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“Declaración pública de la mesa de poesía integrada por Andrea Cote Botero, Mary Grueso y Rómulo Bustos Aguirre
Las declaraciones del embajador Luis Guillermo Plata previas a la Feria del libro de Madrid fueron lesivas. Partieron de un total desconocimiento de lo literario, pero sirvieron para abrir un debate urgente sobre censura a autores críticos del gobierno. La denominación “neutro” es inaceptable para cualquier escritor porque, como afirma la poeta norteamericana Alice Notley, una voz poética se alimenta siempre del coraje. Toda poesía es resistencia.
¿Por qué asistir entonces a un escenario viciado de censuras? Consideramos que dejar vacío nuestro sitio es negar un lugar a ese espacio de resistencia simbólica que es la poesía, en un momento de nuestro país y del mundo en que absolutamente necesario no permanecer en silencio, negar un lugar a un hacer literario cuya exclusión sistemática se ha normalizado en las representaciones internacionales de nuestro país, sean ellas oficiales o no oficiales. Igualmente sería negar visibilidad a regiones tradicionalmente marginadas, como el Pacífico y la costa Caribe, a la literatura escrita por mujeres y las llamadas minorías étnicas, tal como efectivamente están presentes en esta Mesa de Poesía.
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Queremos también dejar constancia de algo que resulta realmente inquietante:
De los varios textos que han surtido la polémica proveniente de articulistas y de los propios escritores se parte de proponer un listado canónico, un elenco de escritores excluidos pese a su significación en la literatura colombiana. Se trataría de un verdadero agravio a la gran literatura nacional, de las últimas décadas. Y esto es así. Pero nos parece significativo que en el listado de los faltantes a la Feria se enumera solo novelistas. Curiosamente no se echa de menos poetas u otros géneros como el cuento y el ensayo. Al parecer, se da por sentado que la gran literatura colombiana es solo la que escriben los novelistas actuales. ¿Los excluidos también excluyen? Bucle pernicioso que hay que superar. Y esto sería otro sesgo ideológico tan perverso como el sesgo ideológico abiertamente político del gobierno. ¿La Poesía no solo expulsada por Platón de la república de la literatura sino también por los propios escritores? Esto también nos parece inaceptable.
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Queda, pues, abierto un debate sobre el campo literario, en lo que para algunos supone el defender la pertinencia de un autor porque éste sea “consagrado”. Estos argumentos desconocen un sector esencial del pensamiento literario y la labor de editoriales independientes que apuestan por géneros objeto de marginación como los señalados. Yolanda Reyes, recordaba ante María Jimena Duzán, que es tarea de lo público aportar un balance en la representación cultural, respetando el espacio de aquellos cuyo reconocimiento no puede depender del mercado.
En nuestro caso -aunque también consideramos, en algún momento, declinar la invitación a esta feria- como poetas mujeres, negros y autores de editoriales independientes reclamamos ahora y a futuro la importancia de estos espacios de representación en los que poco se nos invita porque el nuestro es un arte marginal y político por definición”.
Andrea Cote Botero; Mary Grueso; Rómulo Bustos Aguirre.