“Hilos de palabras”: la obra poética de Pilar Gutiérrez
La escritora habló en entrevista para El Espectador sobre su más reciente obra, Solo tenías que darme la mano, una combinación de su texto con las ilustraciones de Juliana Correa. La autora explicó cómo el libro surgió de un relato poético personal y se transformó en un objeto artístico.
Diana Camila Eslava
Pilar Gutiérrez es escritora de fin de semana: trabaja en ello cuando el ritmo agitado de la labor diaria disminuye. Los domingos, dice, son los días en los que se siente más liviana y en los que puede dejarse sorprender por los caminos que le van marcando sus propias palabras. Escribió un texto poético que tituló “Solo tenías que darme la mano”, y lo convirtió en un libro que presenta como un objeto que continúa el relato más allá de aquella historia que la hundió, según ella, en un ejercicio terapéutico, a través de una pregunta que la perseguía y que necesitaba dejar en alguna parte.
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Pilar Gutiérrez es escritora de fin de semana: trabaja en ello cuando el ritmo agitado de la labor diaria disminuye. Los domingos, dice, son los días en los que se siente más liviana y en los que puede dejarse sorprender por los caminos que le van marcando sus propias palabras. Escribió un texto poético que tituló “Solo tenías que darme la mano”, y lo convirtió en un libro que presenta como un objeto que continúa el relato más allá de aquella historia que la hundió, según ella, en un ejercicio terapéutico, a través de una pregunta que la perseguía y que necesitaba dejar en alguna parte.
¿Qué sos?
Eco de una voz lejana
Cuenco
Recuerdo de noche...
Lo primero que usted verá es un libro no-libro, con una portada llamativa de color cartón del que cuelgan varios hilos. El título de la obra está escrito en letras negras, como si estuvieran chorreadas, y las marcas sugieren que fueron trazadas con sus mismos hilos. Al abrirlo, se descubre un friso que, en cada una de sus caras, presenta imágenes o detalles que lo complementan. Extendido, revela dos cuadernillos que se enfrentan entre sí, acompañándose y dialogando mutuamente. En el lado izquierdo está el relato y en el derecho las ilustraciones diseñadas por la artista Juliana Correa para este proyecto.
¿Oís como ladran los perros?
Solo el sueño los silencia
Al despertar te rondan de nuevo
Desde la distancia
Te buscan
No quieren más el reflejo de ellos mismos
Te buscan
A vos...
Gutiérrez capturó un momento de su vida y lo convirtió en un objeto a través de la literatura. Utilizó la poesía para darle forma a su dolor en un trabajo que consideró profundo e íntimo. La exploración creativa fue el medio que escogió para comprenderse.
En su trayectoria como escritora, a medida que se fue volviendo más personal, la voz de Gutiérrez incluyó las sombras y las historias de las personas más significativas en su vida. Por eso, lo más complejo y difícil de publicar este trabajo, según la autora, fue mostrarse y hacerse vulnerable ante aquellos más cercanos. La exploración personal le permitió adentrarse en un lenguaje simbólico y abstracto. Un acto liberador, pero exigente, que implicó expresar algo íntimo.
Una vez compartida, la experiencia deja de pertenecerle a quien la escribe para que los lectores la interpreten desde su propia realidad.
Un día
Hace poco
Perdí la fe
Me sentí llena
Hastiada
Un mareo se apoderó de mí
Y regurgité
Sí
Como los gatos
Nudos deformes de no sé qué
Luego vomité
No sin desagrado miré
Lo que en violentos chorros había expulsado
Letras dispersas de eso que fue palabra
Me conmovió la M
De Mar Madre Miseria
Suspendida en un lodazal de bilis
También la A
De Amor Ansias Anhelos...
Pilar Gutiérrez vive en Medellín. Es fundadora de Tragaluz Editores, una firma dedicada especialmente a los libros objeto, obras que combinan sus textos con arte visual. En 2012, el Banco del Libro de Venezuela reconoció su libro Bola de agua como uno de los mejores libros para niños y jóvenes. Con Mil orejas obtuvo una mención especial en la categoría New Horizons del Bologna Ragazzi Award 2015 y fue seleccionado como uno de los mejores libros para niños y jóvenes con discapacidad por IBBY. También publicó Pies atados y 48 palabras.
Es la séptima de una familia de ocho hermanos. Nació el 1° de abril de 1967 en una casa rodeada de naturaleza. “No sé bien cuándo empecé a escribir, pero mi relación con los libros quedó registrada desde mis cuatro años. En el álbum de niña dice: ‘Le han dado muchos regalos por su cumpleaños, pero solo le interesan los libros, no deja de mirarlos’”. No es solo una escritora que escribe, sino que su vida es el libro: cómo se ve, cómo se siente, cómo se escucha. Los hilos la persiguen y se han manifestado en ella y en sus obras como un mensaje que siempre lleva presente: toda experiencia es humana y nos interconecta a través de las historias.
El encuentro entre Pilar Gutiérrez y Juliana Correa, que marcó el inicio de su colaboración, lo describen como una coincidencia, pero ambas ya exploraban elementos que las vinculaban. Juliana Correa, diseñadora industrial, transformaba residuos textiles en arte para habitar cualquier espacio. Desde el inicio del proyecto, ambas compartían la visión de incluir hilos; mientras una veía un nido en el relato, la otra encontraba enredos en su búsqueda. Surgió así un vínculo que unió sus ideas.
Fue el poeta Elkin Restrepo quien les comentó que su obra “sonaba”. Impulsada por esta sinergia, Gutiérrez decidió ampliar esta conexión integrando a la Sociedad Anónima del Sonido, especializada en la creación de ensayos, documentales y obras para artes escénicas. El resultado fue una pieza sonora que se aprecia de forma individual y conjunta, y que se puede escuchar por Spotify.
En última instancia, todo fue un experimento. Según Gutiérrez, el libro, que se abre como dos brazos para contar una historia íntima, no fue una búsqueda deliberada, sino una realidad que se manifestó orgánicamente. “La poesía te llega como un regalo; no es que estés buscando algo específico. Son las cosas de la vida, y así las encuentras”. En ese proceso, este género literario llegó a formar parte de su obra y fue una revelación.
Vamos a jugar
Tomá la cuerda que acabo de lanzarte
Agarrala fuerte jalá
¿Me sentís?
Yo la jalo también desde acá
Corramos
Rápido
Los dos hacia la derecha
¡Pará!
Ahí
Sí...