El resurgir de Ságan
Luego de dos años de pausa musical, el dúo electrónico regresa al escenario este jueves 17 de marzo en un concierto en el Teatro Charlot. Ese día también realizarán el lanzamiento oficial de su nuevo sencillo “Verdad”.
Danelys Vega Cardozo
Una red social fue el medio que, hace ocho años, facilitó la unión musical entre María Mónica Gutiérrez y Felipe Ortega, porque este último, quien conocía previamente a Gutiérrez por ser una de las integrantes de la agrupación Suricato, se atrevió un día a contactar a la cantante por Facebook para hacerle una proposición: una colaboración musical. Inicialmente, ella sería la encargada de añadir su voz a alguna de las canciones que tenía Ortega, pero, al final, no fue solo una, sino varias, hasta el punto de que terminaron creando su primer disco: Cada célula. Y a partir de ahí surgió Ságan.
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Una red social fue el medio que, hace ocho años, facilitó la unión musical entre María Mónica Gutiérrez y Felipe Ortega, porque este último, quien conocía previamente a Gutiérrez por ser una de las integrantes de la agrupación Suricato, se atrevió un día a contactar a la cantante por Facebook para hacerle una proposición: una colaboración musical. Inicialmente, ella sería la encargada de añadir su voz a alguna de las canciones que tenía Ortega, pero, al final, no fue solo una, sino varias, hasta el punto de que terminaron creando su primer disco: Cada célula. Y a partir de ahí surgió Ságan.
“Ságan empezó, digamos, que por un interés mío de hacer una música que no se estaba escuchando a nivel nacional, que es la música electrónica un poco alejada de la rumba; del dance, de todo este contexto, y más traída hacía la música pop, por decirlo así, pero un poco más tirado hacía lo experimental y hacía lo textural”, comenta Felipe Ortega.
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La agrupación pensó que aquella música tal vez sería del agrado de unas cuantas personas, quizá sería apreciada por su círculo más cercano, pero no fue así. A la semana del lanzamiento de su primer EP recibieron una llamada, en ella les hicieron una solicitud: ser los encargados de abrir el concierto del cantante Esteman en Cine Tonalá. Las puertas se siguieron abriendo. Terminaron tocando en el Festival Estéreo Picnic, luego fueron invitados a un festival organizado por la revista Rolling Stones. Y como esos eventos musicales hubo otros más.
Lanzaron en 2018 “II”, su segundo disco, compuesto por doce canciones. En él le dieron un mayor protagonismo a la música pop. Y un día tomaron la decisión de hacer una pausa en el camino. “A veces tenemos que parar para saber qué queremos, porque el automático es muy fuerte”, dice Ortega. Tan fuerte puede ser el “automático” que ocasiona que la esencia se pierda y que el para qué se extravié, para Ortega eso fue lo que le pasó a Ságan. Entonces se hizo necesario bajar la velocidad. No sabían si aquello iba a ser una pausa final o simplemente sería un “respiro”.
Mientras tanto, María Mónica Gutiérrez emprendió un viaje a más de 8.000 kilómetros de distancia, se fue a vivir a Londres a realizar una maestría. Por su parte, Felipe Ortega continuó trabajando como productor musical de diferentes bandas emergentes, a su vez se dedicó a sacar adelante un proyecto como solista y a dictar clases de producción musical en la Universidad El Bosque. Hasta que, en 2020, en medio de la pandemia, ambos artistas retomaron la comunicación y volvieron a unirse en la distancia. Las videollamadas por Zoom se volvieron frecuentes. La conexión seguía latente. Entonces Ságan resurgió. Hace un año empezaron a trabajar en su nuevo disco. Desde Bogotá, Ortega se encargó de la parte instrumental de las canciones y, luego, desde Londres, Gutiérrez les añadió la letra.
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Y en medio del proceso se dieron cuenta de que había una temática que se repetía en las canciones: el amor. Entonces volvieron esa casualidad el hilo conductor de su nuevo EP. El amor visto desde varias ópticas. El amor de pareja, pero también el amor que surge de la amistad, el amor por la vida, por Dios, y, por supuesto, el amor propio. “Digamos que es una exploración de las diferentes formas en que se plantea el amor y lo que no es amor también, porque a veces uno confunde el amor con otras cosas, como el apego”. Y, de hecho, el amor inspiró a “Verdad”, el primer sencillo de su nuevo disco. Una canción pop, pero “envuelta en timbres y sonidos sintéticos, que siguen las reglas de la música electrónica”, menciona Felipe Ortega.
El jueves 17 de marzo, a las 8:00 p.m., en el Teatro Charlot, ofrecerán un concierto donde harán el lanzamiento oficial de “Verdad”, la canción ya cuenta con un videoclip y se encuentra disponible en distintas plataformas digitales. Afirma Ortega que hasta el momento su nuevo sencillo ha tenido un gran recibimiento, así como el concierto que se avecina. En un mes y medio, aproximadamente, pretenden lanzar la segunda canción que hace parte de su tercer EP. En total son seis canciones más las que darán a conocer este 2022. Y a mitad de año partirán a una gira por Estados Unidos. “Aunque para nosotros el primer disco fue el mejor, lo que viene, creo, que igual es más interesante”, asegura Ortega.
Tanto la electrónica como el pop están presentes en su nuevo disco. Sin embargo, hay un elemento adicional que consideran es el más importante: la honestidad. Honestidad con ellos y con el público. El resultado ya no los atormenta. Prefieren hacer lo que les nace, lo que les gusta. Al fin de cuentas, como dice Ortega, “si un trabajo es honesto, hay audiencia”.