Javier Quintas, director de “La casa de papel”, habló sobre emociones y cine
“Fue muy traumático cuando me tocó dirigir el capítulo de la muerte de Nairobi, matar un personaje como este. Tenía que hacerlo y creo que es uno de los mejores capítulos que he dirigido en mi vida”, cuenta el español Javier Quintas, director de televisión conocido por “La casa de papel”. Fue uno de los invitados al Encuentro de la industria audiovisual en el marco del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias.
Pedro Mendoza
Como si se tratara de uno de los tiempos cumplidos en “La casa de papel”, Javier Quintas llegó al Palacio de la Proclamación, en el centro histórico de Cartagena.
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Como si se tratara de uno de los tiempos cumplidos en “La casa de papel”, Javier Quintas llegó al Palacio de la Proclamación, en el centro histórico de Cartagena.
La cita fue para inaugurar la sexta edición de NIDO, el encuentro de la industria audiovisual que se realiza en el marco del Festival Internacional de Cine de Cartagena.
Es su primera vez en la ciudad y también en América Latina. No está solo, lo acompaña su esposa y sus realizaciones: “Génesis, en la mente del asesino”, “Física o química”, “Toy boy”, “Sky Rojo”, “Zorro” y “La casa de papel”.
Vestía de negro y se sentó con Julio Correal del Canal Trece. Allí estuvo durante una hora y después participó en una rueda de prensa para hablar de estos cuatro días que estará en el Festival de cine.
Habló de su amor por la música, su mejor capítulo rodado, algunas tristezas y el tatuaje que tiene en su brazo izquierdo, que lo lee todos los días: una frase de una película de Steven Spielberg, “The Fabelmans”.
“Cuando el horizonte está abajo, es interesante. Cuando el horizonte está arriba, es interesante. Cuando el horizonte está en el medio, es aburrido, es una mierda, insoportable”. Este es el plan de rodaje de un día con Javier Quintas.
En la mañana en la que permitió ser acompañado por El Espectador, estuvo en un conversatorio, luego fue a caminar por las calles que no conocía personalmente, pero de las que tenía una idea por una de las novelas de Gabriel García Márquez.
Almorzó y en la tarde nos reunimos nuevamente en el centro de la ciudad con varios periodistas.
El comienzo de asistente
“Yo soy un enamorado del cine y de la ficción. Desde muy pequeño quise estar en este mundo y detrás de la cámara. Y quise que ocurriera cuanto antes. Así empecé desde abajo como auxiliar de dirección y fui escalando. Fueron más de quince años en los que sumé un montón de películas y series como asistente de dirección”.
El director español que afirmó que hay muy poca diferencia entre una dirección de series y de películas. “Normalmente, un filme es algo muy personal que nace de lo más profundo de un director. Yo, de hecho, tengo algún proyecto por ahí, pero en el día a día, en el trabajo real, hay muy poca diferencia”.
Televisión, cine y “El zorro”
“Había un enfrentamiento entre la gente que hacía televisión y la gente que hacía cine. Eso pasó hace ya mucho tiempo”, sostuvo Quintas. “Ahora los mismos equipos humanos que hacen televisión hacen películas, los medios técnicos son exactamente los mismos, se diferencia un poco en los tiempos, pero tampoco es tanto como se cree”.
Se alegró cuando recordó que vivió toda esta transición: “Yo empecé haciendo series para televisión generalista, para esa televisión lineal. La primera serie que dirigí fue ‘El comisario’, en España. Y tuvo mucho éxito, pero nada comparable a lo que se nos venía”.
“Yo creo que, evidentemente, las televisiones nacionales de cada país, tanto las públicas como las privadas, se dirigen a un público propio de ese país, pero las plataformas han abierto el mundo entero. Te ofrecen la posibilidad de ver creaciones de forma rápida, te distraes, pero también hay productos que perduran en el tiempo”.
La banda sonora que marcó a Quintas
“Es lo más bello que ha escuchado”, dijo Quintas sobre la banda sonora de la serie “Zorro”. “La hicieron dos músicos extraordinarios, Iván Martínez y Álvaro Peiré, y me entendí con ellos muy bien, fue muy fácil”.
