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El libro cuenta que un grupo de monjes jesuitas enseñó al pintor a usar la cámara oscura, lo que demuestra por primera vez la influencia que tenía la iglesia católica sobre Vermeer (1632-1675), que antes de convertirse al catolicismo era protestante, indica el museo en un comunicado.
El Rijksmuseum, también conocido como museo Nacional de Ámsterdam, organizará en febrero la mayor exposición jamás realizada sobre este pintor del siglo de oro neerlandés, con 28 cuadros.
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La casa de Vermeer en Delft, una ciudad situada entre La Haya y Róterdam, estaba al lado de una misión jesuita que albergaba una iglesia escondida. A finales del siglo XVI, el culto católico fue prohibido por los holandeses calvinistas, pero cerca de un tercio de la población siguió siendo fiel al Vaticano.
Vermeer “muy probablemente entró en contacto con los jesuitas por primera vez en relación con la cámara oscura”, según la biografía que publicará en enero el jefe de Bellas Artes del Rijksmuseum, Gregor Weber.
La cámara oscura, usada bajo diferentes formas desde miles de años, es un instrumento óptico que contiene un cuarto o una caja oscura en la cual se proyecta una imagen exterior a través de un pequeño hoyo.
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“Los efectos luminosos de la cámara también se encuentran en los cuadros de Vermeer, lo que deja pocas dudas de que el artista se inspiró en ella”, afirma el museo. Los jesuitas “consideraban la cámara oscura como una herramienta de observación de la luz divina de Dios”, explicó el museo.
El efecto característico que produce la cámara, con el centro enfocado, pero dejando borrosas otras zonas, es “precisamente lo que realiza Vermeer” en su cuadro “La encajera”, expuesto en el Louvre de París, añadió Weber.
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