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El director del Museo Británico, Hartwig Fischer, anunció el viernes su renuncia con efecto inmediato, tras la revelación de robos de sus colecciones a lo largo de años que evidenciaron fallas del sistema de seguridad de la prestigiosa institución londinense.
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“La responsabilidad por esas fallas recae en última instancia en su director”, explicó Fischer, y agregó que el Museo “no respondió con la minuciosidad requerida” a las advertencias recibidas dos años atrás.
La renuncia del historiador alemán había sido anunciada con anterioridad en el mes de julio y esta se efectuaría en 2024. De acuerdo con información de agencias locales, Fischer había estado dispuesto a participar en la búsqueda del sucesor de su cargo.
Según el medio británico, The Telegraph, personal del museo les había comentado que Fischer fue ‘obligado’ a dimitir de su cargo por los robos que se habían estado denunciando antes de que se conociera el caso a nivel mundial.
El museo, situado en el centro de Londres es mundialmente conocido por incluir en sus colecciones piezas como Piedra de Rosetta (fragmento de una estela egipcia que permitió descifrar los jeroglíficos a inicios del siglo XIX) y los Mármoles del Partenón.
La semana pasada, el ‘British’ anunció que había despedido a uno de sus empleados, presunto responsable de los hurtos, y alertado a la policía por objetos “robados o dañados”.
Las piezas desaparecidas incluyen joyería de oro, piedras semipreciosas y cristales de colecciones que abarcan desde el siglo XV antes de la era cristiana hasta el XIX d.C.
La policía de Londres afirmó el jueves que un hombre había sido interrogado por los agentes a cargo de la investigación, pero que hasta el momento no hubo arrestos.
Fischer, historiador de arte alemán, constató al anunciar su renuncia que “el Museo Británico no respondió con la minuciosidad requerida a las alertas de 2021 y al surgimiento reciente del problema en toda su amplitud”.
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Correos electrónicos filtrados por la BBC revelaron que el museo fue alertado en 2021 por un traficante de antigüedades de que se estaban vendiendo obras de sus colecciones en eBay y que ignoraron el aviso.
Eran “pequeñas piezas guardadas en un depósito que pertenecía a una de las colecciones del museo”.
Ninguna figuraba en exposiciones recientes y se utilizaban con fines académicos y de investigación.
Investigación
Fischer indicó que la seguridad del edificio se había reforzado y que expertos externos fueron solicitados para realizar un “inventario definitivo” de las piezas que habían desaparecido o habían sido dañadas.
“Esto nos permitirá enfocar nuestros esfuerzos en recuperar los objetos”. añadió.
El presidente del Museo Británico, George Osborne, indicó que todo el equipo directivo se sintió “extremadamente preocupado al enterarse a principios de año de que piezas de la colección habían sido robadas”.
La prioridad ahora, indicó, es recuperar los objetos, averiguar qué se podría haber hecho para evitar el robo y “hacer todo lo necesario, invirtiendo en seguridad y en los registros de la colección, para asegurarnos de que esto no vuelva a ocurrir”.
Fundado en 1753, el Museo Británico es uno de los más famosos del mundo, con una colección de unos ocho millones de objetos, entre los que se incluyen objetos milenarios del antiguo Egipto, de las civilizaciones a lo largo de la Ruta de la Seda o de Grecia y Roma.
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En los últimos años el establecimiento enfrenta una fuerte presión para restituir objetos que enriquecieron sus colecciones durante la época del Imperio Británico.
Esto incluye una de sus piezas más preciadas, los mármoles del Partenón.
Londres afirma que estos fueron “adquiridos legalmente” en 1802 por el diplomático británico Lord Elgin, que las revendió al Museo Británico.
Pero Atenas sostiene que fueron objeto de “saqueo” cuando el país estaba bajo ocupación otomana.