Es más que una noche para los museos
La primera Noche de Museos de Bogotá fue posible gracias al esfuerzo de 43 museos –en 7 localidades– que convocaron 28 mil personas.
Luis Carlos Manjarrés Martínez
A las 11:30 p.m. del 12 de noviembre de 2021, con el vívido recuerdo de las caras de desilusión de las personas que aún hacían fila –a quienes les tuvimos que decir que no había más ingreso–, finalizó la primera Noche de Museos de Bogotá. Se trató de un laboratorio al que la ciudadanía respondió con tanto entusiasmo que, para el 2022, la Mesa Temática de Museos de Bogotá –espacio de participación del Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio– decidió apostarle a realizar una segunda versión este 18 de mayo, en el marco del Día Internacional de los Museos que se celebra en todo el mundo desde 1977, año en el que nació La larga noche de los museos, en Berlín.
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Nos anteceden 45 años de noches de museos: Lange Nacht der Museen, Noite do museu, Museum Night Fever, La Nuit des Musées, La Nit dels Museus, Museumnacht. Me atrevería a decir, incluso, que hay consenso en que esta no es una estrategia innovadora. Sin embargo, para el sector museal y cultural capitalino, esta actividad ha fortalecido nuestros lazos mediante la solidaridad y la creatividad. Ampliar nuestros horarios y diversificar nuestra oferta académica, artística y cultural nos permite relacionarnos con nuevos públicos y visibilizar nuestra presencia en la ciudad. ¿Sabía usted que en Bogotá existen 74 museos ubicados a lo largo de todo el territorio de la ciudad?
La primera Noche de Museos de Bogotá fue posible gracias al esfuerzo de 43 museos –en 7 localidades– que convocaron 28 mil personas, según los reportes de ingresos a las instituciones; el sector productivo y comercial de La Candelaria reportó aumentos en ventas de hasta el 30%, a lo que hay que sumar lo incuantificable: la riqueza de las colaboraciones expositivas de aquellos museos que decidieron integrar sus colecciones, los museos pequeños siendo grandes protagonistas en grandes museos, el sudor del baile, la lágrima en medio del performance o la oportunidad de popularizar los museos como espacios de integración, en los que toda la ciudadanía tuvo derecho a la ciudad y a su oferta cultural en horarios nocturnos – en un ambiente seguro y festivo.
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Este año regresamos bajo el lema “El poder de los museos”, consigna que busca destacar la capacidad transformadora de los museos en la construcción de la ciudad y del país. El sector de los museos de Bogotá está creciendo, situación que se evidencia, por ejemplo, en el aumento de los espacios participantes: para esta ocasión tendremos cerca de 50 museos y alrededor de diez entidades no museales en 10 localidades del Distrito con una programación especial que se extenderá hasta la media noche y que, en algunos sectores, estará acompañada por activaciones en el espacio público. Cabe destacar que, para esta edición, contaremos con museos que abrirán sus puertas en localidades como Suba, San Cristóbal y Ciudad Bolívar.
Para el sector, el reto se centra en los esfuerzos de implementación de sus estudios de audiencias en las noches de museos para crear una batería de datos que permita reflexionar sobre la experiencia del visitante, así como fortalecer la gestión del conocimiento y comenzar a analizar los impactos socioeconómico y cultural del evento en la dinámica de la ciudad. El sector museal en el país tiene un déficit de información, que imposibilita hablar con claridad sobre la pertinencia social de los museos, sobre los aportes que hacemos en nuestros entornos circundantes e impide, sobre todo, proyectar cuáles serían los beneficios para el país de contar con museos fortalecidos por una política nacional de museos, memoria y patrimonio.
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Pero esta Noche de Museos adquiere una pertinencia aún más retadora en el contexto electoral, de polarización y de incremento de tensiones frente al orden público. El desafío es entonces romper el miedo y demostrar cómo, en una sociedad forjada por la desconfianza, no hay nada más poderoso que la juntanza, la unión y la sinergia.
A las 11:30 p.m. del 12 de noviembre de 2021, con el vívido recuerdo de las caras de desilusión de las personas que aún hacían fila –a quienes les tuvimos que decir que no había más ingreso–, finalizó la primera Noche de Museos de Bogotá. Se trató de un laboratorio al que la ciudadanía respondió con tanto entusiasmo que, para el 2022, la Mesa Temática de Museos de Bogotá –espacio de participación del Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio– decidió apostarle a realizar una segunda versión este 18 de mayo, en el marco del Día Internacional de los Museos que se celebra en todo el mundo desde 1977, año en el que nació La larga noche de los museos, en Berlín.
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La primera Noche de Museos de Bogotá fue posible gracias al esfuerzo de 43 museos –en 7 localidades– que convocaron 28 mil personas, según los reportes de ingresos a las instituciones; el sector productivo y comercial de La Candelaria reportó aumentos en ventas de hasta el 30%, a lo que hay que sumar lo incuantificable: la riqueza de las colaboraciones expositivas de aquellos museos que decidieron integrar sus colecciones, los museos pequeños siendo grandes protagonistas en grandes museos, el sudor del baile, la lágrima en medio del performance o la oportunidad de popularizar los museos como espacios de integración, en los que toda la ciudadanía tuvo derecho a la ciudad y a su oferta cultural en horarios nocturnos – en un ambiente seguro y festivo.
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Para el sector, el reto se centra en los esfuerzos de implementación de sus estudios de audiencias en las noches de museos para crear una batería de datos que permita reflexionar sobre la experiencia del visitante, así como fortalecer la gestión del conocimiento y comenzar a analizar los impactos socioeconómico y cultural del evento en la dinámica de la ciudad. El sector museal en el país tiene un déficit de información, que imposibilita hablar con claridad sobre la pertinencia social de los museos, sobre los aportes que hacemos en nuestros entornos circundantes e impide, sobre todo, proyectar cuáles serían los beneficios para el país de contar con museos fortalecidos por una política nacional de museos, memoria y patrimonio.
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Pero esta Noche de Museos adquiere una pertinencia aún más retadora en el contexto electoral, de polarización y de incremento de tensiones frente al orden público. El desafío es entonces romper el miedo y demostrar cómo, en una sociedad forjada por la desconfianza, no hay nada más poderoso que la juntanza, la unión y la sinergia.