Escuchando las plantas de los llanos colombianos

Mientras semillas con alteraciones genéticas van creciendo masivamente en un terreno rico y fértil, plantas nativas pelean por conservar su ecosistema, convirtiéndose para los nuevos intrusos en una especie de maleza que no logra la germinación de estos nuevos cultivos. La naturaleza entonces se revela, originando escasez, desequilibrando los nutrientes del suelo y haciendo poco efectiva la tierra para volver a sembrar. En el país el proceso de monocultivos con transgénicos se ha vuelto frecuente, considerando que según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), en 2021 Colombia sembró 150.451 hectáreas de cultivos transgénicos, entre maíz, algodón y flores azules. Actualmente esta práctica amenaza la desaparición de especies nativas, especialmente en el departamento de Meta, territorio en el que el colectivo colombiano Atractor origina su investigación para mostrar a través de paisajes sonoros la relación entre insectos, plantas y aves en un territorio de monocultivos de soya transgénica.

Mientras semillas con alteraciones genéticas van creciendo masivamente en un terreno rico y fértil, plantas nativas pelean por conservar su ecosistema, convirtiéndose para los nuevos intrusos en una especie de maleza que no logra la germinación de estos nuevos cultivos. La naturaleza entonces se revela, originando escasez, desequilibrando los nutrientes del suelo y haciendo poco efectiva la tierra para volver a sembrar. En el país el proceso de monocultivos con transgénicos se ha vuelto frecuente, considerando que según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), en 2021 Colombia sembró 150.451 hectáreas de cultivos transgénicos, entre maíz, algodón y flores azules. Actualmente esta práctica amenaza la desaparición de especies nativas, especialmente en el departamento de Meta, territorio en el que el colectivo colombiano Atractor origina su investigación para mostrar a través de paisajes sonoros la relación entre insectos, plantas y aves en un territorio de monocultivos de soya transgénica.

Una historia de dos semillas: sonido y silencio en los llanos colombianos explora a través del sonido los rastros de la biodiversidad cobijada entre monocultivos de soya transgénicos y los compara frente a los policultivos de plantas endémicas, como el amaranto. Este proyecto, creado por Atractor, colectivo de artistas que involucran en sus creaciones la tecnología y los procesos electrónicos relacionados con fenómenos naturales y socioculturales, y Semántica, grupo de investigación que explora la simbiosis entre especies a través del sonido y el audiovisual, recrean aquella problemática en una investigación que realizaron hace más de dos años en Meta, documentando a través de dispositivos de grabación la pérdida de la diversidad de este territorio.

“Grabar los sonidos a través del tiempo es una bonita y potente forma de contar la historia de estos cambios de lo vivo, de lo plural y de todas las relaciones que empiezan a ser muy pobres, todo lo que se ha perdido y todo lo que queda”, explica Juan Cortés, artista colombiano y miembro de Atractor, quien inició la investigación del proyecto por la fuerte influencia que ejerció su padre, Abdon Cortés, agrólogo, docente y expedicionario dedicado a investigar los suelos colombianos y sus problemáticas.

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El proceso de grabación en el territorio de Meta abarca más allá de lo que el oído humano puede percibir. Atractor y Semántica se sumergen en los sonidos que existen de las especies que viven bajo la tierra a través de sensores, micrófonos de contacto y detectores ultrasónicos, reconociendo las transformaciones de las plantas que salen a flote, pero que desde sus raíces poseen cambios y que se perciben a través de sonidos. También como parte importante de su investigación, el entorno de estos cultivos reconoce la ausencia de aves, insectos y diferentes especies del hábitat.

“Nuestro propósito, en esencia, fue hacer varios viajes documentando el enorme cambio sonoro en los territorios antes y durante la expansión de los monocultivos de soya transgénica, ¿cuánta pérdida de diversidad genética ha traído el avance de esta problemática y que se está dejando de lado? La riqueza del paisaje sonoro de la región está en proceso de desaparecer”, dice Cortés.

Dentro de su investigación, esta transformación ocasionada por los monocultivos transgénicos es comparada con los policultivos de plantas endémicas, especialmente del amaranto, una especie que se establece en Suramérica convirtiéndose en plaga para la soya transgénica e inmune al glifosato. Este grano originario de la civilización mesoamericana responde a las amenazas capitalistas e industriales de apoderarse de sus territorios y, en palabras del artista Juan Cortés: “Esa historia me pareció fascinante porque habla también de la resistencia, habla de lo potente de la raíz endémica y de lo potente de entender el agro y de todo el tema de la agroindustria alimentaria desde las narrativas locales y desde los seres endémicos, que es una forma muy bonita de entender el problema”.

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La ambiciosa investigación fue nominada por la plataforma de arte digital Prix Ars Electronic de Austria, que anualmente premia propuestas tecnológicas entre la animación, el sonido, el arte interactivo, la inteligencia artificial, entre otras. El 14 de junio de este año se conocieron los ganadores, entre ellos Atractor y Semántica, por su propuesta Una historia de dos semillas: sonido y silencio en los llanos colombianos, en la categoría de arte sonoro. El premio consiste en la codiciada estatuilla Golden Nica, un premio en efectivo y la oportunidad de participar en el mes de septiembre del festival Ars Electronica en Linz, Austria.

La obra instalativa será mostrada por primera vez en el festival y estará compuesta por grandes raíces que dan cuenta del proceso de enraizamiento y la necesidad de agotar los minerales del suelo para su germinación. A su vez, tendrán dentro de ellas los sonidos tomados para la investigación que diferencian a los monocultivos de soya transgénica y los policultivos del amaranto endémico, una reflexión sobre la industria agroalimentaria que se verá en una sala rodeada de plantas reproducidas como si estuviesen en los campos colombianos. “Imagínate varias raíces saliendo del suelo, una representando la soya y la otra el amaranto, y a medida que tú vas caminando por ese salón vas sintiendo toda la diferencia entre los policultivos y las relaciones diversas de una planta o que se involucran en el cultivo de una planta (...). Puedes ir caminando y sintiendo esas pérdidas, esos huecos, esos baches de la vida que representan las diferencias de las dos cosas”, concluye Cortés.