La coreógrafa Dorothée Munyaneza participó en la banda sonora de la película "Diamante de sangre". / Nelson Sierra G.
Oscuridad. Luego, como faros en un mar nocturno, 16 lámparas se encienden. De la esquina de la sala aparece una figura que se desliza entre las lámparas como un espectro. Dorothée Munyaneza eleva los brazos con cada paso que da, como en un ritual, invitando a que un espíritu hable a través de ella. Como bailarina, cantante y coreógrafa, toma el micrófono para cantar al ritmo de los tambores que suenan de fondo y camuflan una disonancia sonora, que actúa como un presagio de la historia que está por revelarse.
Por Andrea Jaramillo Caro
Periodista y gestora editorial de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en temas de artes visuales e historia del arte. Se vinculó como practicante en septiembre de 2021 y en enero de 2022 fue contratada como periodista de la sección de Cultura.@Andreajc1406ajaramillo@elespectador.com
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