AFP
Es el 4 de abril de 1954. Un grupo de nicaragüenses revolucionarios se preparan para secuestrar al presidente Anastasio Somoza García y a sus hijos Luis y Tachito. También tienen planeado ejecutarlos y, cómo no, si Somoza mató a traición a Augusto Sandino, héroe que luchó contra la ocupación estadounidense; cómo no ejecutarlos, si el presidente ahora no es más que un dictador títere que aumenta las arcas de su familia mientras se apodera de todo un país.
Por Juliana Vargas / @Jvargasleal
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación