Jorge Zorro: “Este no es un Ministerio sin directriz”
El ministro por encargo, Jorge Zorro, se refiere a los diferentes rumores que han surgido sobre su liderazgo en el Ministerio. También ahonda sobre la visión y expectativas que quiere lograr durante su mandato.
Sarah Gutiérrez
Cuando sale Patricia Ariza del cargo, ¿qué le dice el presidente? ¿Se quedará en el cargo o será algo temporal?
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Cuando sale Patricia Ariza del cargo, ¿qué le dice el presidente? ¿Se quedará en el cargo o será algo temporal?
El presidente no me dijo nada, me mando a decir. Simplemente, me llegó el nombramiento como ministro encargado. Después me reuní con él, hablamos un rato de las expectativas importantes que tiene este gobierno con la cultura y eso me permitió entender que este es un ministerio, aunque está en encargo, con todas las condiciones y los apoyos de presidencia para sacarlo adelante; este no es un ministerio sin directriz.
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Lo más importante en este tipo de cartera es que tiene que tener liderazgo, y en ese sentido, he tenido a personas maravillosas a mi alrededor, con ellos estamos redireccionando varias de las políticas del gobierno. Estamos en una reestructuración total.
Como este es el momento del cambio, también trae consigo desafíos. A muchas personas no les gusta porque se acomodan fácilmente a una inercia que sucede siempre, donde se quedan acomodados años. Pero los cambios, producen retos maravillosos que nos permiten desarrollar la imaginación.
¿En qué consisten estos retos? El primero está en la unicidad, en la diferencia; entrar a dialogar con las comunidades para comprender sus aspiraciones, sus intereses y a unificar criterios alrededor de las líneas del gobierno, que eso es quizás lo más importante.
Sobre esto, ¿qué planes tiene usted para el Ministerio de Cultura?
Hay muchos. Primero, hay que posesionar a la cultura dentro de una agenda de país, y eso significa entender que Colombia ya no mira a la cultura como antes, de una forma hegemónica y vertical.
Colombia es un país pluricultural, multiétnico, multilingual, con diferentes manifestaciones en cada sitio de la cultura. Mal haría yo si vengo a repartir cultura, cuando tengo que ir a cada departamento a reconocerla y valorarla.
Por otro lado, el ejercicio de un ministerio es proteger a las diferentes manifestaciones. Todos los tipos de cultura que aparecen dentro de una sociedad: rurales, étnicas, afro, urbanas, y montones de saberes que van apareciendo de pronto en el entretejido social que se va manifestando de diferentes formas, y eso es lo que hay que reconocer, valorar, y por último, proteger.
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¿Qué significa proteger?, ese es otro aspecto fundamental de lo que es un Ministerio, el poder legislar. Porque si uno no legisla, no se protege. Por eso los gobiernos que tienen esas formas transitorias de pasar por la historia, no dejan nada.
Este gobierno legisla y protege al colombiano que se atreve a hacer el cambio. Por eso, el tener un gobierno como el del presidente Gustavo Petro, nos exige esos retos, de poder proteger a nuestros amigos, congéneres, colombianos de identidad única en la diversidad.
El multilingüismo también es algo que nosotros hemos olvidado y que no podemos perder, 65 lenguas es algo muy importante.
¿Existe algún plan para empezar a distribuir ese conocimiento?
Sí, tenemos a personas especializadas como en el Instituto Caro y Cuervo, quienes van a recuperar y hacer trabajos importantes en todo el proceso lingüístico, a traducir todo lo que significa ser colombiano y a reconocer los saberes ancestrales, populares, y saberes que son de otro orden como los académicos; y así, entender la cultura como decía García Márquez: “el aprovechamiento social del conocimiento”.
Por eso, la educación es fundamental, porque es uno de los medios más importantes de perpetuar el conocimiento, y ahí es donde nosotros empezamos a trabajar.
Cuando nos dirijamos a los territorios, ¿qué haremos?, vamos a rescatar esos valores, a identificarlos, a valorarlos, a reconocerlos, y después a protegerlos, y por último, a divulgarlos, porque así, en esa forma, es que empezamos a sentir qué es ser colombiano.
¿Qué responde sobre los rumores que dicen que dentro del Ministerio hay mucho conflicto y una crisis interna?
No importa que haya conflictos, esos los hay en todas partes. El conflicto se trata precisamente de esos desafíos, de tratar de unir voluntades en propósitos comunes de excelencia, y para eso se requiere de un liderazgo, y aquí estoy para ejercerlo con mi equipo.
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Es claro que frente a una transición como esta, las personas quedan un poco perdidas, pero precisamente esos liderazgos son los que les van a dar las líneas y van a recuperar sus causes por donde pueden transitar.
Personalmente, no encuentro el ministerio en un caos, al contrario, lo encuentro organizándose en una visión nueva para otras personas.
¿Qué podría decirnos acerca de los puestos que hay por interinidad en estos momentos (Ministerio de Cultura, Viceministerio de Economía Naranja, Viceministerio de Patrimonio), qué pasará con ellos?
Es algo que está directamente ligado con el resorte del presidente, pero no quiere decir que esos puestos están en el aire. Aquí hay un liderazgo, yo lo estoy ejerciendo, y tengo el apoyo de presidencia para hacer los cambios que sean necesarios, y no creo que este Ministerio esté al garete, ni mucho menos, al contrario, pienso que hay una definición muy clara de hacia dónde vamos porque las líneas del presidente son muy claras.
Y sobre la carta, ¿ha hablado con presidencia sobre eso? ¿Es importante ahora?
No he hablado con el presidente con respecto a la carta, me imagino que él en algún momento la leerá, y tal vez haga una declaración, pero por el momento nosotros seguimos hacia adelante, porque nuestro es llevar el proyecto hasta el final.
Hay diferentes opiniones y de eso se trata la democracia; es maravilloso que se exprese cada sector de la cultura y del arte, pues por primera vez, se están reuniendo para pensar sobre lo que significa el arte y la cultura, antes estaban en el aire, no sabían, ni siquiera se lo preguntaban.
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El hecho de que existan esas preguntas, esos intereses, esas dudas y esas angustias significa que están pensando como colombianos en las necesidades de sus congéneres y eso es parte fundamental de lo que debe generar un Ministerio de Cultura: preguntas, dudas, intercambio de ideas. Resolverlas es el reto.
No me asusta que la gente opine de diferentes formas, al contrario, bienvenidas todas las opiniones, me parece que es el ejercicio natural de la democracia, y bienvenidas todas esas búsquedas intelectuales, sociales, antropológicas, psicológicas que generan estos desafíos.
En cuanto al gobierno anterior, que generó preocupación en el sector de las artes y la cultura por pensarlo de una forma más empresarial, ¿seguirán ese camino?
Lo importante para nosotros es el ser humano, no la productividad, y peor aún, instrumentalizar al creador. Ante todo es el creador el que dignifica el arte y la cultura, que es la huella que dejamos como seres humanos en el universo, eso es lo importante.
Si los instrumentalizamos únicamente para la productividad, que era la economía naranja, entonces cosificamos al ser humano, y el ser humano tiene una trascendencia enorme en la esencia misma de su ser y de la historia.
No desconocemos el ecosistema económico que produce el arte en ningún momento, al contrario, hay que fortalecerlo, pero desde la dignificación del creador, del artista, de la persona que produce el arte, y no desde la productividad, porque es un elemento alejado de la dignidad humana.
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