“Ellos entendieron que necesitábamos hacer una banda sonora para que la gente se quedara inmediatamente y que fuera la marca de la serie, pero que, al mismo tiempo, nos recordará México y España”.
“El tema de amor de la serie, ‘Si me llevas contigo’, es lo más hermoso que se ha escrito en este siglo. Yo recuerdo que la primera vez que lo oímos, hablamos de una secuencia en concreto (la boda). Rápidamente, dibujamos la planimetría”.
“Rodé la secuencia oyendo la música y dando entradas según los compases. Fue maravilloso escuchar a Carín León, Keith Urban y Rosario Flores”.
La muerte de Nairobi en “La casa de papel”
“Fue muy traumático cuando tuve que dirigir el capítulo de la muerte de Nairobi. En aquel momento de la serie, tener que matar a un personaje como este a todos nos dejó pasmados, pero había que hacerlo y yo creo que es uno de los mejores capítulos que dirigido en mi vida. Fue tremendo el rodaje y el impacto cuando se emitió. Acabar con un personaje querido y absolutamente respetado del que queríamos saber muchas cosas más, fue un absoluto shock, pero creo que todas las decisiones que se tomaron fueron buenas, incluida la decisión de matar a Tokio, que llevábamos oyéndola desde el principio de la serie”.
Las marcas de la piel
En el encuentro con los periodistas, a Quintas se le preguntó por sus tatuajes, sobre todo por el que lee antes de iniciar un rodaje. Lo mostró, no sin antes aclarar que tenía varios. Se vieron los nombres de sus hijos, un poema de su poeta favorito, Ángel Gonzales; algo con caligrafía del “Señor de los anillos”, y el que sobresalió en su brazo izquierdo.
“Cuando el horizonte está abajo, es interesante. Cuando el horizonte está arriba, es interesante. Cuando el horizonte está en el medio, es aburrido, es una mierda, insoportable”. “Mira que lo leo todos los días. Es una frase de la película de Steven Spielberg, ´The Fabelmans´ y me lo he tatuado porque es una gran lección de cine”, dijo Quintas.
Los asistentes sonrieron y una joven entusiasta le preguntó por su paso por la arqueología y la importancia que le daba a la sensibilidad.
“Yo necesito buscar la emoción primero en mí, necesito que el producto que tengo entre las manos me emocione. Ahí es cuado identifico cuáles son las emociones que provoca y luego trato de provocarlas en el público. Esto es importante sobre todo en el trabajo íntimo con los actores, en la puesta en escena. Si estoy haciendo comedia necesito reírme mucho, pero durante el melodrama, necesito incluso llorar y lo he hecho muchas veces”.
Literatura y García Márquez.
Javier Quintas es un admirador de la vida y obra de García Márquez: “Yo leí ‘Cien años de soledad’ cuando tenía 14 años. Es para mí la mejor novela del siglo XX, se creía que era imposible trasladarlo a imágenes, se ha hecho y estoy seguro, convencido, de que se ha hecho bien”, dijo.
Latinoamérica y Cartagena
“No te voy a decir que sea un experto en la situación política y social de cada uno de los países, pero sí lo he seguido bastante cerca, de hecho, siendo muy joven, formé parte del grupo casa de Amnistía Internacional que trabajaba en Centroamérica. Desde muy joven he estado muy preocupado por la realidad social y por la problemática en Latinoamérica. Estoy al tanto de lo que ocurre en Colombia y, evidentemente, el cine y las series de televisión, son fundamentales para dar a conocer a nivel global las situaciones sociales del mundo entero”.
Al preguntarle si se imaginaba un personaje para La casa de papel llamado Cartagena, contestó: “Hay un personaje que se llama Bogotá, o sea que Colombia ya estuvo presente, pero sí, claro, sería muy bonito hacer personaje que se llamara Cartagena, sería extraordinario. Yo creo que se podría ser parecido Nairobi”.