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Usted escribió esta historia hace dos décadas, ¿qué lo inspiró cuando comenzó a escribirla?
Creo que estaba jugando con dos ideas: la evolución y las artes performativas, que parecen no estar conectadas, pero, por alguna razón, en mi mente sí lo estaban. Fueron esas dos cosas en yuxtaposición que se convirtieron en la esencia de la película.
¿Cree que hasta cierto punto la visión que escribió en los 90 ha evolucionado en absoluto? ¿Tal vez hay algo profético en ella?
Es extraño, ¿verdad? Cuando la escribí nadie hablaba sobre microplásticos y la semana pasada encontraron algunos en el flujo sanguíneo, antes ya se había encontrado en el 80% de humanos, en los músculos. ¿Qué significa esto? Porque parece que el cuerpo humano se está acomodando a ellos, no se está volviendo loco. ¿Significa que nuestro cuerpo está encontrando formas de usar los microplásticos o acomodarlos sin ningún riesgo? No parece posible, pero es lo que está pasando y esto, combinado con el hecho de que también encontraron una bacteria que puede comer nuestro plástico y utilizarlo como alimento y fuente de energía, te hacen pensar. Si un organismo viviente como una bacteria lo puede hacer, significa que nosotros también podríamos llegar a ese punto.
Entonces, ¿hacemos comida que salga del plástico? ¿Es esa la solución al desastre climático que vemos? En vez de limpiar los océanos y detener la producción de plástico y limpiar los cuerpos de todos, que no parece algo muy realista en este momento. Entonces esto es, de cierto modo, una provocación en el sentido de un ensayo, un intento, que no es del todo una sátira, pero sugiere algo que parece ser indignante, pero resulta ser algo realista de una forma extraña.
En esta producción trabajó con Viggo Mortensen y otras personas con las que ya había trabajado antes, pero también con un equipo diferente. ¿Podría explicar por qué trabaja recurrentemente con actores como Mortensen?
Por varias razones. No había hecho una película en ocho años y durante ese tiempo muchas cosas cambiaron en las vidas de las personas con las que estaba acostumbrado a trabajar. Esto significó trabajar con un nuevo director de fotografía, un nuevo asistente de dirección, un nuevo diseñador de vestuario, etc. Eso es difícil, te sacude, te hace sentir un poco inseguro, ya que cuando tienes tu equipo al que estás acostumbrado se entienden entre todos y también permite un alto nivel de eficiencia. Por otro lado, trabajar con nuevas personas es vigorizante, emocionante y pueden hacer cosas diferentes a lo que ya conocías y ese fue el caso. Estoy muy contento con la forma en la que la película se ve, suena y se mueve.
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¿Qué papel jugó en el diseño de la utilería esencial de la película?
En primer lugar, los dispositivos están explicados con gran detalle en el guion. Teníamos como diseñadora de producción a Carol Spier, una de mis colegas más antiguas, y con ella vimos a diferentes dibujantes y artistas gráficos y nos preguntábamos cómo nos sentíamos con los bocetos. Hacían dibujos y pruebas y gradualmente llegamos a sentir que podían funcionar si se hacía de forma física. Fue un proceso largo de decir: “está descrito así en el guion, pero si intentamos hacerlo así no se ve tan bien o no es tan práctico y no funcionaría”, entonces intentábamos otra cosa y eso es normal. Fue un proceso orgánico.
Viggo Mortensen es su amigo y colega con el que trabaja frecuentemente. Él dice que confía en usted completamente, presumiblemente eso es recíproco...
No, yo no confío en él en absoluto. Esa es la naturaleza de nuestra relación, él confía en mí y yo actúo como si confiara en él. Estoy bromeando, claro. Pero cuando trabajas con Viggo no tienes solo a un actor, tienes su intelecto. Él es escritor, poeta, músico, fotógrafo, editor, tienes el paquete completo y no le tiene miedo a aplicar esos conocimientos al guion, incluso a escenas en las que él no aparece. Normalmente, si un actor está preocupado por algo, es una escena que le concierne. Pero Viggo ve la imagen completa, es un verdadero colega en lo que hacer una película se refiere.
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Algo que tienen en común los actores de esta película es que no tienen miedo con respecto a lo que harán ni lo que harán sus cuerpos...
Cada película que he hecho requiere actores que no tengan miedo. Hay algunos roles seguros que se pueden hacer y lo son porque los han hecho antes y saben que los pueden hacer, o porque no son exigentes en términos de drama o significado. Pero mis películas no suelen hacer eso, no hay un papel seguro y necesitamos un actor sin miedo y eso ha pasado en cada una de mis películas.
El escenario es algo distópico, pero hay esperanza en el sentido de que los humanos, especialmente los artistas, siempre encontrarán formas para sortear cualquier dificultad, aún si evolucionamos para sentir placer cuando se lo damos a otro...
Si, pero si esa es la única forma en la que podemos sentir placer, entonces lo haremos. Porque necesitamos amor, necesitamos placer y si los parámetros del amor y el placer cambian hasta cierto punto, nos moveremos con ellos. Y esta es la parte esperanzadora, más que la discusión sobre el medio ambiente, es la supervivencia de los humanos como humanos. Se habla sobre en qué punto dejamos de ser humanos, pero creo que redefinimos lo que significa ser un humano. Algunas personas consideran que la película es triste y yo entiendo eso, aunque es una historia de amor. Una historia de amor extraña, pero indudablemente una historia de amor.
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