Valentina Serna tiene tres hijas y es médica graduada de la Universidad de los Andes.
Foto: Cortesía Valentina Serna
Ni leer libros ni apreciar pinturas ni escribir esos libros ni pintar esos cuadros son garantías. Nadie lee y queda convertido en un intelectual o en una buena persona. Y así con todas las profesiones, pero me centro en las mencionadas por lo que se presume de ellas: siendo periodista cultural he escuchado sobre los saldos de estas disciplinas en las personas. Estoy convencida de que las transformaciones positivas ocurren. De que hay quienes, por ejemplo, comprenden un poco más a la condición humana, y entonces se comprenden ellos. La magia...
Por Laura Camila Arévalo Domínguez
Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaadlarevalo@elespectador.com
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