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David Manzur: el arte como testigo de la humanidad

David Manzur habló sobre el arte como testigo de los conflictos y aspiraciones humanas a lo largo de la historia, subrayando el Renacimiento como una época en la que la pintura y la escultura transmitieron conocimientos culturales y religiosos.

David Manzur
20 de julio de 2024 - 12:00 p. m.
David Manzur, nació en Neira, Caldas, el 14 de diciembre de 1929. Su obra ha explorado temas como la religión, la mitología y la historia.
David Manzur, nació en Neira, Caldas, el 14 de diciembre de 1929. Su obra ha explorado temas como la religión, la mitología y la historia.
Foto: Mario Fernando Rodríguez

Hoy, con 95 años, tengo muchas preguntas que no me he podido responder con relación al arte en general y a la pintura en particular. Con el tiempo, la influencia del arte en la sociedad ha sido definitiva, pero no global.

Nací en Neira, Colombia, pero a los cinco años dejé el país con mis padres. A los seis años comencé una nueva vida en Guinea Española, hoy conocida como Guinea Ecuatorial.

Yo no he conocido la paz en estos 95 años de vida. Teniendo seis años, vi cómo se hundió un barco con 90 personas adentro. Esa imagen fue muy difícil de digerir a esa edad. En 1939, la guerra mundial. Luego empezó la guerra de Corea en el 50, con las consecuencias que todos sabemos. Por último, vino una especie de guerra local entre filosofías de distintos países. No voy a entrar en detalle, pero es muy complejo analizar las guerras tanto religiosas como políticas.

En 1984 fui invitado por la Universidad de Banff en Canadá, junto con Enrique Buenaventura; yo como pintor y él como hombre de teatro. Se convocaron a unos mil artistas de todo el mundo para explorar si el arte podía contribuir a disminuir la gran tensión entre países que se amenazaban mutuamente. Hubo numerosas conferencias, diálogos y mesas redondas. Participaron representaciones de China, Rusia, países islámicos y América.

En 1989 cayó el muro de Berlín. No digo que fuera consecuencia directa, pero sí se abrieron puertas hacia una convivencia pacífica, algo que el ser humano busca naturalmente, ya sea con arte o sin él. Ese ejemplo muestra algo que todos esperamos: que algún día caigan las disidencias y los muros que existen entre los diferentes pensamientos humanos, para que podamos convivir mejor en este pequeño planeta.

Me remonto al Renacimiento. Indudablemente, la pintura y la escultura fueron vehículos para contarle a un pueblo que no sabía leer cómo habían sido los misterios de la religión, sobre lo cual se han hecho maravillosas obras de arte. Yo diría que esto, más bien, sirve de testigo. El arte ha registrado sucesos y hechos que han ido en contra de la paz. La crucifixión de Cristo, por ejemplo, fue una ofensa muy grande, la cual seguimos sobrellevando.

El Renacimiento se preocupó mucho por la paz y la tradujo en artes visuales como la escultura y la pintura. Inclusive, la decoración de edificios, el urbanismo y la arquitectura se comprometieron con ese propósito.

Me viene a la mente “La rendición de Breda”, de Diego Velázquez, un cuadro que tiene que ver con la paz. Luego viene Goya y “El 3 de mayo”, que es una acusación por una injusticia política; el Muralismo mexicano no solo fue testigo de una época, sino que invitó a cierta violencia. Muy válido también. Por ejemplo, los trabajos del Renacimiento, del Juicio Final, del Castigo fueron formas que incidieron en las sociedades y tuvieron repercusiones.

Más adelante encontramos a Picasso con “Guernica,” que no es más que la demostración de la gran injusticia vivida con el bombardeo a Guernica. Siempre es primero “el ataque” y luego “la paz”. La pintura crea un espacio. Ese cuadro del que hablo, que para mí representa la esencia del arte del siglo XX, es como abrir un campo para la conciliación. En la historia hay incontables ejemplos de manifestaciones particulares sobre la relación del arte y la paz, por no decir del arte y la política, el arte y las religiones.

Hay dos maneras de apreciar el arte: la primera desde la reflexión y la otra desde el asombro o el rechazo. La reflexión busca terminologías para explicar lo inexplicable. En cambio, el asombro no tiene tiempo. El arte se impone a tal punto que es ahí donde tiene consecuencias.

Dentro de mi ser, cuando estoy pintando, yo no pienso sino en mis propios problemas de solución en la obra que estoy haciendo. Si la obra es para los demás y es recibida, tengo la idea de que he cumplido algo. Pero si no es recibida, voy a decir como decía Picasso: “La culpa no es de los demás, sino mía”.

Sin duda, el arte tiene una incidencia muy importante de asombro o reflexión en todas las sociedades. Con la experiencia que he acumulado a lo largo de estos años, mientras sigo trabajando, también sé que no tengo nunca la última respuesta.

Por David Manzur

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Pathos(78770)22 de julio de 2024 - 03:55 a. m.
La trayectoria de un artista es muy respetable por ser la testigo del significado q tiene la creacion humana y q el artista nos muestra con su obra
Óscar(22193)20 de julio de 2024 - 04:00 p. m.
Este vejete siempre ha conseguido ($$$) puros pelaitos para sus favores... Enfermo es lo que es!
  • Edgar(22146)20 de julio de 2024 - 06:15 p. m.
    Esa es su vida personal, por lo tanto muy privada. No somos jueces para jusgar a Manzur ni a nadie, sin duda ha sido un hombre que ha aportado mucho a la historia del arte en Colombia y en el Mundo. Fabuloso pintor.
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