Claudia Piñeiro: “La ultraderecha está pasando del discurso del odio a la acción”

Además de una premiada escritora de ficción, la argentina Claudia Piñeiro es una observadora de la realidad que no esconde sus opiniones sobre los temas que le inquietan y, en los últimos tiempos, una de sus principales preocupaciones es cómo “el discurso de odio de la ultraderecha está pasando a la acción”.

Rosa Díaz- EFE
18 de mayo de 2024 - 02:02 a. m.
La escritora argentina Claudia Piñeiro posa durante la entrevista.
La escritora argentina Claudia Piñeiro posa durante la entrevista.
Foto: EFE - FERNANDO VILLAR
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Este tema, entre muchos otros, emerge en el libro “Escribir un silencio”, que esta semana presenta en España y en el que reúne por primera vez los numerosos textos publicados a lo largo de los años en distintos medios de comunicación, así como algunos discursos.

Piñeiro aclara que en los artículos no menciona ni una sola vez al presidente argentino Javier Milei, pero sí habla de “la ola mundial de ultraderecha” y advierte de que viene con una violencia que no es solo verbal.

“Recientemente, uno de los asesores más cercanos de Milei estuvo en un programa de radio hablando durante una hora en contra de los homosexuales. A los pocos días, un señor quemó a cuatro mujeres lesbianas y tres de ellas murieron. ¿Hay una relación directa? -se pregunta Piñeiro-. Él no dijo ‘anda y quémalas’, pero evidentemente hay un discurso que habilita determinadas acciones”, responde.

Esto no es nuevo, añade, porque durante el debate en Argentina para aprobar la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, en 2018, Piñeira y otras mujeres presenciaron o fueron objeto de episodios de violencia física y los denunciaron, pero no fueron escuchadas.

Las mujeres ven el futuro, pero nadie escucha

“Las mujeres somos como Casandra, el personaje mitológico que ve el futuro pero nadie escucha -afirma-. Recientemente atacaron a un periodista varón y la gente reaccionó, cosa que está muy bien, pero cuando lo decían las feministas eran unas quejosas”.

Los derechos de las mujeres es un tema muy presente en el libro, que recoge el célebre discurso de Piñeiro en la Cámara de Diputados de la Nación Argentina a favor del aborto titulado “Que no nos roben la palabra vida”.

En aquella ocasión, la escritora reivindicaba este concepto porque “los antiabortistas se hacen llamar a sí mismos provida, como si los demás estuviéramos en contra de la vida, cuando no es así”.

Nos quisieron robar la palabra vida y ahora la palabra libertad

“Lo mismo pasa ahora con la palabra libertad, que la ultraderecha se apropió y parece que no la puedes usar si no piensas como ellos”, denuncia. “Cuando, en realidad, sólo hablan de libertad económica, el resto de libertades no las defienden”, matiza.

“En todas las cuestiones que tienen que ver con los derechos sexuales, reproductivos, de las mujeres y de las comunidades LGTBI son absolutamente reaccionarios, no liberales”, añade.

En su opinión, Milei “no tiene argumentos ni invita al pensamiento crítico, solo tiene lemas”; por eso le parece sorprendente que haya pasado de “ser un friki a convertirse en un modelo para otros ultraderechistas, como los españoles de Vox, que lo quieren imitar”.

De hecho, este fin de semana Vox celebrará una convención en Madrid, en la que Milei es uno de los principales invitados.

El discurso de odio es lo contrario a la defensa de la libertad

Otro tema que preocupa seriamente a Piñeiro son “los constantes ataques a la cultura” del gobierno de Milei, “tanto a nivel legislativo como discursivo”.

“Estamos luchando porque no se aprueben esas leyes -señala-, pero también por contrarrestar un discurso horrendo de desprecio hacia la cultura, que es también un discurso de odio y contra la libertad”.

“Presentan a los trabajadores de la cultura como vagos que viven de las ayudas del Estado, cuando no es así -insiste-. Son falsedades, pero como las dicen los gobernantes mucha gente las toma”.

“Hay temas que me interpelan y no me siento cómoda si no digo lo que pienso -concluye la escritora-. Hay mucha gente que tiene cosas que decir pero no tiene un micrófono para hacerlo; por eso cada vez que yo dispongo de uno me siento con la responsabilidad de hablar de lo que pasa a mi alrededor, no me pudo limitar a hablar de literatura”.

Por Rosa Díaz- EFE

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José(70717)19 de mayo de 2024 - 02:23 p. m.
Una intelectual comprometida, como deben ser los intelectuales democráticos, aunque no hayan asumido la intelectualidad orgánica de que hablaba Antonio Gramsci.
Victor(61349)18 de mayo de 2024 - 01:50 p. m.
Los extremos son una opción, la elección debe ser por la filosofía que busca el bien común, es decir la izquierda. Yo no creo en la tibieza para estos asuntos, son sumisos y realmente quieren ocultar sus tendencias fascistas. Lo otro la izquierda no debe tomarse literalmente como un extremo, lo han tergiversado los derechistas ya que estamos en contra de su maldad, en la izquierda están todos los tonos grises, somos acogedores de la condición humana, siempre y cuando no sea la maldad
MIGUEL(12588)18 de mayo de 2024 - 01:35 p. m.
No es que esté pasando, siempre ha sido así.
Mario(24215)18 de mayo de 2024 - 12:50 p. m.
Los extremos sea de derecha o de izquierda son lo peor y atacan a los de centro tildándoles de tibios, y así continuará porque quienes respetamos realmente la paz y el respeto somos los de centro.
Fercho(25932)18 de mayo de 2024 - 12:28 p. m.
en mis palabras " la ultraderecha en todas partes es salvaje" ejemplos muchos: dictaduras, genocidios, paramilitarismo, nazismo, fascismo.....lo triste es que mucha parte de muchos pueblos son así.....da miedo.¡
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