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                                                                                                                                Contenido Patrocinado
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                                                                                                                                El poder de los museos

                                                                                                                                Hoy se celebra el Día Internacional de los Museos, como lo estableció el Consejo Internacional de Museos en 1977, y se conmemora “el poder de transformar el mundo que nos rodea. Como lugares incomparables de descubrimiento, nos enseñan sobre nuestro pasado y abren nuestra mente a nuevas ideas”.

                                                                                                                                Andrea Jaramillo Caro

                                                                                                                                Periodista de El Magazín cultural
                                                                                                                                Entrada al Museo del Louvre, en París (Francia).
                                                                                                                                Foto: Getty Images - Getty Images
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                En su asamblea general de 2007, el Consejo Internacional de Museos (ICOM por sus siglas en inglés) definió estos sitios como “una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe el patrimonio material e inmaterial de la humanidad y su entorno con fines educativos, estudio y disfrute”.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Le podría interesar: La reina de Saba y la nueva novela de Laura Restrepo

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Le sugerimos: Daniel Aldana: “Que el ser humano no sea la limitación de sí mismo”

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                                                                                                                                Fue en el siglo XVI cuando se construyó el primer edificio dedicado exclusivamente a exhibir una colección privada. El lugar elegido fue Sabbioneta, cerca de Mantua, donde se configuró el museo hacia 1587 como una ampliación del Palazzo del Giardino, que allí se encuentra. Dentro del Palazzo Uffizi, que se terminó de construir en 1581 y fue encargado por Cosme I de Médici, también se almacenaron distintas obras de arte, que luego, con la extinción de la dinastía en el siglo XVIII, fueron legadas al Estado, al igual que pasó con otras colecciones privadas, que fueron hechas públicas tras años de haber estado disponibles solo para unos pocos.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Sin embargo, esta no es una historia sin detractores. Durante el siglo XIX especialmente críticos de arte se opusieron a su existencia porque los veían como “prisiones del arte y cementerios de la belleza”. Pero con los avances que trajo el siglo XX, estos dejaron de ser solo lugares para admirar y se convirtieron en ejes centrales de la cultura, donde se investiga y se crea.

                                                                                                                                Entrada al Museo del Louvre, en París (Francia).
                                                                                                                                Foto: Getty Images - Getty Images
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                En su asamblea general de 2007, el Consejo Internacional de Museos (ICOM por sus siglas en inglés) definió estos sitios como “una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe el patrimonio material e inmaterial de la humanidad y su entorno con fines educativos, estudio y disfrute”.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Le podría interesar: La reina de Saba y la nueva novela de Laura Restrepo

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Pero, de nuevo, Italia fue el lugar donde comenzó a surgir el concepto moderno de museo. Durante el siglo XV, aunque para un público muy limitado, los Médici dejaban ver su colección de obras, que inició con Lorenzo Médici y que sus descendientes robustecieron en Florencia. En Roma, Erasmo escribió en su diálogo Ciseronianus, de 1528, la forma en la que se estaban empezando a configurar estas colecciones: “Si por casualidad te sucediera ver en Roma los ‘museos’ de los ciceronianos, haz un esfuerzo de memoria, te lo ruego, para acordarte dónde podrías haber visto la imagen del crucificado, de la Santísima Trinidad o de los apóstoles. Habrás encontrado en cambio en todas partes los monumentos del paganismo. Y en cuanto a las pinturas, Júpiter corriendo en forma de lluvia dorada por el pecho de Dánae capta más los ojos que el arcángel Gabriel anunciando a la santísima Virgen su divina concepción”.

                                                                                                                                Le sugerimos: Daniel Aldana: “Que el ser humano no sea la limitación de sí mismo”

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Fue en el siglo XVI cuando se construyó el primer edificio dedicado exclusivamente a exhibir una colección privada. El lugar elegido fue Sabbioneta, cerca de Mantua, donde se configuró el museo hacia 1587 como una ampliación del Palazzo del Giardino, que allí se encuentra. Dentro del Palazzo Uffizi, que se terminó de construir en 1581 y fue encargado por Cosme I de Médici, también se almacenaron distintas obras de arte, que luego, con la extinción de la dinastía en el siglo XVIII, fueron legadas al Estado, al igual que pasó con otras colecciones privadas, que fueron hechas públicas tras años de haber estado disponibles solo para unos pocos.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Francia fue el lugar donde se comenzaron a dar estas exhibiciones públicas, en particular en Arlés, donde en 1614 se presentó una colección pública de antigüedades romanas. Con el tiempo y la desaparición de dinastías y familias aristocráticas, más y más museos fueron abriendo sus puertas a todo el público y se fueron convirtiendo en elementos claves de las ciudades. En su texto, Fernández cuenta que “desde la segunda mitad del siglo XVIII algunas colecciones pasan a ser patrimonio nacional, constituyendo el inicio de la apertura de los grandes museos. Los más prematuros fueron el Museo Británico de Londres (1753), la Galería de Kassel, abierta al público por Guillermo IV en 1760, y el Louvre, en 1798”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Según el autor, esto responde a varias razones entre las que se encuentran: la socialización de bienes posterior a la Revolución francesa, en 1789; la venta de bienes eclesiásticos, el colonialismo y el estudio de nuevas culturas, y el Romanticismo como nostalgia por la antigüedad. A finales del siglo XVII y principios del XIX se comienzan a distinguir las tipologías de museo por el tema que tratan, como arte o ciencias naturales, entre otros, aunque algunos sitúan este cambio en el siglo XX, cuando se impulsa una forma más moderna de exhibición.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Para Fernández Arenas, “el museo es un edificio singular para conservar obras de arte, donde el objeto, las obras, son más importantes que el sujeto, los visitantes. Las obras se amontonan en salas, cubriendo espacios, superficies, estanterías y vitrinas, esperando una ordenación y clasificación, como las especies naturales. Se datan, se estudia la técnica, se ordenan por autores y escuelas. Las preocupaciones de conservación se manifiestan en restauraciones y su presentación dentro del museo, estudiando la iluminación adecuada. Son las preocupaciones del siglo XIX y principios del XX, tal como se deduce de los boletines, revistas y catálogos de la época. El órgano más característico de este primer largo momento de la ciencia de los museos es la revista Museion, publicada desde 1927. Es un período amplio, dominado por la museografía y el inicio de la historia del arte”.

                                                                                                                                Sin embargo, esta no es una historia sin detractores. Durante el siglo XIX especialmente críticos de arte se opusieron a su existencia porque los veían como “prisiones del arte y cementerios de la belleza”. Pero con los avances que trajo el siglo XX, estos dejaron de ser solo lugares para admirar y se convirtieron en ejes centrales de la cultura, donde se investiga y se crea.

                                                                                                                                Por Andrea Jaramillo Caro

                                                                                                                                Periodista y gestora editorial de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en temas de artes visuales e historia del arte. Se vinculó como practicante en septiembre de 2021 y en enero de 2022 fue contratada como periodista de la sección de Cultura.@Andreajc1406ajaramillo@elespectador.com

                                                                                                                                Temas recomendados:

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