Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
“Sólo existen tres deportes: el toreo, las carreras de coches y el montañismo. El resto son simples juegos”.
El escritor inició su carrera como periodista para el Kansas City Star y se alistó como conductor de ambulancias en la Primera Guerra Mundial, donde resultó gravemente herido. Tras recuperarse, continuó como corresponsal extranjero y comenzó a escribir. Su estilo se consolidó con obras como Por quién doblan las campanas, relatando su experiencia en la guerra civil española y en la Segunda Guerra Mundial, en la que también participó como periodista.
En 1952, Hemingway publicó El viejo y el mar, una obra inspirada en Cuba que le valió el Premio Pulitzer, y en 1953 recibió el Premio Nobel de Literatura. Aunque continuó escribiendo en sus últimos años, su última novela esperada nunca se completó. Hemingway falleció el 2 de julio de 1961 a causa de un disparo en la cabeza, con especulaciones sobre si fue un accidente o un suicidio.
A lo largo de su carrera también vivió intensamente el mundo del deporte. Desde sus años juveniles, el autor se sumergió en diversas disciplinas, incluyendo el atletismo, el waterpolo y el fútbol americano. Su amor por el deporte no se desvaneció con el tiempo; de hecho, lo acompañó a lo largo de su vida, especialmente durante sus residencias en Cuba y España.
El escritor Ernest Hemingway y su pasión por el boxeo. 🥊 pic.twitter.com/8DRVcsoDHy
— Juan (@juankyjurado) January 14, 2018
El arte del boxeo: “Cincuenta de a mil”
Considerado uno de los escritores más influyentes del siglo XX, Hemingway ofreció una exploración del mundo del boxeo en su cuento “Cincuenta de a mil”, publicado en 1927. En este relato, reflejó su amor por el deporte del boxeo, un tema recurrente en su obra.
La trama gira en torno a Jack Brennan, un boxeador que alguna vez ostentó el título de campeón de los pesos wélter, pero que ahora se encuentra al borde del retiro. El relato comienza con Brennan en la soledad de una granja en Nueva Jersey, apartado del bullicio y las críticas que han marcado su carrera. Mientras se prepara para su última pelea contra el prometedor Jimmy Walcott, el campeón reflexiona sobre su vida y su carrera. La atmósfera de aislamiento le lleva a confesar a su amigo Jerry su creciente desilusión con el boxeo, su añoranza por su familia y el insomnio crónico que ha afectado tanto su rendimiento como su bienestar emocional.
Consciente de que su condición física no es la ideal y que Walcott es claramente superior, decide apostar 50 mil dólares a favor de su oponente, una jugada que garantiza una ganancia segura, dado que la derrota parece inevitable. El combate tiene lugar en el Madison Square Garden de Nueva York, y Brennan se enfrenta a su último desafío con la esperanza de finalizar su carrera con dignidad.
“Cincuenta de a mil” forma parte de la colección Hombres sin mujeres, un libro en el que Hemingway pudo capturar la esencia de sus temas preferidos. Hemingway, quien también era un apasionado del béisbol y la tauromaquia, abordó el boxeo recurrentemente en su escritura. En sus propias palabras, “Mi escritura no es nada. Mi boxeo lo es todo”.
Hace 116 años nacía Ernest Hemingway, Premio Nobel de Literatura.
— Jorge Lera (@jorgelerabox) July 21, 2015
"Mi escritura no es nada, mi boxeo lo es todo" pic.twitter.com/JLTK6AFOzf
Hemingway, un campeón en La Habana
En 2006, la Editorial Deporte lanzó una obra que reconfigura nuestra comprensión sobre el célebre autor Ernest Hemingway. Ernest Hemingway, un campeón en La Habana, escrita por el investigador cubano Osmar Mariño Rodríguez, ofrece una visión íntima sobre la interacción del Nobel de Literatura con el deporte durante su prolongada estancia en Cuba, desde 1939.
Mariño, un experto en la obra de Hemingway, expone una serie de testimonios de amigos y un álbum fotográfico inédito que dan cuenta de la faceta deportiva del escritor estadounidense. Estos recursos documentan la participación de Hemingway en deportes como el boxeo, el tiro deportivo, la pesca y su afición por el jai-alai. El libro también destaca su interacción con figuras prominentes como el boxeador Kid Tunero (Evelio Mustelier), el masajista Kid Agustín (Mario Sánchez Cruz) y el entrenador Zahonet Deulofeu.
Uno de los aspectos más relevantes del texto es la exploración de cómo la práctica de estos deportes influyó en su obra poética y en su relación con poetas tanto cubanos como internacionales. El autor también revela momentos sociales de Hemingway con campeones de tiro, aristócratas y campesinos cubanos.
Mariño incluye fotografías que capturan a Hemingway en acción, ya sea entrenando con boxeadores locales o participando en torneos de pesca. Además, el libro recuerda la creación de un equipo infantil de béisbol en San Francisco de Paula, donde Hemingway vivía.
Finalmente, la obra rememora cómo Hemingway dedicó su Premio Nobel de 1954 a la gente de Cojímar, un pueblo pesquero que fue crucial en su vida y en su obra, especialmente en la historia de El viejo y el mar.