“El paisaje es lo más tradicional y contemporáneo que hay en la historia del arte”

¿Por qué el paisaje?

Porque el paisaje es lo más tradicional y contemporáneo que hay en la historia del arte. Nosotros los encontramos desde lo más antiguo que podemos pensar. Se volvió fundamental en una época de la historia del arte. En Colombia fue tan importante, que fue una escuela, la Escuela de la Sabana, y Antonio Barrera fue uno de los artistas principales, nuestros grandes maestros en la historia del arte, tanto contemporánea como moderna, porque él murió en una época moderna, pero fue muy contemporáneo. Se me ocurrió hacerle un homenaje de una forma más vivo que muerto, teniendo la posibilidad de hacerles un recordatorio a los colombianos y al mundo de Barrera, entonces invité a artistas contemporáneos que hacen el paisaje como un hilo conductor en su carrera para que acompañaran esta exposición, cuyo título es también muy romántico, Nos une el paisaje. Un paisaje siempre va a tener cabida en las casas.

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¿De dónde salió su interés por Antonio Barrera y el paisaje?

Ese es otro cuento muy romántico. Crecí en París, soy de Nueva Orleans, estuve entre París, Bogotá y Nueva Orleans. Mi tío es un gran pintor, Gustavo Vejarano, que también exhibe aquí y desde que puedo caminar, conocí a estos pintores en París. Recuerdo que Darío Morales me llevaba al Louvre a ver a Rubens, cuando lo que quería era estar jugando fútbol, por ejemplo. Gracias a esto, a temprana edad me enamoré del arte. Tuve un particular vínculo emocional con nuestros pintores en París. Cuando me volví galerista, hace 22 años, mi primera exhibición, llamada Caminando entre París y Bogotá. Y hace 15 años tuve la oportunidad de hacer una exhibición llamada Redescubriendo Barrera, de la que salió un libro con un documental. Adoro a Barrera, lo respeto. Como coleccionista tengo Barreras, quisiera que todo el mundo tuviera un buen Barrera, porque es de verdad de nuestras leyendas e íconos nacionales como pintor y, además, son nuestros paisajes.

¿Cuál es la importancia del paisaje?

Este es un género que merece ser resaltado, porque en la historia del arte contemporáneo, moderno y antiguo el paisaje siempre ha tenido su lugar. Asimismo, en Colombia, teniendo tan lindos paisajes, hay muchos artistas que por ende crean en este género. Han cambiado un poco los capítulos del paisaje, especialmente en esta edad tan contemporánea. Ya no todo es el paisaje tradicional, hay paisajes no contemplativos, paisajes políticos, paisajes sociales, paisajes con técnicas o materiales diferentes en la forma del uso. Pero siguen siendo paisajes y somos fuertes en el paisaje. Y la gente a veces necesita un recordatorio de que el paisaje siempre ha estado ahí y siempre ha sido algo muy importante en la evolución del arte, en la historia del arte y actualmente en la parte contemporánea del arte. No todo tiene que ser conceptual. A veces una obra linda que la entiendes y que te llega a tu corazón y que te llega a tu alma, no necesitas material.

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¿Qué mensaje puede transmitir un paisaje?

Un paisaje puede transmitir muchos mensajes. Diría que el mensaje más importante es que si lo compraste es porque te llegó a tu alma, a tu corazón, te recuerda algo en la infancia o un lugar donde quieres estar. Es un sitio donde tu imaginación puede ir en el lienzo, o puede ir en el objeto. Es una distracción de la realidad, es una inclusión de lo que más tú amas afuera, dentro del sitio más privilegiado e importante en tu vida, que es tu casa. Sin tanto pretexto, tanta pretensión, no necesitas al curador ni al crítico para entenderlo. Y si te llegó al alma es porque ese paisaje tuvo algo que te afectó. Y sí, sigue siendo contemporáneo, porque si no te afectó, entonces no lo compras. Y el observador es parte de la interacción con esta exhibición también, especialmente en muchas piezas. Pero, además, la curadora fue la casa. Siempre he sido privilegiado de tener casas que son monumentos nacionales, arquitectónicos, patrimonios y con casas tan importantes, siempre he dicho que la curadora es la casa. Entonces, la idea fue pensar la exhibición y mostrar las obras dentro de la casa con sus muebles para que se puedan apreciar en contexto. Cada obra pidió estar en esa pared, porque era la importancia de esa obra.

¿Qué significados se pueden sacar de ese título “Nos une el paisaje”?

Es decir que el arte nos une, particularmente el paisaje. Que Colombia es fuerte en artistas importantes, que hay temas románticos, antiguos, contemporáneos, fáciles de interpretar y simplemente más lindos para visualizar, como el paisaje. Y Colombia siendo un país tan rico en tantos paisajes alternos y diversos, también es muy rico en artistas que pintan estas vistas. Al ver esta exhibición, que tiene 98 obras, uno se da cuenta de que es algo realmente universal, porque son paisajes que uno puede decir, no solo existen en Colombia, y el recorrido no es solo figurativo. Aquí también hay abstracción, paisajes no contemplativos, medios alternos, conceptual. Es interesante ver cómo un tema tan tradicional puede ser todavía muy contemporáneo en todos los medios y técnicas.

