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                                                                                                                                El periodismo y el chip colonial

                                                                                                                                En este libro se desmenuza sin concesiones algunos de los males de los medios escritos en América Latina.

                                                                                                                                Germán Rey*

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Todo el libro Cómo se escribe un periódico, desde el comienzo hasta el final, es una lección de periodismo, atravesada por algunas ideas persistentes: la defensa de la lengua, la libertad de expresión que según sus palabras “es también una dimensión de la calidad, de las condiciones de trabajo, del desenvolvimiento de los periodistas en los medios”, la crítica a todos los poderes y el misterio descifrable de los consejos de la tribu. Pero entre todas ellas, me impresiona la creencia que tiene Bastenier del periodismo como un oficio de la lengua, una convicción que resalta la precisión de las palabras y que a la vez reniega de las confusiones de la retórica, que desentraña la lógica implacable que fundamenta el hablar y que afirma la necesidad de soltar los lastres que hunden el verdadero sentido de lo que decimos.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Cuando en el año 2000 hice la interpretación de los datos del módulo de libros, lectura y bibliotecas de la encuesta continua de hogares del DANE, advertí, por una parte, la diversificación de las lecturas, y por otra, un leve desplazamiento de la lectura por deber hacia la lectura por placer. Pero cinco años después, cuando ya pude hacer un primer análisis histórico de los datos de lectura en Colombia, constaté que la única lectura que había crecido era la lectura en internet.

                                                                                                                                Años antes Walter Ong confirmó que grandes multitudes de latinoamericanos pasaron directamente de la oralidad a lo audiovisual sin transitar por la cultura ilustrada. Y cuando la movilidad social se acentúa y la educación aumenta, las nuevas tecnologías como internet, paralizan de tajo y para siempre el esperado crecimiento de la prensa escrita. Entre 2003 y 2008, los usuarios de telefonía móvil en Bogotá pasaron de 30 a 91%. La televisión demoró más o menos 30 años para llegar a la misma cobertura.

                                                                                                                                El libro de Bastenier irrita, contradice, lleva la contraria. Es decir, hace pensar. No es un manual, ni mucho menos, un recetario. Está escrito desde la experiencia y una profunda convicción del oficio. Si lo leen sentados en un sofá, les aseguro que no van a dormir tan plácidamente como su autor, el día que lo conocí en la redacción de un periódico.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                * Investigador y Maestro Consejero de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Todo el libro Cómo se escribe un periódico, desde el comienzo hasta el final, es una lección de periodismo, atravesada por algunas ideas persistentes: la defensa de la lengua, la libertad de expresión que según sus palabras “es también una dimensión de la calidad, de las condiciones de trabajo, del desenvolvimiento de los periodistas en los medios”, la crítica a todos los poderes y el misterio descifrable de los consejos de la tribu. Pero entre todas ellas, me impresiona la creencia que tiene Bastenier del periodismo como un oficio de la lengua, una convicción que resalta la precisión de las palabras y que a la vez reniega de las confusiones de la retórica, que desentraña la lógica implacable que fundamenta el hablar y que afirma la necesidad de soltar los lastres que hunden el verdadero sentido de lo que decimos.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Cuando en el año 2000 hice la interpretación de los datos del módulo de libros, lectura y bibliotecas de la encuesta continua de hogares del DANE, advertí, por una parte, la diversificación de las lecturas, y por otra, un leve desplazamiento de la lectura por deber hacia la lectura por placer. Pero cinco años después, cuando ya pude hacer un primer análisis histórico de los datos de lectura en Colombia, constaté que la única lectura que había crecido era la lectura en internet.

                                                                                                                                Años antes Walter Ong confirmó que grandes multitudes de latinoamericanos pasaron directamente de la oralidad a lo audiovisual sin transitar por la cultura ilustrada. Y cuando la movilidad social se acentúa y la educación aumenta, las nuevas tecnologías como internet, paralizan de tajo y para siempre el esperado crecimiento de la prensa escrita. Entre 2003 y 2008, los usuarios de telefonía móvil en Bogotá pasaron de 30 a 91%. La televisión demoró más o menos 30 años para llegar a la misma cobertura.

                                                                                                                                El libro de Bastenier irrita, contradice, lleva la contraria. Es decir, hace pensar. No es un manual, ni mucho menos, un recetario. Está escrito desde la experiencia y una profunda convicción del oficio. Si lo leen sentados en un sofá, les aseguro que no van a dormir tan plácidamente como su autor, el día que lo conocí en la redacción de un periódico.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Por Germán Rey*

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