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¿Cuáles son los retos de hacer un estudio como el de la Cámara Colombiana del Libro?
Desde el 2017 no recibíamos información. Han pasado casi siete años desde la última vez que tuvimos datos de lo que estaba pasando con el libro y la lectura. Hicimos un estudio para analizar la situación y tener claro el panorama hasta octubre de 2023. Esto nos mostró que, afortunadamente, la gente está leyendo más, sobre todo, los niños y las personas mayores. Después de la pandemia se demostró que el 45 % de ellos han leído en un mayor porcentaje. Una de las preguntas que hicimos fue cómo les estaban leyendo a los niños en sus casas, entre otras. Todas las respuestas son cifras que nos mostraron que las políticas públicas de los años anteriores han dado resultado y nos indicaron cómo las podemos mejorar para pasar de un 3,7 per cápita a un 5, por ejemplo, que sería un índice más fuerte y sólido. Creo que las cifras son buenas y lo que nos permite hacer esta encuesta es ver dónde estamos y decidir hacia dónde seguimos.
¿Qué planes incrementarán antes de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBO) para incrementar el número de lectores?
Presentaremos este estudio a los alcaldes de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga, en primer lugar. Como ellos están recién posesionados y diseñando sus planes de desarrollo, queremos que incluyan el libro y la lectura entre estos. Ese es el primer paso antes de la FILBO.
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¿Por qué es importante que las personas lean más libros?
Porque definitivamente la lectura está asociada al progreso, a la paz y a muchas otras cosas muy importantes. Las sociedades más desarrolladas son las más lectoras. Si Colombia es un país de lectores, seguramente será una nación más avanzada económicamente, más justa y vivirá con más paz. Todos estos son efectos de tener una población educada.
Hace poco publicaron el listado de los libros que más leyeron los colombianos en 2023. El género con mayor presencia fue la autoayuda, ¿qué nos dice esto sobre los hábitos de lectura de las personas?
Quiero hacer una aclaración: todos los libros son de autoayuda. Estos textos que aparecieron en la lista obedecen a temas que a la gente, tal vez, no le enseñaron. Por ejemplo, el manejo del tiempo, la educación financiera y la formación de hábitos de alimentación más sanos, entre otros. En los libros la gente está encontrando información que llena vacíos de temas educativos, no es únicamente que les digan: “Usted se va a volver rico mañana”, sino que le estén diciendo que su dinero lo puede manejar de esta forma, se debe alimentar así para tener una mejor salud o debe administrar el tiempo distinto si quiere optimizarlo. Son, básicamente, libros de este tipo, pero también había textos de literatura de autores como Isabel Allende y Héctor Abad Faciolince. Había textos de todo tipo, lo que pasa es que nombramos únicamente 25, pero la lista es más extensa.
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¿Qué libro lo ha ayudado a usted?
Cualquiera. Cuando leo un libro, aprendo algo. En este momento estoy leyendo uno sobre lo que está pasando con el calentamiento global y estoy aprendiendo una cantidad de cosas que no sabía. Con cada libro se aprende algo nuevo. Por eso creo que, en el fondo, todos los libros terminan siendo de autoayuda, porque, en lo mínimo, enseñan a escribir.
¿Qué puede decir en cuanto a la producción de libros?
Nosotros tenemos las cifras de 2022, porque aún no están listas las del año pasado. Pero las presentaremos en la FILBO. Hablaremos sobre la producción, las ventas, la exportación...