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¿Por qué el paisaje?

Porque el paisaje es lo más tradicional y contemporáneo que hay en la historia del arte. Nosotros los encontramos desde lo más antiguo que podemos pensar. Se volvió fundamental en una época de la historia del arte. En Colombia fue tan importante, que fue una escuela, la Escuela de la Sabana, y Antonio Barrera fue uno de los artistas principales, nuestros grandes maestros en la historia del arte, tanto contemporánea como moderna, porque él murió en una época moderna, pero fue muy contemporáneo. Se me ocurrió hacerle un homenaje de una forma más vivo que muerto, teniendo la posibilidad de hacerles un recordatorio a los colombianos y al mundo de Barrera, entonces invité a artistas contemporáneos que hacen el paisaje como un hilo conductor en su carrera para que acompañaran esta exposición, cuyo título es también muy romántico, Nos une el paisaje. Un paisaje siempre va a tener cabida en las casas.

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¿De dónde salió su interés por Antonio Barrera y el paisaje?

Ese es otro cuento muy romántico. Crecí en París, soy de Nueva Orleans, estuve entre París, Bogotá y Nueva Orleans. Mi tío es un gran pintor, Gustavo Vejarano, que también exhibe aquí y desde que puedo caminar, conocí a estos pintores en París. Recuerdo que Darío Morales me llevaba al Louvre a ver a Rubens, cuando lo que quería era estar jugando fútbol, por ejemplo. Gracias a esto, a temprana edad me enamoré del arte. Tuve un particular vínculo emocional con nuestros pintores en París. Cuando me volví galerista, hace 22 años, mi primera exhibición, llamada Caminando entre París y Bogotá. Y hace 15 años tuve la oportunidad de hacer una exhibición llamada Redescubriendo Barrera, de la que salió un libro con un documental. Adoro a Barrera, lo respeto. Como coleccionista tengo Barreras, quisiera que todo el mundo tuviera un buen Barrera, porque es de verdad de nuestras leyendas e íconos nacionales como pintor y, además, son nuestros paisajes.

¿Cuál es la importancia del paisaje?

Este es un género que merece ser resaltado, porque en la historia del arte contemporáneo, moderno y antiguo el paisaje siempre ha tenido su lugar. Asimismo, en Colombia, teniendo tan lindos paisajes, hay muchos artistas que por ende crean en este género. Han cambiado un poco los capítulos del paisaje, especialmente en esta edad tan contemporánea. Ya no todo es el paisaje tradicional, hay paisajes no contemplativos, paisajes políticos, paisajes sociales, paisajes con técnicas o materiales diferentes en la forma del uso. Pero siguen siendo paisajes y somos fuertes en el paisaje. Y la gente a veces necesita un recordatorio de que el paisaje siempre ha estado ahí y siempre ha sido algo muy importante en la evolución del arte, en la historia del arte y actualmente en la parte contemporánea del arte. No todo tiene que ser conceptual. A veces una obra linda que la entiendes y que te llega a tu corazón y que te llega a tu alma, no necesitas material.

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¿Qué mensaje puede transmitir un paisaje?

Un paisaje puede transmitir muchos mensajes. Diría que el mensaje más importante es que si lo compraste es porque te llegó a tu alma, a tu corazón, te recuerda algo en la infancia o un lugar donde quieres estar. Es un sitio donde tu imaginación puede ir en el lienzo, o puede ir en el objeto. Es una distracción de la realidad, es una inclusión de lo que más tú amas afuera, dentro del sitio más privilegiado e importante en tu vida, que es tu casa. Sin tanto pretexto, tanta pretensión, no necesitas al curador ni al crítico para entenderlo. Y si te llegó al alma es porque ese paisaje tuvo algo que te afectó. Y sí, sigue siendo contemporáneo, porque si no te afectó, entonces no lo compras. Y el observador es parte de la interacción con esta exhibición también, especialmente en muchas piezas. Pero, además, la curadora fue la casa. Siempre he sido privilegiado de tener casas que son monumentos nacionales, arquitectónicos, patrimonios y con casas tan importantes, siempre he dicho que la curadora es la casa. Entonces, la idea fue pensar la exhibición y mostrar las obras dentro de la casa con sus muebles para que se puedan apreciar en contexto. Cada obra pidió estar en esa pared, porque era la importancia de esa obra.

¿Qué significados se pueden sacar de ese título “Nos une el paisaje”?

Es decir que el arte nos une, particularmente el paisaje. Que Colombia es fuerte en artistas importantes, que hay temas románticos, antiguos, contemporáneos, fáciles de interpretar y simplemente más lindos para visualizar, como el paisaje. Y Colombia siendo un país tan rico en tantos paisajes alternos y diversos, también es muy rico en artistas que pintan estas vistas. Al ver esta exhibición, que tiene 98 obras, uno se da cuenta de que es algo realmente universal, porque son paisajes que uno puede decir, no solo existen en Colombia, y el recorrido no es solo figurativo. Aquí también hay abstracción, paisajes no contemplativos, medios alternos, conceptual. Es interesante ver cómo un tema tan tradicional puede ser todavía muy contemporáneo en todos los medios y técnicas.

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