las Artes, la extensión del Teatro Colón en sus 130 años. Esta es la infraestructura cultural más grande de Colombia construida por el Ministerio de Cultura en sus 25 años de existencia. Este centro, que abre sus puertas al público, es un escenario moderno de talla mundial con los más altos estándares para la producción y la exhibición artística y cultural”, afirman desde el Ministerio de Cultura.
A dos cuadras de la Plaza de Bolívar se encuentra este escenario cultural que espera recibir a 1.500 artistas. Las salas están dotadas con la tecnología necesaria para presentar espectáculos de talla internacional. A través de este centro también se impulsarán procesos formativos en artes con el Diplomado de Artes Performativas junto al Goethe Institute y la compañía de danza Cirquito Liquen. Por otro lado, trabajará los tres proyectos de la Fundación Nacional Batuta, junto con talleres formativos en diferentes áreas artísticas, como maquillaje, zapatería y vestuario.
Con 12 pisos y más de 17.000 metros cuadrados, este nuevo templo de las artes y la cultura será el hogar de tres salas, dos dedicadas a íconos culturales colombianos: Fanny Mikey y Delia Zapata Olivella, y una para ensayo de orquesta sinfónica.
“El Centro Nacional de las Artes es un tributo al aporte de la mujer a la cultura colombiana. La principal sala de este centro lleva el nombre de Delia Zapata, gran precursora de la danza folclórica, que rompió esos patrones de exclusión y fue la primera mujer negra en presentarse en el Teatro Colón. La novedosa sala experimental lleva el nombre de Fanny Mikey, otra gran mujer que desde el Teatro Nacional engrandeció nuestra cultura. En este Centro Nacional de las Artes se van a formar las nuevas generaciones de grandes artistas de Colombia, y desde aquí vamos a visibilizar el talento de las regiones de nuestro país y toda la diversidad cultural de Colombia”, cuentan desde el Ministerio.
A partir de julio, los colombianos disfrutarán de la programación del Centro Nacional de la Artes, la cual, según la ministra de Cultura, Angélica Mayolo, es “incluyente y diversa, mostrará la riqueza cultural de las distintas regiones del país y, sin duda, se convertirá también en un gran instrumento de promoción de turismo cultural”. Y continuó la ministra: “Queremos que la programación refleje la riqueza cultural de Colombia y que se convierta en una oportunidad de visibilizar a los artistas, de generar ingresos para ellos, pero también de que puedan llegar a Colombia extranjeros a visitar nuestro Centro Nacional de las Artes”.
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Con una inversión de más de $130 mil millones en todos sus espacios, la megaobra estuvo en desarrollo durante seis años. La sala dedicada a la bailarina y gestora cultural Delia Zapata Olivella tiene los elementos necesarios para la puesta en escena de obras de ballet y ópera, como un foso motorizado de orquesta y una ampliación de la silletería para el público. Mientras que la sala Fanny Mikey, dedicada a la directora y gestora cultural, cuenta con una capacidad equiparable al complejo Teatral San Martín de Buenos Aires, el Centro Cultural Gabriela Mistral de Santiago de Chile o el complejo cultural Ciudad de las Artes de Río de Janeiro, en Brasil.
“Este Centro Nacional de las Artes representa lo mejor de la ingeniería y la arquitectura de nuestro país. Levantamos una edificación de 12 pisos en pleno centro histórico de Bogotá, rodeados de las mayores edificaciones que representan el patrimonio del país. Para cumplir con el plan de conservación del patrimonio de la zona, se construyeron cuatro pisos bajo la superficie, con 30 metros de profundidad. Se trata de una edificación de más de 17 mil metros cuadrados, con una inversión superior a los $130 mil millones. Una de las cosas más meritorias de esta obra es que logramos sacarla adelante en medio de una pandemia sin precedentes”, dijo el Ministerio de Cultura.
Pero, además de albergar diferentes muestras artísticas, también será el hogar de obras del artista bogotano Pedro Ruiz, en las que retrató a Delia Zapata ondeando un vestido que se convierte en una flor. Esta fue la ganadora de una convocatoria del Ministerio de Cultura, que se realizó en diciembre del año pasado.
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El pasado se une con el presente en este nuevo centro cultural, cuya base fue una casa colonial del siglo XIX y también con el candelabro que colgó en la sala principal del Teatro Colón hasta 2008, año en que comenzó la restauración del teatro. Ahora esta la lámpara que fue elaborada en Checoslovaquia y traída al país en el marco de la IX Conferencia Panamericana de 1948 y que estuvo guardada en el Archivo General de la Nación, la que puede ser apreciada en la sala Delia Zapata, de la extensión del Teatro Colón.
El corazón de Bogotá albergaba una casa colonial, la Casa Liévano, que durante los últimos años atravesó una restauración para convertirse en el nuevo Centro Nacional de las Artes, como extensión del Teatro Colón.
