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Van Gogh: Poets and Lovers (Van Gogh: Poetas y amantes), abierta hasta el próximo 19 de enero, se centra exclusivamente en la época del artista en el sur de Francia, donde primero estuvo en Arles para luego mudarse a Saint-Remy-de-Provence, lugares separados por apenas 25 kilómetros.
En declaraciones, la comisaria invitada de la exposición Cornelia Homburg recordó que fue en Francia donde el artista “dedicó mucho tiempo a pensar en cómo se convertiría en parte del (movimiento) ‘Avant-Garde’ y cómo se haría miembro de aquellos artistas que entonces estaban desarrollando nuevas direcciones en el mundo del arte”.
“Intentamos presentar un aspecto de Van Gogh que no solo se centrara sobre el artista espontáneo, sentimental, y quizá trastornado, sino en alguien muy detallista, con mucha educación, y con mucho conocimiento sobre literatura, arte, música, además de muy vinculado a debates que se celebraban entre artistas, escritores, y músicos en París”, explicó.
La parte “poética” de la obra del pintor, uno de los grandes exponentes del postimpresionismo, tiene también un peso particular, según indica la experta, pues “ya solo el título (de la exhibición) revela que no versa solo sobre el paisaje del Sur de Francia y que hay ideas conceptuales o escenarios imaginativos que Van Gogh desarrolló a fin de crear un arte relevante para su tiempo y para el futuro”.
The #VanGogh exhibition (the Arles and St Remy years) at the @NationalGallery that opens this Saturday is ravishing with paintings still in private hands and rarely seen. Go! pic.twitter.com/fVgN4ctWL6
— Agnes C. Poirier (@AgnesCPoirier) September 11, 2024
La exposición coincide con el bicentenario de la galería londinense y marca también el centenario de la adquisición por parte de este museo en 1924 de las obras Los girasoles y Chair (1888), dos de sus trabajos más venerados y reconocibles.
Precisamente, uno de los cuadros de Los girasoles del pintor creado en la época de Arles y que habitualmente se encuentra en el Museo de Arte de Filadelfia (EE.UU.) se puede contemplar en una de las salas, tras haber salido de ese país por primera vez desde que fue adquirido en 1935.
Aquí se expone junto con otra obra de Los girasoles (1888) comprada por la National Gallery en 1924. Las dos flanquean la pintura de La Berceuse (1889), un retrato de alto valor simbólico cedido por el Museo de Bellas Artes de Boston (Estados Unidos).
Homburg remarcó que es la primera vez que esos cuadros de girasoles se exponen juntos desde 1889, cuando aún se encontraban en el estudio del pintor.
Van Gogh pintó el de la National Gallery en agosto de 1888, mientras que la versión de Filadelfia fue creada en Arles en enero de 1889, reafirmando la fascinación del artista por esa flor.
Al parecer, meses después de crear esas obras, cuando el pintor estaba en Saint-Rémy, ya expresó cómo le gustaría que se dispusieran y, de hecho, envió bosquejos acerca de sus planes decorativos a su hermano Theo en una carta fechada en mayo de 1889.
Sobre su hermano, quien, desde su residencia en París, le mantenía informado constantemente sobre tendencias de la época, la comisaria destacó que se trató de una figura “muy importante para Van Gogh”.