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La subasta, que ha suscitado la atención del mercado nacional e internacional, arrancará el 18 de enero a las 15.00 hora local (14.00 GMT) y se prolongará veinticuatro horas para recibir eventuales ofertas.
La Villa de la Aurora es la residencia histórica de la familia Ludovisi, cuna de cardenales y hasta de dos papas a lo largo de la historia, y el juez ha ordenado su subasta porque los herederos de su último propietario, Nicolò Boncompagni Ludovisi, fallecido en 2018, eran incapaces de mantenerla y debían saldar una deuda tributaria.
Este palacio, de seis plantas y rodeado de un gran jardín, es todo un tesoro debido a que en el techo de una de sus salas esconde el único mural que se conoce de Caravaggio, la representación de los dioses Júpiter, Neptuno y Plutón.
Pero no solo eso, sino que además cuenta con numerosas piezas de arte, como el fresco que da nombre a la villa, la alegoría de la Aurora, obra de Guercino, exponente del barroco romano, así como de otros pintores como Dominichino, Paul Bril o Giambattista Viola.
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En la actualidad, en el edificio vive la actriz estadounidense Rita Jenrette, viuda del aristócrata Nicolò Boncompagni Ludovisi, de quien heredó también el título de “princesa”.
El juez ha determinado el precio de salida en 353 millones de euros (unos 400 millones de dólares), aunque el perito lo elevó a 471 millones (unos 530 millones de dólares), mientras los historiadores insisten en que su valor es imponderable.
En los últimos días se ha lanzado una campaña a través de Change.org para que el Estado italiano se haga con este palacio debido a su altísimo valor histórico y cultural, por el que el fundador de Microsoft, Bill Gates, llegó a ofrecer unos 200 millones de dólares hace quince años, explicó a Efe la heredera.
Pero, según la legislación, el Estado solo puede ejercer el derecho de preferencia dentro de un plazo de sesenta días después de que un particular haya adquirido la propiedad y por una cifra más alta.
Por el momento, el Gobierno no ha aludido a esta posibilidad, también porque podría interferir en la subasta, pero fuentes del Departamento de Cultura señalan que el precio de salida equivale a una quinta parte del presupuesto ministerial de un año.