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El director de la ejecutiva nacional de SAG-AFTRA, Duncan Crabtree-Ireland, detalló que Replica Studios tendrá que contar con el consentimiento informado de los intérpretes y garantizarles un "almacenamiento seguro" de sus contenidos de voz antes de poder usar la IA.
“Se trata de un paso hacia adelante. La IA no es algo que podamos bloquear o detener”, afirmó Crabtree Ireland desde la Feria Electrónica de Consumo (CES, en inglés), que se celebra desde este martes y hasta el viernes en Las Vegas (EE. UU.), para añadir que “estas condiciones” no alterarán la “capacidad” de los actores para “crear contenidos”.
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El acuerdo con Replica Studios, una plataforma que se vale de IA para generar "éticamente" audio de videojuegos y películas, podría servir para impulsar las negociaciones que SAG-AFTRA, representante de actores de doblaje además de intérpretes de Hollywood, está tratando de cerrar con una amplia coalición de estudios de videojuegos.
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Aunque, por el momento, continúa en el aire y el segmento de SAG-AFTRA que engloba a los actores de voz para videojuegos, ya cuenta con una autorización de huelga que están preparados para utilizar, según declaró Crabtree-Ireland hace varias semanas.
Las huelgas afectarían a empresas punteras en el sector como Activision, Blindlight, Disney Character Voices, Electronic Arts, Epic Games o VoiceWorks Productions, entre otras.
“Espero que las empresas de videojuegos tomen esto como inspiración para ayudarnos a avanzar en esa negociación”, aseguró el también encargado del gestar el último convenio colectivo que vincula a los actores de Hollywood con la Alianza de Productores de Cine y Televisión de EE. UU. (AMPTP) para los siguientes tres años.
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Aquellas negociaciones con los grandes estudios de cine y plataformas de 'streaming' mantuvo a la industria audiovisual estadounidense paralizada durante 118 días, desde el 14 de julio hasta el 9 de noviembre del año pasado.
Durante esa histórica huelga, la primera conjunta de guionistas y actores en seis décadas, la regulación del uso de la IA para replicar la imagen de los actores fue precisamente uno de los puntos más controvertidos que enquistaron el conflicto.
SAG-AFTRA acabó dando el visto bueno a un modelo en el que los estudios deben comunicar de forma clara que quieren contar con el derecho de replicar con IA las actuaciones a cambio de una compensación económica que satisfaga a los intérpretes.