“Por décadas los artistas y gestores culturales de Colombia soñaron con un gran centro para la formación y promoción de las artes. Hoy ese sueño es una realidad. Desde el Gobierno Nacional estamos entregando a los colombianos el Centro Nacional de las Artes, la extensión del Teatro Colón en sus 130 años. Esta es la infraestructura cultural más grande de Colombia construida por el Ministerio de Cultura en sus 25 años de existencia. Este centro, que abre sus puertas al público, es un escenario moderno de talla mundial con los más altos estándares para la producción y la exhibición artística y cultural”, afirman desde el Ministerio de Cultura.
A dos cuadras de la Plaza de Bolívar se encuentra este escenario cultural que espera recibir a 1.500 artistas. Las salas están dotadas con la tecnología necesaria para presentar espectáculos de talla internacional. A través de este centro también se impulsarán procesos formativos en artes con el Diplomado de Artes Performativas junto al Goethe Institute y la compañía de danza Cirquito Liquen. Por otro lado, trabajará los tres proyectos de la Fundación Nacional Batuta, junto con talleres formativos en diferentes áreas artísticas, como maquillaje, zapatería y vestuario.
Con 12 pisos y más de 17.000 metros cuadrados, este nuevo templo de las artes y la cultura será el hogar de tres salas, dos dedicadas a íconos culturales colombianos: Fanny Mikey y Delia Zapata Olivella, y una para ensayo de orquesta sinfónica.
“El Centro Nacional de las Artes es un tributo al aporte de la mujer a la cultura colombiana. La principal sala de este centro lleva el nombre de Delia Zapata, gran precursora de la danza folclórica, que rompió esos patrones de exclusión y fue la primera mujer negra en presentarse en el Teatro Colón. La novedosa sala experimental lleva el nombre de Fanny Mikey, otra gran mujer que desde el Teatro Nacional engrandeció nuestra cultura. En este Centro Nacional de las Artes se van a formar las nuevas generaciones de grandes artistas de Colombia, y desde aquí vamos a visibilizar el talento de las regiones de nuestro país y toda la diversidad cultural de Colombia”, cuentan desde el Ministerio.
A partir de julio, los colombianos disfrutarán de la programación del Centro Nacional de la Artes, la cual, según la ministra de Cultura, Angélica Mayolo, es “incluyente y diversa, mostrará la riqueza cultural de las distintas regiones del país y, sin duda, se convertirá también en un gran instrumento de promoción de turismo cultural”. Y continuó la ministra: “Queremos que la programación refleje la riqueza cultural de Colombia y que se convierta en una oportunidad de visibilizar a los artistas, de generar ingresos para ellos, pero también de que puedan llegar a Colombia extranjeros a visitar nuestro Centro Nacional de las Artes”.
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Con una inversión de más de $130 mil millones en todos sus espacios, la megaobra estuvo en desarrollo durante seis años. La sala dedicada a la bailarina y gestora cultural Delia Zapata Olivella tiene los elementos necesarios para la puesta en escena de obras de ballet y ópera, como un foso motorizado de orquesta y una ampliación de la silletería para el público. Mientras que la sala Fanny Mikey, dedicada a la directora y gestora cultural, cuenta con una capacidad equiparable al complejo Teatral San Martín de Buenos Aires, el Centro Cultural Gabriela Mistral de Santiago de Chile o el complejo cultural Ciudad de las Artes de Río de Janeiro, en Brasil.
“Este Centro Nacional de las Artes representa lo mejor de la ingeniería y la arquitectura de nuestro país. Levantamos una edificación de 12 pisos en pleno centro histórico de Bogotá, rodeados de las mayores edificaciones que representan el patrimonio del país. Para cumplir con el plan de conservación del patrimonio de la zona, se construyeron cuatro pisos bajo la superficie, con 30 metros de profundidad. Se trata de una edificación de más de 17 mil metros cuadrados, con una inversión superior a los $130 mil millones. Una de las cosas más meritorias de esta obra es que logramos sacarla adelante en medio de una pandemia sin precedentes”, dijo el Ministerio de Cultura.
Pero, además de albergar diferentes muestras artísticas, también será el hogar de obras del artista bogotano Pedro Ruiz, en las que retrató a Delia Zapata ondeando un vestido que se convierte en una flor. Esta fue la ganadora de una convocatoria del Ministerio de Cultura, que se realizó en diciembre del año pasado.
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El pasado se une con el presente en este nuevo centro cultural, cuya base fue una casa colonial del siglo XIX y también con el candelabro que colgó en la sala principal del Teatro Colón hasta 2008, año en que comenzó la restauración del teatro. Ahora esta la lámpara que fue elaborada en Checoslovaquia y traída al país en el marco de la IX Conferencia Panamericana de 1948 y que estuvo guardada en el Archivo General de la Nación, la que puede ser apreciada en la sala Delia Zapata, de la extensión del Teatro Colón.